Hace un mes, la Federal Trade Commission (FTC) de Estados Unidos, aprobó una orden de consentimiento final (con una vigencia de 10 años) para evitar el acuerdo de dirección entrelazada y el intercambio de información anticompetitiva (Final Order to Prevent Interlocking Directorate Arrangement, Anticompetitive Information Exchange) en torno a un contrato suscrito entre la firma de capital privado Quantum Energy Partners y el productor de gas natural EQT Corporation, cuyo valor asciende a 5.200 millones de dólares en efectivo y acciones.
Este decreto de consentimiento es el primer caso, en 40 años, en que la FTC aplica la Sección 8 de la Ley Clayton, que prohíbe la interconexión de direcciones. Es decir, empresas que son competidoras directas compartan directivos.
Este acuerdo de compraventa es relevante en materia antimonopolio porque ambas empresas son competidores en la producción y venta de gas natural en la Cuenca de los Apalaches (cordillera al este de Estados Unidos y Canadá) y le daría a Quantum un asiento en la junta directiva de EQT, lo que viola las leyes de competencia.
La prohibición, explicó la FTC, evitará la formación de una dirección interconectada (cuando un funcionario de una empresa se desempeña simultáneamente como funcionario de una empresa competidora), impedirá el intercambio de información anticompetitiva, deshará una empresa conjunta anticompetitiva e impondrá restricciones y medidas adicionales para proteger la competencia.
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La Oficina de Competencia de la FTC acusó a las empresas de infringir la Sección 8 de la Ley Clayton y el artículo 5 de la Ley de la FTC, entonces, en orden de corregir este escollo, también ordenaron a Quantum vender todas las acciones de EQT en su poder, además les prohibió vender acciones de EQT fuera del mercado abierto a ninguna entidad sin la aprobación previa de la Comisión.
Quantum no puede compartir con EQT ninguna información no pública sobre su posición accionaria, tampoco manifestarle intención alguna de vender o mantener cualquiera de las acciones de EQT, aunque sí puede revelar que ha completado la venta final de todas las acciones de EQT que tenga.
Otras obligaciones imponen la prohibición de que cualquiera de los directivos de Quantum forme parte de la junta directiva de EQT, también obliga a esta empresa a vender sus acciones en EQT.
Asimismo, ninguna de ambas compañías puede celebrar algún acuerdo de no competir entre sí, excepto en relación con y de manera auxiliar a la venta de un negocio, activo o empresa o celebrar acuerdos de adquisición de derechos minerales, exploración o producción en el mercado del gas natural. Una de las órdenes más relevantes fue ordenar la discontinuación de las operaciones y la terminación de su empresa conjunta: The Mineral Company.
La FTC aseguró que esta orden de consentimiento ofrece un alivio estructural innovador, para su subdirector interino de la Oficina de Competencia, Nathan Soderstrom, “tal como se estructuró originalmente, este acuerdo habría dado lugar a una dirección interconectada ilegal, habría facilitado el intercambio de información confidencial y sensible desde el punto de vista competitivo y, de otro modo, habría sofocado la competencia en la Cuenca de los Apalaches”, por eso la orden “proporciona un alivio innovador e integral para proteger la competencia, así como a los millones de estadounidenses que dependen del gas natural de la Cuenca de los Apalaches para calentar y suministrar energía a sus hogares”.
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