El concepto de la hora facturable, conocido en inglés como "billable hour", se remonta al inicio del siglo XX y está vinculado a Reginald Heber Smith. Smith aplicó el "taylorismo" —denominado así por Frederick Winslow Taylor, un ingeniero mecánico estadounidense— para brindar mejores servicios legales a sus clientes que no podían pagar las prácticas opacas de facturación de los abogados particulares.
Antes de 1960, los abogados no usaban la hora facturable y carecían de registros facturables como los actuales. Su origen está ligado a la desregulación, demandas de transparencia de los clientes y a desmitificar el rol del abogado.
Sin embargo, la revisión histórica sugiere que la adopción de esta práctica de facturación se debió más al deseo de aumentar los ingresos. Inicialmente, los abogados empezaron a controlar su tiempo, luego lo utilizaron como medida de su valor en el mercado y, finalmente, aprovecharon el tiempo de los abogados júnior de la misma manera.
Hoy en día, la hora facturable pierde cada vez más fuerza porque se considera obsoleta para medir la calidad del trabajo legal. Produce burnout, por la gestión excesiva del tiempo operativo y tareas técnico-legales, y no aporta un valor agregado al cliente, resultando, a menudo, en facturas elevadas que generan molestias o cuestionamientos.
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Ahora bien, repasemos cuáles retos deberán afrontar los servicios legales en la actualidad y durante los próximos años:
- Modelos Alternativos (ALSP)
Los modelos alternativos de proveedores de servicios legales (ALSP, por sus siglas en inglés), están ganando relevancia en el sector de servicios jurídicos. Estos son operadores jurídicos que han optado por abandonar el enfoque tradicional en la prestación de servicios legales.
Los ALSP se caracterizan por su alineación con objetivos tecnológicos, adaptación a la evolución de la economía digital y su respuesta ante las nuevas necesidades del mercado. Se distinguen por adoptar una metodología más ágil, amigable y cercana, utilizando la tecnología para mejorar su trabajo y la experiencia de sus clientes finales.
Los ALSP se centran en utilizar métodos alternativos de facturación más amigables y predecibles que los utilizados en los servicios tradicionales. En estos modelos, las tarifas fijas juegan un papel fundamental. Además, el uso de la tecnología facilita la gestión de tareas administrativas repetitivas, permitiendo a los abogados enfocarse en tareas técnicas de fondo.
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- Plan de mitigación del burnout
El burnout, o síndrome de desgaste profesional, es una particularidad que acecha a los profesionales del derecho, afectando especialmente a los proveedores de servicios legales en su estructura jerárquica.
No es un secreto para nadie que los asociados soportan una gran responsabilidad sobre sus hombros: facturar horas. Además, a ciertos asociados de categoría sénior se les comienza a exigir que generen negocio, lo que provoca una fatiga importante a corto o mediano plazo, sumada a las demás responsabilidades que ya manejan.
Por la naturaleza de su profesión y su forma de trabajo, los abogados deben sacrificar tiempo para generar ingresos. Sin un plan adecuado, esto puede convertir a los colaboradores en esclavos de su propio trabajo.
Avanzar en la llamada “escalera corporativa” suele implicar más horas de trabajo, menos tiempo de ocio y aumento de responsabilidades.
Sin un control adecuado, es probable que, tarde o temprano, los síntomas del burnout comiencen a manifestarse en los abogados de la firma. Esto puede llevar a que cambien de trabajo en busca de mayor bienestar emocional y un equilibrio entre la vida laboral y personal.
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- Innovación legal
La tendencia de la legaltech abarca un tema bastante amplio, centrado principalmente en la optimización de las labores jurídicas. Esto puede lograrse mediante el uso de herramientas tecnológicas o la mejora de procesos internos existentes. El objetivo es fomentar, implementar y ejecutar una utilización eficaz de los recursos disponibles para generar valor agregado a los clientes.
La importancia de implementar legaltech no radica en copiar o usar la misma tecnología que emplea la competencia, sino en evaluar y analizar cuál es la herramienta más adecuada que podría potenciar significativamente los servicios legales que se brindan actualmente.
Además, no es un secreto que este tipo de tecnología suele ser costosa y a menudo no se ajusta al presupuesto de una firma legal. Antes de invertir grandes cantidades de dinero, se recomienda explorar y analizar las opciones disponibles que puedan satisfacer las necesidades del momento.
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- Retención de talento especializado
Los proveedores de servicios legales basan la mayoría de sus ingresos en las asesorías especializadas que brindan. Por esta razón, los profesionales altamente especializados resultan atractivos ante los ojos de los socios y las gerencias legales.
A pesar de esto, los abogados más jóvenes no solo valoran el aspecto remunerativo que la firma pueda ofrecer. Los beneficios no salariales, también conocidos como salario emocional, entran en juego.
Hay una tendencia creciente de que los asociados migren a asesorías jurídicas de empresa, ya que su especialización y experiencia también atraen a importantes empresas transnacionales o multinacionales.
Además, estas compañías suelen ofrecer salarios competitivos y mayores beneficios, como horarios fijos y un mejor equilibrio entre vida laboral y personal, que muchas veces las firmas legales no pueden igualar.
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- Tiempos de respuesta eficaces
Las principales quejas de los clientes se centran en dos aspectos: la facturación de servicios y los tiempos de respuesta. Este último es un factor crucial que puede determinar la fidelización de un cliente o su migración a la competencia.
Por lo general, los clientes buscan respuestas rápidas y disponibles a cualquier hora. Si un cliente necesita perseguir e insistir al abogado para obtener una respuesta a un correo electrónico o a una solicitud, es probable que tarde o temprano se sienta descuidado, lo que podría ocasionar un reclamo.
Las tareas administrativas repetitivas, como se ha mencionado a lo largo de este artículo, distraen al abogado de lo que realmente importa. Esto provoca demoras en la respuesta técnico-legal hacia los problemas de los clientes.
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Para tomar en cuenta
Las leyes, en su mayoría, no avanzan al mismo ritmo que la evolución de la sociedad y sus aspectos económicos. Sin embargo, los proveedores de servicios legales tienen la importante tarea de evolucionar rápidamente para evitar quedar fuera del mercado.
Aquellos que no adopten la tecnología y los cambios constantes en la industria legal, se verán rezagados en las formas tradicionales de prestar servicios legales. Como efectos secundarios, enfrentarán la pérdida de talento joven, demoras en los tiempos de respuesta, tareas administrativas repetitivas que impiden el progreso y la pérdida de potenciales clientes.
*Andrey Ulate es abogado corporativo con una maestría en Derecho Empresarial y una especialidad en Derecho Notarial y Registral de la Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología (ULACIT). Es exfuncionario del Registro Nacional de la República de Costa Rica y trabajó como abogado en el departamento de Impuestos y Legal de Grant Thornton Costa Rica. Actualmente, se desempeña como especialista legal in-house en la Dirección Legal del INCAE Business School.
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