
Con el Decreto Supremo 4746, el Gobierno de Bolivia, presidido por el socialista Luis Arce, realiza un nuevo intento por industrializar la hoja de coca y plantas medicinales para la producción de fármacos y dentífricos, entre otros productos.
La norma, que fue publicada el 29 de junio en la Gaceta Oficial y se inserta en la política de industrialización con sustitución de importaciones, crea la Empresa Pública Productiva de Industrialización de la Hoja de Coca Boliviana (Kokabol), a cargo del desarrollo de la industria de la química básica de la hoja de coca y dentífrico, así como de la producción, procesamiento, transformación y comercialización y de la investigación y desarrollo de de productos derivados de la hoja de coca y plantas medicinales.
Kokabol nace con un capital de 9 millones de dólares (62,4 millones de pesos al 6 de julio), aportados por el Tesoro Nacional, y tendrá sede en el municipio de Sacaba, departamento de Cochabamba, con la posibilidad de establecer sucursales en otras zonas del país.
(Hilo) Con el DS 4746, creamos la Empresa Pública Productiva de Industrialización de la Hoja de Coca Boliviana #KOKABOL, para desarrollar la industria de la química básica de la hoja de coca, además de producir, procesar, transformar y comercializar productos que deriven de ella. pic.twitter.com/baXCO0cAM5
— Luis Alberto Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) June 29, 2022
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De acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, la planta producirá infusiones y cápsulas nutracéuticas, estimulantes, tubos de pastas, ungüentos, analgésicos y cicatrizantes, crema, jarabes y pastillas para uso terapéutico.
La norma tiene antecedentes en la Ley N° 1407 del año pasado, que establece que hacia 2025 el país contará con una industria medicinal y nutricional de la hoja de coca.
El despacho confía en las propiedades nutricionales y medicinales de más de 1.700 plantas medicinales y 104 plantas endémicas, respectivamente. Cree que los 14 alcaloides que tiene la hoja de coca pueden ser aprovechados en la industria por sus propiedades analgésicas, digestivas y circulatorias, en la reducción del colesterol, ayuda en la digestión, para evitar el mal de altura y la caries, entre otras.
Iniciativas en Bolivia y en la región
En 2006, durante el Gobierno de Evo Morales, Bolivia creó el Viceministerio de la Coca y Desarrollo Integral, hoy adscrito al Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras. Cinco años después -en 2011- fue inaugurada la Empresa Estatal Boliviana de Coca (Ebococa), con la idea de producir alimentos y bebidas a base de la hoja de coca. Aunque llegó a producir panetones, mates y bebidas energizantes, entre otros productos, la compañía hoy está inactiva.
En el país también ha habido iniciativas privadas en relación con la hoja sagrada y originaria, pero no se han cristalizado.
Bolivia considera la hoja de coca como un recurso estratégico y permite el transporte y tenencia para uso personal de una a 15 libras, según lo establecido en el artículo 11 del reglamento de la Ley 906 del Decreto Supremo N° 3318.
Como Kokabol, hay otras iniciativas en la región. Es el caso del Perú que, en 1949, fundó la Empresa Nacional de la Coca (ENACO).
Para Open Society Foundations, las experiencias peruanas y bolivianas indican que la regulación promueve los mercados de coca para usos no-narcóticos.
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En un estudio publicado en 2018 se señaló que formalizar la hoja de coca la vuelve un producto agrícola convencional que contribuye a estabilizar a las comunidades cocaleras y, aunque cree que el desvío de la cosecha de coca al comercio de narcóticos puede persistir, aseguró que los mercados legales de la coca crean una cadena de suministros alternativa que ayuda a prevenir que los cultivadores se involucren en el procesamiento y distribución de narcóticos, en los que la violencia es más frecuente.
El informe fue elaborado para demostrar cómo la industrialización de la hoja de coca podía convertirse en una vía de innovación, desarrollo y pacificación en Colombia, país que destaca por el crecimiento del cultivo del cannabis con fines terapéuticos.
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