Chile y Brasil destacan en el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (Cepal) presentó el primer Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (Ilia). Este fue elaborado por el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (Cenia) de Chile, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y la Organización de los Estados Americanos (OEA), con la asistencia técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). 

El índice estudió los avances en inteligencia artificial (IA) de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú, México y Uruguay, así como su fuerza transformadora que, de acuerdo con José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal, “podría alterar el curso de la humanidad”.

Un total de cinco dimensiones como los factores habilitantes que necesitan las naciones para desarrollar un ecosistema firme de IA e innovación; la gobernanza y el adecuado desarrollo del entorno institucional; el entorno de investigación, desarrollo y adopción; los temas dominantes en redes sociales y medios digitales sobre la IA y su percepción social en estas naciones, además de las tendencias académicas y visión de los expertos sobre el impacto social que en el futuro tendrá la IA, fueron las analizadas por el índice, que tomó en cuenta estos factores para esbozar el contexto material, social y cultural de estas doce naciones en esta materia.

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Mejores y peores puntuados

Así tenemos que Chile, Brasil y Uruguay ocupan los tres primeros puestos mientras los tres últimos son ocupados por Ecuador, Paraguay y Bolivia. Entre los cuarto y noveno lugar están, en orden, Argentina, México, Colombia, Perú, Costa Rica y Panamá. Chile obtuvo un puntaje de 72,67 / 100 y Bolivia uno de 15,10 / 100.

Lo que puso a Chile en una posición ventajosa es que esta nación tiene un rendimiento destacado en términos de conectividad; avances significativos en la implementación de tecnología 5G, lo que puede impulsar el desarrollo de la IA; una alta disponibilidad de datos y uso de la nube; una alta alfabetización en tecnologías de la información (TIC), gracias a la incorporación de estas en el currículo escolar, así como un alto número de profesionales en computación y otras carreras tecnológicas. Pero el mayor logro de Chile reside en que es el país que más esfuerzos dedica a la investigación y desarrollo (I+D) y destaca en la gobernanza, gracias a que tiene mecanismos de integración y regulaciones específicas para la IA.

Brasil, con 65,31, cae por debajo porque no tiene tantas fortalezas como Chile en I+D o adopción e infraestructura; sin embargo, tiene fuertes bases en infraestructura, capital humano (donde la fuga de talentos en IA no es significativa), disponibilidad de datos y gobernanza, además de que está a la vanguardia en regulaciones relacionadas con la IA y otras tecnologías.

En contraste, Bolivia tiene una infraestructura muy pobre en cuanto a acceso a la tecnología (sus ciudadanos tienen dificultades en el acceso a la internet, data centers o tecnologías 5G, por ejemplo), a esto se suma que tiene una ausencia de gobernanza y regulaciones generales y específicas para la IA y tecnologías relacionadas como la protección de datos y la ciberseguridad. A pesar de esto, el Ilia señala que la nación andina tiene oportunidades significativas en el desarrollo de talento en IA debido a las oportunidades de crecimiento en la formación profesional, para lo cual recomienda incorporar las TIC en el currículo educativo.

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Otros hallazgos

Entre los descubrimientos más destacados, el Ilia proyectó luz sobre el hecho de que nuestra región aún sufre de una sustancial fuga de talentos, sin embargo, ha habido mejoras en los índices de publicación y el número de investigadores y autores que publican en América Latina y el Caribe. 

En este orden de ideas, hay grandes oportunidades de colaboración en temas IA, aunque (a pesar de que tenemos un idioma común) hay pocas iniciativas colaborativas en contraste con Europa, donde hay un índice de colaboración científica comunitario cercano a 50 %. Esto también influye en el hecho de que se pierden oportunidades de inversión en I+D.

Hay brechas considerables entre los países estudiados (incluso dentro de ellos), puesto que algunos países que tienen altos niveles de investigación no necesariamente son los que mayor cantidad de invenciones patentan (México y Brasil concentran el mayor número de patentes registradas, con 95 % de patentes IA), así como hay muchos con alto nivel de alfabetización en TICs pero pocas publicaciones y muchos con un buena cantidad de datos pero escasa capacidad de cómputo y alta dependencia de tecnologías en la nube (excepto Brasil, que tiene supercomputadoras) y otros donde la conectividad es insuficiente. En resumen: ninguna nación tiene todo lo que se requiere para avanzar sólida y rápidamente en IA.

Nuestra región también falla en entender que la gobernanza y la elaboración de políticas públicas y leyes son fundamentales para avanzar tecnológicamente y vincular a todas las instituciones y ciudadanía en un ecosistema colaborativo de investigación, publicación y desarrollo. Otra falla fundamental es la reconversión laboral y el retraso que la fuerza de trabajo tiene en IA en comparación con otras regiones del mundo, con la menor penetración relativa de habilidades tecnológicas y disruptivas asociadas a la IA del mundo.

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Recomendaciones de los expertos

Para remontar en la carrera disruptiva de la IA y aprovechar sus potencialidades, los expertos consultados en el Ilia recomendaron seguir once pasos:

1. Priorizar la inversión en conectividad y capacidad de cómputo de la región. 
2. Fortalecer los sistemas educativos en forma integral de manera urgente, lo que ayuda a combatir la fuga de talento e impulsar la I+D. 
3. Fomentar la colaboración transfronteriza y generar repositorios de datos regionales. 
4. Fortalecer la cooperación regional a nivel de gobernanza e investigación, que podría ayudarse con la creación de institucionalidad multilateral que coordine y financie investigación. 
5. Mejorar la gobernanza y regular la IA y los sectores críticos que puedan ser afectados por esta.     
6. Promover desarrollos basados en características únicas de la región, aprovechando la diversidad de idiomas y uso de energías renovables, por ejemplo. 
7. Promover el desarrollo y uso de IA orientados a desafíos sociales.
8. Establecer marcos regulatorios para proteger los derechos de las personas y vigilar el creciente poder de las corporaciones que desarrollan los sistemas y su preponderancia en el norte global. 
9. Atender las brechas estructurales (como las capacidades y el acceso a la tecnología y recursos financieros) y las causas que las generan y que podrían profundizarse con el avance de la IA. 
10. Trabajar en una institucionalidad que permita la colaboración entre el sector privado, el gobierno y la academia y diseñar esquemas de colaboración.
11. Fortalecer las instituciones y reducir la corrupción y falta de confianza que socavan la confianza ciudadana y que impacta directamente en el desarrollo de los ecosistemas de innovación.