En el marco de la sesión de videoconferencias 'ESG Grandes Tendencias' de Lawit Group, diversos especialistas discutieron temas clave relacionados con estas políticas y el ejercicio de las firmas legales.
En este ciclo, Adriana Morales, de Mijares, Angoitia, Cortés y Fuentes, S.C.; Claudia Rodríguez, de Santamarina y Steta, S.C.; Ana Paula Tellería, de Nader, Hayaux & Goebel, y Cristina Sánchez, hablaron sobre la creciente importancia de la ESG en la profesión legal. Luego Andrés Jara, socio de Alster Legal, habló sobre la inteligencia artificial en la G de ESG; seguido de Paloma Luciáñez, jefa de alianzas y experiencia legal en DiliTrust, quien expuso un análisis crítico sobre la IA, ESG y los desafíos éticos.
Una de las cuatro conferencias fue dictada por Fernando Peláez-Pier, fundador de FPeláez Consulting y CEO de LexLatin, y Jorge Carrillo, jefe para Latinoamérica de LexMundi, quienes hablaron sobre el estado de la transformación digital en las firmas de abogados y su impacto en las políticas de sostenibilidad que —obviamente— repercuten en la gestión de los despachos.
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Ambos especialistas destacaron que a pesar de que actualizarse en el desarrollo y transformación digital —y todo lo que implica la utilización de herramientas tecnológicas, a efecto de que las firmas sean más eficientes y más rentables en la prestación de sus servicios— es fundamental, una encuesta llevada a cabo por LexLatin y Thomson Reuters demostró que apenas 64 % de las firmas cuenta con un plan de inversión en innovación y desarrollo tecnológico, mientras 35 % de ellas aún no lo tiene.
Las razones detrás de la lentitud en la adopción de políticas de innovación tecnológica residen en varios puntos, uno de estos es que la decisión de integrar estas soluciones suele recaer en las asambleas de socios, que suelen tardar un tiempo considerable en aprobar estos movimientos por no considerarlos prioritarios.
"Entonces, la aplicación de una estrategia de innovación y desarrollo digital, con un plan muy claro de ejecución, pasa a depender de un cambio de mentalidad y la visión del negocio a corto plazo. Pero se suele concebir estas inversiones como un gasto y no como una inversión", apunta Peláez-Pier.
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Todo esto, explica el experto, también está relacionado con la necesidad de revisar las fórmulas de compensación dentro de la firma, porque la adopción de nuevas estrategias tecnológicas tiene un impacto en esto. No obstante, las firmas latinoamericanas están conscientes de la importancia de la transformación digital y del uso de tecnologías de automatización, que distinguen entre dos conceptos diferentes e igual de importantes: planeación e implementación.
"Entonces, mi sentir con las firmas en Latinoamérica es que han ido haciendo un mapeo sobre qué es lo que esto puede significar, aunque todavía queda un camino bastante largo por recorrer para llegar a nuevos modelos de negocios basados en las nuevas tecnologías, que de alguna manera son el llamado de los mercados internacionales a la evolución de lo que tiene que ser el mundo de los servicios legales".
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Para llegar al punto idóneo de transformación digital y nueva gerencia, Peláez-Pier dice que vale la pena desglosar un poquito el ciclo de valor de una firma de abogados y entender que comprende varias etapas, que van desde la adquisición de clientes hasta la entrega de los servicios legales, sin olvidar la retroalimentación y la experiencia y fidelización del cliente.
Para él, las firmas de abogados en general han estado siempre en una zona de confort, aunque eso ha cambiado paulatinamente con el uso de las nuevas tecnologías, con lo cual –al hablar de adquisición de clientes– se empezó a hablar de la necesidad de tener una adecuada presencia digital e inteligencia de negocios (análisis de datos y de segmentación de mercado), cuyas labores son facilitadas con la adopción de sistemas de inteligencia artificial que pueden ayudar a analizar grandes conjuntos de datos, para identificar patrones y tendencias en el comportamiento del cliente y en las preferencias de mercado.
Las firmas estarán mejor gestionadas a mayor automatización implementen, mediante herramientas como CRM (Gestión de Relaciones con el Cliente, por sus siglas en inglés), que que, más allá de ser herramientas o softwares, tienen que verse como parte de la cultura organizacional, de la misma manera que deben verse la innovación y la digitalización como parte de esta misma cultura.
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Toda la propuesta de valor de una firma de abogados pasa ahora por la capacidad tecnológica que tenga de atender a sus clientes, desde la etapa inicial de captación hasta el seguimiento de cada caso y su cierre. Tener herramientas de IA para un mejor entendimiento de las necesidades del cliente, y demostrar los diferenciales de cada firma, permitirá también mejorar la fijación de honorarios, el análisis de datos históricos y benchmark.
Asimismo, las propuestas comerciales también permiten hacer análisis predictivos de costos para la prestación de un servicio, optimizar la estructura de precios, hacer flujogramas de la rentabilidad y gestionar los recursos de predicción en tendencias y demanda del mercado.
Una cuarta etapa en este ciclo de valor se basa en la investigación y preparación para atender los proyectos de cada cliente.
“Y ahí vuelve a haber una cantidad de herramientas impresionantes como acceso a bases de datos legales digitalizadas, análisis de documentos, descubrimiento electrónico, generación automática de resúmenes legales, análisis predictivo, modelación de casos legales e identificación de jurisprudencia", refiere.
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