Mario Reggiardo es el nuevo socio y líder del área de resolución de conflictos en Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados. Con una trayectoria de dos décadas, el especialista se unió al bufete con el propósito de consolidar la práctica de arbitraje comercial, y la firma confía en su experticia para lograrlo.
Hoy comparte todas sus respuestas a nuestro Cuestionario LexLatin.
¿Por qué decidió hacerse abogado?
Tengo facilidad para la comunicación oral y escrita, lo cual es importante cuando uno es abogado litigante. Además, me gusta defender posiciones, plantear argumentos y me parecía emocionante lo que veía en las películas sobre los juicios. Por eso, seguro, el test vocacional en el último año del colegio arrojó que debía ser abogado, comunicador o escritor. Cuando ingresé a la Facultad de Derecho y luego empecé a practicar, confirmé que había tomado la decisión correcta.
¿Puede indicarnos una meta a mediano plazo?
Consolidar a Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados como uno de los principales estudios peruanos en arbitraje comercial. También fortalecerlo como una alternativa en el mercado local peruano para la protección de las inversiones a través del arbitraje.
¿Puede decirnos a quién admira como mentor (o un abogado que admire) y por qué?
En el arbitraje internacional admiro a Gary Born. Él no solo es un excelente abogado especialista en arbitraje, sin duda uno de los principales en el mundo, sino que además tiene una gran actividad académica, lo cual es difícil cuando uno se dedica a arbitrajes complejos. Destaca en dos ámbitos que valoro mucho: el profesional y el académico. Además, es una excelente persona.
¿Puede indicarnos una película o libro que recomendaría a los estudiantes de Derecho?
Como libro, El Proceso, de Franz Kafka. El desconcierto y frustración que genera el libro puede reproducirse muchas veces cuando uno litiga en el Poder Judicial peruano. También Matar a un risueñor, de Harper Lee. Atticus Finch, el personaje principal, es un abogado de ficción que no deja de ser inspirador. Y el alegato que da Gregory Peck (Atticus Finch en la película de 1962), es emocionante. Además, en este libro el abogado es una herramienta para promover la tolerancia.
Si no fuese abogado, ¿cuál profesión hubiese escogido? ¿Por qué?
Hubiese sido economista. La economía es una herramienta imprescindible para entender el funcionamiento de las personas y las instituciones en la vida real. Por eso también hice mi maestría en Análisis Económico del Derecho. Por otro lado, me gustan mucho la literatura y la música. También hubiese sido feliz dedicándome solo a escribir novelas o hacer música.
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