Enfocado en el desarrollo y protección de los intereses marítimos nacionales, México ha aprobado una Ley que define su política nacional marítima, con una adición la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. Esta acción se lleva a cabo en un contexto regulatorio estable, como parte de la transición de facultades de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes a la Secretaría de Marina (SEMAR), un proceso que se inició en 2017.
Como señala Juan José López de Silanes, socio de Basham Ringe y Correa, una vez aprobada la Reforma, la SEMAR contará con las facultades para formular, conducir, evaluar y actualizar la Política Nacional Marítima.
"Esto marca un cambio significativo, ya que la SEMAR se convierte en la autoridad marítima-portuaria, lo que abre nuevas oportunidades de desarrollo en el sector, teniendo en cuenta las necesidades comerciales, sociales y ambientales, como los tratados y acuerdos internacionales”, detalla.
A decir del especialista en M&A y corporativo, “se avecina el surgimiento de un nuevo panorama de oportunidades para la inversión privada en la industria marítima y portuaria, dada la creciente demanda de transporte”.
Esto incluye áreas como la administración y operación de terminales portuarias especializadas, servicios portuarios, obras marítimas, servicios de logística, arrendamiento o financiamiento de embarcaciones, y transporte terrestre para las operaciones portuarias.
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Sin embargo, junto con estas oportunidades vienen desafíos. Ricardo Lan, consejero de Basham Ringe y Correa en materia de transporte y derecho corporativo, menciona que uno de los principales desafíos legales será la implementación de la Ventanilla Única Marítima, acordada en abril de 2019 a través del Convenio de Facilitación de la Organización Marítima Internacional. Aunque México es parte de este convenio, aún no ha implementado la Ventanilla Única Marítima, que debería haber comenzado a operar obligatoriamente desde el 1 de enero de 2024.
Para la SEMAR, esto representa un gran reto, ya que la implementación de la Ventanilla Única Marítima requerirá acuerdos internos con diversas autoridades y posiblemente reformas legislativas.
“Esta ventanilla tiene como objetivo ofrecer un canal exclusivo para la presentación de información y documentación para las operaciones marítimas-portuarias, involucrando a varias entidades gubernamentales y administraciones portuarias. Su implementación es crucial para facilitar el comercio internacional y cumplir con los acuerdos internacionales, considerando a México como uno de los nodos logísticos más importantes de América”, asegura.
La aprobación de esta ley marca un hito en el desarrollo y protección de los intereses marítimos nacionales, abriendo nuevas oportunidades para la inversión privada en la industria marítima y portuaria.
Para conocer sus alcances, Juan José López de Silanes, Ricardo Lan y Diego Miguel Ramiro, este último asociado especializado en Telecomunicaciones y transporte de Basham, Correa y Ringe, abordan los highlights de la normativa y delinean sus oportunidades en los frentes claves.
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¿Qué oportunidades pueden surgir en el mercado legal, laboral, financiero y de formación de personal marítimo como resultado de esta reforma?, ¿cómo pueden las empresas y profesionales del sector aprovechar estas oportunidades?
Diego Miguel Ramiro: Como resultado de esta nueva reforma y la correcta implementación de los tratados y convenios internacionales, la industria marítima portuaria podría detonarse como resultado de los sucesos internacionales que han afectado el transporte y logística del transporte marítimo, por ejemplo, reducción de operaciones del Canal de Panamá y la crisis del Mar Rojo.
En ese sentido, con el desarrollo del Tren Interoceánico, así como el desarrollo de otros puertos en México dicha situación será una oportunidad para distintos sectores de la industria como lo pueden ser:
- Construcción: los cuales serán necesarios para llevar a cabo la construcción de nuevas terminales portuarias, expansiones de terminales y recintos portuarios, así como el mantenimiento de los mismos.
- Financiero: como aumento del transporte de mercancías, la constante actividad de extracción de hidrocarburos en México; así como también los pactos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, las líneas o empresas navieras —mexicanas o extranjeras— requerirán de más embarcaciones, así como la renovación de su flotilla para prestar servicios de transporte de pasajeros a las plataformas, transporte de mercancías, prestar servicios de avituallamiento, etc.
- Obras marítimas: ante el desarrollo de embarcaciones cada vez más grandes, los puertos deben de modificar el calado y mantener el mismo, de acuerdo a las nuevas embarcaciones, a fin de explotar correctamente las mismas. Dentro de dichas obras se requerirán de maquinarias como las dragas, así como el transporte del material que se extraiga a su lugar de depósito.
- Formación: México, a través de la Universidad Naval de la SEMAR continúa liderando la formación de personal marítimo dentro y fuera de México. Sin embargo, ante la complejidad y constante innovación en el sector es conveniente realizar capacitaciones para el correcto uso, mantenimiento y reparación de embarcaciones y los equipos asociados, por lo que centros de formación y capacitación principalmente atendiendo a los nuevos tratados internacionales en materia de seguridad, protección al medio ambiente, así como a los nuevos tipos de embarcaciones serán necesarios para la actividad marítima portuaria.
- Legal: México al no ser considerado como un país de bandera de conveniencia, la introducción temporal de embarcaciones extranjeras a aguas marítimas requiere de procedimientos y permisos específicos para la operación y utilización de dichas embarcaciones. Asimismo, la importación, abanderamiento y matriculación de embarcaciones deberá seguirse de acuerdo a los procedimientos específicos en México, siendo uno de los más complejos derivado de las verificaciones de navegabilidad que se deben realizar a las embarcaciones.
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¿Cuáles son los principales desafíos legales que enfrentarán las autoridades mexicanas para garantizar el cumplimiento de los tratados internacionales en materia de condiciones laborales en el mar?
Juan José López de Silanes: Los principales desafíos legales consisten en la coordinación para llevar a cabo inspecciones navales junto con inspecciones laborales a cargo de la Secretaría de Trabajo a fin de dar cumplimiento a los tratados internacionales en materia de condiciones laborales del mar, así como la verificación de la capacitación o formación requerida, trabajo de menores, jornadas de trabajo máximas, entre otras.
Derivado de lo anterior, es fundamental contar con dicha coordinación a fin de asegurar que la Secretaría de Trabajo pueda imponer medidas preventivas, así como sanciones por el incumplimiento de las condiciones de trabajo.
¿Cómo pueden las empresas navieras mexicanas adaptarse y cumplir con los estándares internacionales en materia de condiciones laborales en un contexto donde operan en aguas internacionales bajo distintas jurisdicciones legales?
Ricardo Lan: Las empresas navieras mexicanas deben, adaptarse no solo en políticas, manuales, o condiciones laborales, sino también en la verificación de las condiciones de las embarcaciones. Deben asegurar el dotar de espacios de esparcimiento y descanso suficientes a los trabajadores de sus embarcaciones, y que sean espacios de calidad de acuerdo a los tratados internacionales.
Lo anterior, implica una inversión para la adecuación física de las embarcaciones a fin de cumplir con las disposiciones relativas al descanso, seguridad, capacitación y salud de los trabajadores.
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¿Qué papel juega la SEMAR en la supervisión y verificación de las condiciones laborales a bordo de embarcaciones extranjeras que operan en aguas mexicanas? ¿Cuáles son los mecanismos legales disponibles para garantizar el cumplimiento de estos estándares?
Diego Miguel Ramiro: La SEMAR principalmente funge como primer contacto de supervisión y verificación de condiciones laborales, así como identificador de embarcaciones con ciertas banderas extranjeras, derivado a que en algunos países suelen ser más laxos en la regulación laboral así como su supervisión, que no cumplen con las condiciones de trabajo.
En ese sentido, será el coordinador de las inspecciones navales en coordinación con las inspecciones laborales conducidas desde la Secretaría de Trabajo, mediante quienes verifiquen el cumplimiento de las condiciones de trabajo, como también exijan su obligatoriedad e impongan sanciones.
En cuanto a la integración de un equipo de verificadores capacitados en la SEMAR, ¿qué acciones legales y administrativas consideran necesarias para asegurar que la autoridad marítima cuente con los recursos suficientes para cumplir con sus responsabilidades de manera efectiva?
Juan José López de Silanes: Legalmente se debe asegurar la reforma del Reglamento Interior de la Secretaría de Marina, a fin de establecer un número determinado mínimo de inspectores navales en cada Capitanía de Puertos los cuales dependen de las necesidades de cada puerto. También será necesaria la creación de una unidad coordinadora especializada dentro de la Secretaría de Marina a fin de coordinar y asegurar su designación, capacitación y formación.
Como acciones administrativas, se debe asegurar que en el presupuesto solicitado y aprobado para la SEMAR se contemple la contratación, capacitación y formación constante de suficientes inspectores navales en cada capitanía de puertos.
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¿Cuál es su evaluación sobre las medidas adoptadas por la Organización Marítima Internacional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por el transporte marítimo internacional? ¿Cómo podría impactar esto en las operaciones marítimas mexicanas?
Ricardo Lan: México si bien ha formado parte y ha ratificado los convenios internacionales tendientes a reducir las emisiones de gases efecto invernadero por el transporte marítimo, no ha tomado acciones suficientes para llegar a dichos objetivos planteados. Derivado de lo anterior y la cercanía con el 2030, primera fecha de referencia para la reducción de emisiones, la SEMAR deberá tomar acciones para fomentar y promover la mejora de embarcaciones a fin de reducir las emisiones o en su caso, la renovación de la flotilla de embarcaciones de líneas navieras mexicanas.
Lo anterior, siendo un impacto económico considerable a la industria toda vez que el costo de una embarcación al ser tan alto, tanto en adquisición, financiamiento o arrendamiento, así como el posterior mantenimiento y operación de las mismas, se deberán generar incentivos o apoyos a fin de lograr dichos objetivos no solo en la reducción de emisiones de gases efecto invernadero generados por embarcaciones, sino también acciones tendientes a la reducción de gases efecto invernadero dentro de los recintos portuarios, por las grúas portuarias, equipo ferroviario, así como autotransporte, entre otros.
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