Una trayectoria de más de 20 años precede la llegada de Paloma Gómez a Dentons Cardenas & Cardenas, firma en la que se desempeñará como socia y directora de Desarrollo de Negocio para Latinoamérica y el Caribe. Desde su nueva posición, responde nuestro cuestionario LexLatin.
–¿Por qué decidió hacerse abogada?
–En realidad, fue algo que decidí con 6 años de edad, aunque no hay abogados en mi familia. Y nunca cambié de opinión. Siempre me fascinaron las leyes, la argumentación, la justicia y la lógica. Lo que no imaginé es que me dedicaría más a la negociación de contratos que a la defensa en juicio, aunque no puedo decir que una cosa me guste más que otra.
–¿Puede indicarnos una meta a mediano plazo?
–Mi prioridad a corto y mediano plazo es continuar desarrollando y consolidar la fortaleza de Dentons en la región de América Latina y el Caribe.
–¿Puede decirnos a quién admira como mentor (o un abogado que admire) y por qué?
–He tenido varios, extraordinarios, y a ellos les debo mucho de lo que sé. A Rodrigo Uría lo admiraré siempre por su visión, ética y calidad humana. Él me apadrinó formalmente cuando me incorporé al Colegio de Abogados de Madrid. Hasta el día de hoy echo en falta poder hablar con él de los cambios que hay en la profesión y en el mundo.
–¿Puede indicarnos una película o libro que recomendaría a los estudiantes de Derecho?
–Nunca me dediqué al derecho penal pero De los delitos y de las penas, de Cesare Beccaria, me marcó. Es de 1764 pero su lectura es recomendable hasta el día de hoy.
–Si no fuese abogada, ¿cuál profesión hubiese escogido? ¿Por qué?
-Pues no sabría decirle porque nunca tuve un plan B. Tal vez algo relacionado con la comunicación y con los idiomas, como la traducción/interpretación. Una de las cosas más gratificantes de mi profesión es poder sintonizar los intereses de partes distintas, lo cual requiere de una enorme dosis de comprensión y comunicación.
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