El anuncio de la estadounidense Newmont de posponer su decisión de inversión en el proyecto de sulfuros de Yanacocha, considerada la mina de oro más grande de América del Sur, ubicada en el departamento peruano de Cajamarca, ha sorprendido, a pesar de que no es la primera vez que esto ocurre. Esta es la tercera vez que la compañía toma una decisión similar y se cree que esta vez podría ser permanente. En septiembre de 2022 anunció una prórroga hasta el segundo semestre de 2024.
La compañía, en proceso de fusión con la australiana Newcrest Mining, para ganar terreno en el mercado de oro, anunció este 20 de junio que difería su decisión de invertir, por unos dos años, en el citado proyecto para avanzar en su estrategia de optimización de cartera con mejoras en el flujo de caja de al menos 2.000 millones de dólares y una reducción de gastos de capital de 300 millones de dólares.
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“El aplazamiento del proyecto de sulfuros de Yanacocha representa el primer paso para cumplir con este objetivo, mientras evaluamos nuevas oportunidades para reordenar el capital del proyecto y racionalizar la cartera combinada para construir un futuro más rentable y resistente para el negocio”, dijo la compañía en un comunicado al asegurar que Yanacocha es fundamental para su cartera y estrategia a largo plazo.
El proyecto de Yanacocha contempla en una primera fase el desarrollo de los depósitos de sulfuros de Yanacocha Verde y Chaquicocha, por medio de un circuito de procesamiento integrado para producir 45 % oro, 45 % cobre y 10 % plata. Con ello Newmont, que opera la mina desde 1993, aspira extender su vida útil hasta 2040 ante el declive en producción por agotamiento de reservas y por varias décadas cuando concluya la ejecución de las dos próximas fases. Se calcula que la producción de la mina no supera las 250.000 onzas de oro, un monto considerado marginal tomando en cuenta que la inversión en esta es de 2.500 millones de dólares.
Newmont tiene una participación de 100 % en Yanacocha. En 2022 la incrementó hasta 95 % al comprar la parte de Compañía de Minas Buenaventura.
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La decisión de la minera estadounidense generó preocupación en la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, que —en su sitio web— también hizo referencia a la demora en la aprobación de importantes proyectos mineros locales, en particular Chinalco, Antamina e Inmaculada.
La crisis política que vive Perú ha sido mencionada en medios como factor de peso en la decisión de inversión por parte de las empresas mineras, en momentos en que se requieren considerables cantidades de minerales críticos, como cobre y litio, para cambiar la matriz energética.
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