A mayo de 2023, México cuenta con una población de 232,230 personas privadas de la libertad, conform e al Cuaderno Mensual de Información Estadística Penitenciaria Nacional. Como lo señala el Comité Internacional de la Cruz Roja , las personas privadas de la libertad son una población vulnerable por diversos factores: por sus características, el motivo de su detención, la etapa procesal en la que se encuentran, las autoridades a cargo, etc.
En cuanto a los derechos humanos que debe salvaguardarse para esta población, con urgencia debe revisarse el derecho a la salud y las garantías que implica. Este abarca no solo el bienestar físico, sino también el mental y social de las personas.
Este derecho, tal como lo alude la Constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS), busca garantizar que cualquier humano, sin distinción, goce del grado máximo de salud posible.
Una forma de colaborar al desarrollo pleno de este derecho en México es mediante un análisis a lo largo de los años de las estadísticas proporcionadas por el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria, específicamente sobre los incidentes ocurridos en los centros penitenciarios, concretamente los casos de suicidio que se registraron entre 2013 y 2022.
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Es preocupante cómo, después de permanecer en los últimos lugares de los tipos de incidentes más recurrentes, entre 2013 y 2017, a partir de 2018 los suicidios tuvieron un ascenso hasta alcanzar el segundo puesto en 2022, siendo superado únicamente por las riñas que se han mantenido en el primer puesto durante los últimos 10 años.
Este aumento también se refleja en el incremento de suicidios por año. En 2015 se registraron 23 suicidios, la tasa más baja en ese período, mientras que en 2020 se alcanzó la cifra más alta, con 100 casos.
Los factores que las autoridades deberían tener en cuenta para próximas políticas públicas o investigaciones son:
- El mes más recurrente en los primeros puestos con mayor tasa de suicidio es septiembre y el que nunca ha estado en el primer o segundo puesto en los últimos 10 años es mayo.
- Entre las 6:01 a.m. - 12:00 p.m. es el horario en que las personas se suicidan.
- El método más empleado es el “ahorcamiento, estrangulación, asfixia o anoxia”.
- Los objetos más utilizados recurrentemente son pedazos de tela, cuerdas, cordones, lazos, hilos, ropa y cables.
- El lugar de los hechos, predominante, en los últimos 9 años ha sido en los dormitorios; mientras que la categoría de “áreas diversas” (que comprende áreas educativas, médicas, cocinas, comedores, talleres, visita íntima y familiar) es la más repetida en segundo lugar.
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Igualmente, los estados que se han encontrado en los primeros 5 puestos con mayor incidencia suicida son los siguientes:
- Nuevo León, CDMX y EDOMEX.
- Michoacán.
- Sonora.
- Baja California y Chihuahua.
- Oaxaca, San Luis Potosí y Puebla.
- Chiapas, Jalisco, Nayarit, Guanajuato, Colima, Coahuila, Baja California Sur, Querétaro y Tlaxcala.
Con base en lo anterior, se podrían buscar características comunes entre los centros de reclusión de los estados con mayor y menor incidencia de suicidios, para mantener y replicar las prácticas efectivas, así como encontrar áreas de mejora según cada caso.
Asimismo, se podría indagar si existen factores recurrentes para que el horario con mayor incidencia sea contrarrestado. Finalmente, se podrían estudiar si existen posibles acciones que se puedan emplear respecto de los puntos 3 al 5.
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De igual manera, de 2020 a 2022 se ha comenzado a recolectar otro tipo de información, como una buena práctica. Con tan pocos años de continuidad de registro de esta otra data, se puede saber que:
- En la mayoría de casos, se desconoce la causa del suicidio.
- Hay acciones emprendidas después de los suicidios como el reforzamiento de vigilancia o programas de prevención del suicidio; sin embargo, en el informe de 2020 se señaló que "se ha caído en la normalización de la problemática".
- Los factores de conducta de riesgo suicida conocidos son depresión, ansiedad o algún otro trastorno mental y trastorno por abuso o dependencia de sustancias.
- La media de personas que toman medicación en este periodo es de 594.
De continuar con la recolección de esta información y planteamientos a preguntas complementarias, podríamos tener un conocimiento adecuado de las causas del suicidio se determinen acciones efectivas para abordar la reducción de la tasa de suicidio. Esto evitaría la normalización del problema, la indiferencia y el gasto de recursos que no tendrán impactos positivos al paliar la problemática.
Finalmente, para no contribuir a la vulnerabilidad del derecho a la salud de la población privada de la libertad hay que tener en mente las estadísticas generadas alrededor de los años. Estas amplían la visualización que se tiene sobre algún tema, por lo que se pueden generar nuevas preguntas, comparaciones, soluciones e hipótesis que tienen un potencial de dar mejores resultados para las investigaciones y políticas públicas próximas a nacer.
*María Fernanda Canales Herrera es estudiante de Derecho del Tecnológico de Monterrey campus Estado de México. Ha colaborado con el Gobierno de Atizapán de Zaragoza en el área de mejora regulatoria, con Artículo 19 en el área de investigación y con la Notaría 23 del Estado de México en el mes del testamento.
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