Este 16 de abril, la Asociación Interamericana de Propiedad Intelectual (Asipi) cumplió 60 años en medio de un panorama de crecimiento, hasta el punto de empezar a trabajar directamente con universidades latinoamericanas en la difusión de los derechos de propiedad intelectual e industrial y de sostener reuniones con diversos organismos gubernamentales de la región, que han mostrado interés en trabajar más de cerca con Asipi como socio y órgano consultivo.
Esto lo detalló Luiz Henríquez, presidente de la asociación y quien acaba de terminar el primer tramo (por Chile, Ecuador y Perú) de una serie de giras que hará por América Latina, cuyo objetivo es extender puentes y solidificar las relaciones que se han construido con instancias como el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, la International Trademark Association (Inta) y la UNH Franklin Pierce. Hasta ahora, el recuento de los hitos suma la firma de convenios de colaboración con las universidades ESAN de Perú, de los Andes de Chile y Andina Simón Bolívar de Ecuador.
Estas giras son parte del plan de gobierno de Henríquez, centrado en acercar Asipi a los entes públicos latinoamericanos que forman parte del ecosistema de propiedad intelectual. Aunque tradicionalmente la asociación ha tenido relación con las oficinas de marca y patentes de los países de la región, la meta del presidente es “profundizar ese relacionamiento con ellos y llevarlo más allá, como, por ejemplo, a las fiscalías y consejos de la judicatura”, a quienes se les puso a disposición la plataforma de Asipi Academia para hacer capacitaciones.
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"La gira nació para disminuir el desconocimiento que existe en la región en temas de propiedad intelectual y de protección de intangibles, no solo entre la ciudadanía y creadores, sino muchas veces también entre jueces, policías y fiscales".
Esto los llevó a reunirse con el Viceministro de Cultura de Ecuador, cuya cartera está haciendo un censo para todas las personas involucradas en el mundo de la cultura y la creación, para trazar un mapa de quiénes son y así incentivar el crecimiento de la industria cultural local, para que —eventualmente— aumente el aporte de esta área al PIB. El plan es que, en un futuro, Asipi pueda formar a quienes se registren.
El objetivo de Henríquez y sus giras, junto con integrantes de la junta directiva de la organización, es elevar el tema de la propiedad intelectual para posicionarlo dentro de la estrategia política de los Estados. Pero no solo esto, sino también poner a disposición de estos y el público en general diversos estudios de impacto publicados en la biblioteca abierta de Asipi.
La formalización de acuerdos con las universidades regionales también le da a Asipi la oportunidad de encontrar, entre los académicos de estas, nuevos profesores para sus webinars y cursos. Tanto los convenios como los acercamientos a los entes gubernamentales son la concreción de una idea de hace años, que hasta la gestión de Henríquez se pudo ejecutar.
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La siguiente etapa de los viajes incluye a Guatemala, donde serán anfitriones del seminario ¿Coexistencia o Colisión? Desafíos y oportunidades en la era de la Inteligencia Artificial, en junio, y Panamá, donde tendrán un evento en diciembre.
"Este año haremos por lo menos cinco países, quizá haremos otro recorrido el último trimestre y, para la misma fecha de este año, haremos tres más en 2025. Espero que para cuando termine mi periodo hayamos recorrido la mitad de los países que integran Asipi y que el próximo presidente siga con la gira".
¿Qué sigue dentro de Latinoamérica en los planes de Asipi?
En Latinoamérica hay un despertar del emprendimiento desde los pequeños y medianos empresarios, entonces la labor es eliminar los prejuicios que convencen a muchas personas de que la protección de los intangibles es algo que hacen las grandes empresas y transnacionales solamente, cuando en realidad no es así.
Debido a esto, estamos trabajando en la necesidad de aterrizar el tema de la propiedad intelectual e industrial entre la “gente de a pie”, por eso una de las cosas que hicimos fue reunirnos con los Ministerios de Educación de los países que visitamos para plantearles la necesidad de incluir este tema en la currícula educativa, quizás a través de una materia o un curso, algunas horas académicas, en los que se expliquen temas de propiedad intelectual, porque mucha gente no sabe que puede capitalizar sus ideas y obras.
No se trata de crear expertos, pero sí de crear conciencia sobre el hecho de que los ciudadanos deben tener más conocimiento sobre lo que significa la protección de intangibles y lo que se puede hacer con sus creaciones, empresas y marcas.
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LexLatin: Ya que recorrerán varios de los países de América Latina, pero vive en Venezuela, ¿qué adelanta Asipi aquí, aprovechando la ubicación?
Luis Henríquez: Como yo estoy aquí, estamos haciendo las mismas visitas que en los otros países y reuniéndonos con los entes públicos y las universidades. Por ejemplo, fuimos a la Asamblea Nacional, donde participamos en un conversatorio sobre propiedad industrial con la Subcomisión de Innovación y Modernización del Estado.
Esta comisión está trabajando en un proyecto de ley que nos pidieron revisar como agentes de propiedad intelectual. Esto podría subsanar la deuda legislativa y actualizar la normativa actual, que no ha sido revisada desde 1955, sobre todo a la luz de nuestro retiro de la Comunidad Andina, e incluir las indicaciones y denominaciones geográficas, así como otros temas que no están en la ley y sobre la que se han hecho interpretaciones o utilizado tratados internacionales, como el Convenio de París.
No estamos a los niveles de otros países de la región, pero sí pienso que se han dado pasos importantes en una mejoría. Por ejemplo, el Sapi (Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual) ha modernizado sus instalaciones y procesos, también tiene personal técnico especializado, las universidades están abriendo cursos y especializaciones en propiedad intelectual, ahora hay más abogados jóvenes interesados en esta materia y el Gobierno ha hecho énfasis en la necesidad de proteger la propiedad intelectual e industrial como parte de una estrategia macro.
No sé si estoy siendo optimista, pero hay un despertar interesante y una dinamización importante en el ecosistema de la propiedad intelectual nacional.
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Hablando de la región, ¿cómo se compara con Europa o Estados Unidos? ¿Dónde estamos parados?
En comparación con lo que se está haciendo internacionalmente, estamos un poco a la zaga en conjunto, aunque hay algunos países con mejores legislaciones y procedimientos; sin embargo, todos —en mayor o menor medida— sufren de los mismos problemas, como la piratería que, además, nace del crimen organizado, del contrabando y de la escasa vigilancia de las fronteras, lo que requiere del trabajo coordinado de los países.
En materia de patentes, Latinoamérica apenas representa 1 % de las patentes que se presentan globalmente, incluyendo a Brasil que es uno de los que más patentes registra y abarca cerca de 90 % de este 1 % mundial. Entonces hay mucho espacio de crecimiento y yo creo que ahí es donde está el trabajo interesante que se puede dar en la región de cara al futuro.
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Ahí viene la pregunta entonces: ¿Cuál es el papel de Asipi ante esta realidad?
Bueno, Asipi ha mejorado y crecido muchísimo, sobre todo porque ha habido continuidad en los planes a lo largo de todos estos años. Ahora somos más, ofrecemos más, nos hemos ampliado y somos más conocidos, lo que ha hecho más receptivos a los organismos y gobiernos. Este es un buen momento porque en estos 60 años se consolidó institucionalmente.
Entonces, la labor de hoy por hoy es lograr mayor relacionamiento, especialmente con asociaciones hermanas que sean equivalentes a nosotros en otros territorios, también lo es producir bastante contenido y estudios de impacto de gran relevancia, como el que estamos elaborando ahora sobre indicaciones geográficas y denominaciones de origen que, además de ofrecérselos a nuestros miembros o a las instituciones educativas, también pueden ser revisados por los gobiernos, para quienes ya tenemos una mejor plataforma de trabajo y difusión.
A esto se suma la Academia Asipi, que ha aumentado su oferta de cursos, que ha nutrido nuestra biblioteca abierta y que también albergará en un futuro los siguientes estudios de impacto, basados en el impacto económico y social de la piratería y la importancia del sistema de patentes. Estamos creando más insumos de manera que, cuando vayamos a hablar con órganos y agentes de gobierno, les podamos dar material científico que les permita crear normativas modernas o solicitar mayores recursos para las oficinas locales de propiedad intelectual e industrial.
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Esto en su gestión también va un poco por donde iban los planes de Enrique Díaz, quien, en su momento, le dijo a LexLatin que su prioridad era “educar, educar, educar”. Sin querer compararlo, ¿qué más distingue a su gestión de la anterior?
Tomando en cuenta el empeño que la Asociación le pone al tema educativo, que es la base de nuestras labores actuales, el valor agregado que tengo es que fui el presidente de Asipi Academia y conozco de primera mano esta dinámica, lo que suma también al valor agregado que tiene nuestro ente en su capacidad de enseñar a otros en esta área.
Mi tarea es, al margen de que Asipi ya tiene sus procesos institucionalizados y también impulsándome en estos, llevar lo que ya está funcionando bien más lejos aún y continuar, no tanto lo que hizo Enrique, sino lo que ha hecho la Asociación y sus presidentes anteriores, que se han concentrado, cada uno con su toque personal, en darle continuidad a los planes.
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Mi foco es optimizar las relaciones y optimizar lo logrado hasta ahora, hacerlo más tangible con otras instituciones y los gobiernos, por esto se hacen las giras. Subir el nivel que ha logrado la institución y hacerlo alcanzar nuevas fronteras.
También me he enfocado en relacionarme directamente con las organizaciones de la región, porque lo académico (que sigue estando en el tapete) ya está en una posición súper alta, igual que el relacionamiento con otras organizaciones que son equivalentes a nosotros en el mundo entero.
Este relacionamiento con los funcionarios y organismos públicos regionales podría hacerse a través de los delegados, pero, definitivamente, el hecho que vaya el presidente de la Asociación, conjuntamente con los delegados de esos países, por primera vez, es lo que permite que se concreten acuerdos y que dejemos cada país más activado en ese sentido.
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Sé que tiene pocos meses como presidente, y puede que sea algo forzada la pregunta, pero ¿cree que pueda ofrecer un balance de su gestión hasta ahora?
Por ahora, estoy contento con lo que se ha hecho, porque Asipi tiene un equipo muy bueno y capaz con el que hice un plan inicial que hemos ido cumpliendo, así que diría que el balance es positivo, sobre todo en la gira con la que materializamos muchas de nuestras metas.
El trabajo que tenemos ahora por delante es resultado de la gira, por lo que creo que vamos bien encaminados.
A pesar de que tiene 25 años dentro de la asociación y de que ha sido parte de diversos comités y ha cumplido diversos roles dentro de ella, ¿hay algo que ser presidente le haya enseñado en estos meses?
Bueno, al subir escalones aumentan las responsabilidades y la Presidencia requiere de una mayor capacidad de analizar, aprobar y rechazar muchas cosas en cortos periodos de tiempo. Entonces, básicamente, tienes mucha responsabilidad y muchísimas tomas de decisiones en fracciones de segundo, lo que crea una dinámica compleja, porque quienes estamos aquí compartimos nuestro rol en estas asociaciones con el rol profesional, familiar e individual.
También agudiza el sentido político y manejar el hecho de estar constantemente en el spotlight y ser la cara visible de la Asociación para lo bueno y lo malo.
Estando en la Presidencia también aprendes muchísimo de quienes te rodean, de la capacidad profesional de cada uno y también adquieres la capacidad de improvisar decisiones lógicas.
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Finalmente, viene el encuentro en Guatemala y los 60 años de Asipi, ¿qué planes tienen para ambos eventos?
Vamos a hacer algo especial, muy al estilo de Asipi, que creo que lo que la caracteriza es ese sabor latino que tiene, esa calidad de la gente y sentido de una cofradía con ganas de encontrarse, hablar y hacer networking.
Va a ser una combinación de actividades sociales espectaculares con una parte académica muy importante, donde expongamos un poco todo lo que hemos recogido en estos meses y podamos hacer un intercambio mayor con otras organizaciones. También trataremos de que alguno de estos funcionarios que conocimos durante las giras pueda tocar temas de interés para la región.
El encuentro de junio va a ser variado, será sobre inteligencia artificial y propiedad intelectual y en este vamos a tocar distintos temas, que abarcaremos balanceadamente desde lo político y técnico. También hablaremos de marcas, patentes, derechos de autor y otros temas de interés.
Dentro de la celebración de nuestro aniversario queremos que se note cuál es la importancia de la propiedad intelectual, y el evento de La Antigua va a girar un poco en ese eje, pero sumaremos mucho de lo que estamos trabajando con los estudios de impacto, además, planeamos lanzar algunas publicaciones a lo largo del año.
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