La eficiencia operativa en la prestación de servicios fiduciarios se erige como un pilar fundamental en un entorno empresarial cada vez más dinámico y sujeto a cambios regulatorios. En este contexto, Estefanía Alemán, recién nombrada socia de Icaza, González - Ruiz & Alemán, comparte su perspectiva sobre la trascendencia de este aspecto clave en la gestión fiduciaria.
Según Alemán, "la eficiencia operativa es la columna vertebral de la capacidad de adaptación de una firma fiduciaria. En un mundo impulsado por la tecnología, la consolidación de sistemas integrales es esencial para optimizar nuestras operaciones y mantener un control administrativo robusto".
La visión de la abogada destaca la necesidad de sistemas tecnológicos avanzados para mejorar la agilidad y la capacidad de respuesta ante cambios en el entorno empresarial.
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De acuerdo con Alemán, la eficiencia operativa no solo implica rapidez y precisión, sino también adaptabilidad. En esa línea, destaca la importancia de la tecnología como un instrumento clave para mantenerse a la vanguardia en la gestión fiduciaria.
"A través de sistemas tecnológicos avanzados, podemos ajustar dinámicamente las fechas de transferencias en fideicomisos, anticipándonos a cambios en el mercado o en la normativa. Esta agilidad proporciona una ventaja competitiva y garantiza el cumplimiento eficaz de nuestras obligaciones fiduciarias. Todo ello genera un entorno de transparencia y confiabilidad que es esencial en servicios fiduciarios", afirma.
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Tendencias emergentes y eficiencia operativa
En su experiencia como gerente general de Icaza Trust durante 12 años, Estefanía Alemán no pierde de vista el proceso de optimización continua que requiere la gestión de servicios fiduciarios. Para ello -subraya- es vital tener la práctica de adaptarse a un entorno en constante evolución.
Alemán destaca el contexto de innovación en los negocios que conlleva la implementación de la Ley de Asociaciones Público-Privadas, regulación que ha generado la necesidad de fiduciarios para administrar fondos de proyectos.
"(Este marco) representa un nuevo capítulo para Panamá, donde proyectos de infraestructura, antes fuera del alcance de los fideicomisos, ahora demandan transparencia y precisión, marcando un cambio hacia prácticas más avanzadas", señala.
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La especialista también identifica la prevención del blanqueo de capitales y la transparencia en el ámbito fiduciario como otras de las tendencias que requieren especial atención. El impulso normativo que generan iniciativas como el Corporate Transparency Act, que entrará en vigencia en Estados Unidos en enero de 2024, es uno de los marcos más relevantes en la actualidad.
"A nivel internacional, las tendencias apuntan hacia una mayor supervisión y registro de fideicomisos. Esta presión también se siente en Panamá, donde se busca adaptar la regulación a estándares más rigurosos".
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En este contexto y, a medida que se profundiza en la estrategia, destaca la importancia de la educación, tanto del cliente como de otros actores del ecosistema fiduciario.
"Nosotros decimos que el conocimiento se resume en el conocimiento del cliente y la estructura, junto con un constante monitoreo de la estructura fiduciaria", detalla.
Aquí el énfasis recae en una educación integral, abarcando no solo la operación de la fiduciaria, sino también la conciencia del cliente sobre la transparencia y los procedimientos.
"Nosotros somos una fiduciaria boutique, nos encargamos verdaderamente de conocer al cliente, no solo a través de formularios, sino comprendiendo su servicio fiduciario y la estructura detrás de él", concluye.
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