Cuando se trata de licores, México es un país reconocido por el tequila y el mezcal, principalmente, aunque su extenso territorio y áreas desérticas pueden producir mucho más que estas dos bebidas. Tal es el caso del sotol, un alcohol que destila del maguey Dasylirion wheeleri, endémico de los estados norteños de Chihuahua, Coahuila y Durango y del cual existen cuatro variedades: blanco, joven reposado y extra añejo.
El sotol, o “bebida del desierto”, ha sonado insistentemente en medios internacionales desde que Pernod Ricard, Casa Lumbre y Lenny Kravitz anunciaron el pasado octubre que se habían aliado para producir juntos Nocheluna Sotol, la tercera colaboración entre las compañías licoreras (después de Abasolo Ancestral Corn Whisky y el mezcal Ojo De Tigre). Nocheluna será lanzado al mercado mundial en los próximos meses, empezando por el mercado estadounidense para las bebidas ultrapremium, y lo hará con la primera Autorización de Uso de la Denominación de Origen Sotol, otorgada este mes por el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (Impi).
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Esta denominación, especificó la firma mexicana Basham, Ringe & Correa (que asesoró a los productores en el proceso) en un comunicado, “permitirá a Casa Lumbre y su socio, el cantante y compositor, Lenny Kravitz, posicionar y comercializar la bebida alcohólica sotol bajo la marca Nocheluna, con la cual queda protegida a nivel mundial.” En breve entrevista con LexLatin, Juan Carlos Hernández y Mariana Vargas, socios del área PI de Basham, explicaron lo que esto significa para la empresa.
En palabras de Hernández, esta denominación se traduce en “traer a México y el mundo un producto original y sustentable que exalta nuestra riqueza y diversidad”, con base en una denominación de origen “que quizás actualmente no es tan conocida a nivel mundial como otras, pero que seguramente empezará a ser del gusto de muchísimas personas” y posicionará a ambas empresas como líderes innovadores en el mercado de licores.
El proceso de obtención de esta autorización fue de gran envergadura, pues requirió de buscar el registro de la marca en un importante número de países y acompañar legalmente a Casa Lumbre en la obtención de la autorización para el uso de la denominación de origen dentro de México, donde la obtención de la autorización ante el Impi se alargó por aproximadamente dos meses, más uno adicional ante el órgano regulador local, donde se realizaron procesos de certificación previos, de acuerdo con Vargas.
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Cuestionados sobre cuáles desafíos regulatorios surgieron mientras se trabajaba en este proceso, ambos abogados comentaron que tal vez el mayor reto en denominaciones de origen como sotol es que no existe un órgano regulador específico para este como sí lo hay para el tequila y mezcal.”
Sin embargo, es importante para las empresas y productores participar en estos procesos regulatorios, ya que “el correcto uso de denominaciones de origen tiene el potencial de beneficiar tanto a emprendedores como a quienes viven en las zonas geográficas relevantes”, dijo Vargas. Además, “son también un medio para dar a conocer diversos productos de los cuales los mexicanos nos debemos sentir orgullosos. Contar con procesos regulatorios con denominaciones de origen da certeza respecto de la procedencia de los productos y los procesos y factores naturales y culturales que inciden en su elaboración”, puntualizó Hernández.
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