La marca personal es nuestra esencia y se refiere a aquel elemento que nos identifica dentro del ámbito en el que deseamos proyectarnos. Para los abogados y abogadas esto implica la imagen y la asociación que surgen cuando se menciona su nombre y su práctica.
Después de dominar el proceso de cómo desarrollar nuestra marca personal, debemos enfocarnos en construir los cimientos de una carrera fructífera, alineada con nuestras metas personales y profesionales. En ediciones anteriores hemos explicado este proceso y los canales de difusión más adecuados para cada perfil de abogado.
Sin embargo, hoy nos centraremos en un tema relevante que requiere revisión diaria: la coherencia entre nuestra marca personal y la percepción que generamos en los demás. ¿Cómo logramos esto?
Es fundamental que nuestras acciones, proyectos e incluso perfiles sean coherentes en la práctica, no solo en teoría. La coherencia es imperativa para lograr impacto y obtener resultados tangibles, especialmente cuando se trata de colaborar con otros profesionales en tareas clave.
Ya sea desde una posición de liderazgo o desde un rol de autoridad, lo que se proyecta y lo que se hace deben estar en sinergia. ¿Estamos vendiendo humo u ofreciendo una experiencia transformadora?
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¿Cómo tener coherencia entre lo que proyectamos y quiénes somos?
- Aprender a comunicar
Desde una oratoria clara hasta la defensa de nuestras propuestas de valor. Este paso es crucial, especialmente si una de nuestras metas es fortalecer nuestro liderazgo.
- Capacitación
Es clave para trascender en el tiempo y superar las barreras entre prácticas y estrategias antiguas que fueron efectivas y las nuevas que pueden reforzar o innovar, dependiendo del escenario de cada profesional.
- Empatía y habilidades interpersonales
Como desarrolladores de marcas personales o consultores en este proceso debemos comprender la realidad y los desafíos de cada perfil. Cada uno es único y posee fortalezas, debilidades y oportunidades. No se puede ofrecer una experiencia personalizada si carecemos de habilidades interpersonales fuertes.
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- Apertura y escucha activa
Debemos estar abiertos a nuevos conocimientos y lecciones, independientemente de nuestra experiencia. La escucha activa es crucial para esto. Imagina una 'conversación' donde solo una persona habla o no se permite recibir retroalimentación para su desarrollo.
- Visión
Nuestra visión debe ser la guía en todos nuestros proyectos y estar alineada con nuestra mentalidad. Al igual que el primer paso, es fundamental comunicarla correctamente y en los medios adecuados.
Siempre vale la pena detenerse y analizar cómo somos percibidos, asegurándonos de que lo que prometemos y entregamos esté en consonancia con lo que promocionamos. La contradicción entre ambos puede afectar negativamente a nuestra marca personal y reputación.
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El cierre del año es un momento ideal para revisar todas las estrategias implementadas y para identificar metas en las que debemos enfocarnos en la próxima temporada. Es recomendable abordar estos ejercicios con una mentalidad de crecimiento, que abra espacio a la creatividad, la identificación de nuevas oportunidades y la innovación.
*Natalia Villanueva es socia KP UpWyse para Centroamérica y el Caribe ([email protected]).
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