El ciclo de conferencias de Chasing Dragons, convocado por Lawit Group, reunió en la Ciudad de México a una serie de voces expertas para exponer los desafíos que traen consigo las crisis climáticas, sociales y sanitarias para las compañías latinoamericanas.
¿Cómo estas enfrentan las crisis? Una de las líneas principales del programa respondía esta pregunta: apoyándose en el uso de los criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG o ESG en inglés), pero también introduciendo tecnologías digitales a su labor, para eficientar sus procedimientos.
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Algunos puntos clave del evento
Dada la bienvenida por los integrantes de Lawit Group, Juan Carlos Luna, cofundador, y Alejandro Luna Barberena, CTO, una de las primeras líneas de discusión cubrió las piezas que conforman la base de la regulación ASG: el Estado de derecho y la mediación de los objetivos.
“El abogado es el que lleva las riendas en transacciones ASG porque se encarga de poner la fuerza adecuada para que el caballo no se descarrile, aquel con el conocimiento global de mediador”, mencionó Gibran Hazar Navarro, socio de litigio estratégico en Chevez, Ruiz, Zamarripa.
Al lado de Hazar expuso Jorge Carrillo, jefe para Latinoamérica de Lexmundi y Adalberto Méndez, socio de ECIJA, quienes opinaron que la vanguardia ASG está en el asesoramiento multidisciplinario y la prevención de riesgos: anteponer la prevención a reaccionar a los eventos es parte esencial de los criterios ASG, si se busca encaminar la actividad corporativa hacia la sostenibilidad, la responsabilidad social y al beneficio humano a gran escala.
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Los especialistas comentaron que estos criterios surgieron como Responsabilidad Social Corporativa en la década de los cincuenta, pero que hoy son aquellos que señalan cómo dirigir la inversión de una empresa cuyo objetivo es mejorar su rendimiento financiero y, al mismo tiempo, procurar el medio ambiente, el impacto social positivo y la transparencia en sus mecanismos de buena gobernanza.
Así, se fomenta la actualización de criterios empresariales entre la competencia y los clientes.
En su ponencia, Álvaro Ruiz, jefe estratégico de Verte Energy, mencionó que algunos de los objetivos ambientales son el uso de biocombustibles en el sector del transporte y la descarbonización de las emisiones y los procesos productivos. A su decir, modificar criterios sociales equivaldría a introducir políticas que promuevan la inclusión, la dignidad y la salud, y, sobre la gobernanza, es importante mejorar la calidad de los procesos de gestión del gobierno corporativo y adoptar taxonomías de la sustentabilidad.
En estos temas, de acuerdo con Mariuz Calvet, jefa de financiamientos sustentables para HSBC México, el sector de la banca es fundamiental, pues: “Los bancos fungen como agentes de transición en el proceso de ejecutar los principios ASG”, mencionó.
¿Qué consideran los inversionistas? Manuel Rodríguez Arregui, socio y director general de Ainda, Energía & Infraestructura y Luisa Montes, CSO de Central de Corretajes, conversaron sobre los reportes en los que inversionistas consideran la sustentabilidad en el riesgo y retorno de la inversión, además analizan bajo necesidad sus estándares productivos con la finalidad de innovarlos para luego desarrollarse en el mercado competitivo. “O te actualizas, o te vas”.
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Operar acompañado de la tecnología posibilita el avance para las estrategias financieras, aunque existen factores negativos como el acceso limitado a la tecnología, el riesgo para la ciberseguridad y resguardo de datos y el desplazamiento laboral. Sobre este punto, Liliana Ospino, directora de soluciones digitales en Dilitrust, refirió que evitar desplazamientos laborales conlleva poner en marcha estrategias para capacitar al talento humano en el uso de herramientas digitales, lo cual deriva de criterios sociales y de gobernanza.
Ospino declaró también que el respaldo y medición de datos es esencial para la gestión empresarial, ya que una compañía debe ser capaz de medir el impacto de sus transacciones y estrategias ASG.
Cabe agregar que el equipo jurídico toma la responsabilidad de determinar los datos que se hacen públicos y que conforman la reputación que una compañía presenta ante sus inversores.
“¿Qué es lo que hace a una inversión de alto impacto? Que posea rentabilidad y se mida un impacto social o ambiental mayor al económico”, aseguró Ana Laura Fernández, presidenta de la Alianza por la Inversión de Impacto México (AIIMX).
Fernández recordó, a propósito de inversiones ASG de alto impacto, el caso Kavak, el primer unicornio mexicano en 2020.
Para dar cuenta de la presencia de transacciones ASG en México, José-Oriol Bosch Par, director general de Bolsa Mexicana de Valores, recomendó la herramienta diseñada por su institución para medir el desempeño de las acciones que cumplen con criterios de sustentabilidad, el Índice ESG de la BMW.
Para cerrar el ciclo de conferencias, Alejandro y Juan Carlos Luna retomaron la importancia de los criterios ambientales y sociales y recalcaron que dichos principios no existirían sin la última letra que les acompaña en el acrónimo, pues, después de todo, dijo Alejandro Luna, gobernanza será el criterio por el que nos obligaremos a preguntar cuando llegue el momento: “Bueno, alcanzamos las emisiones cero, ¿ahora qué sigue?”.
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