Luis Gerardo Ramírez Villela ha sido nombrado socio júnior de Müggenburg, Gorches y Peñalosa (MGPS). Afirma que no le habría importado ser presidente de México y que le hubiera gustado estudiar Economía, aunque ama ser abogado.
¿Por qué decidió hacerse abogado?
Decidí ser abogado en gran parte por mi hermana, la admiro mucho y siempre he seguido sus pasos. Sin duda, mi otra fuente de inspiración fueron las películas que veía de niño. Creo que es algo que se lleva en la sangre y que uno mismo sabe que es lo que debe estudiar.
¿Puede indicarnos una meta a mediano plazo?
Quiero crecer con mi firma, generar más clientes y revolucionar el mercado con nuevas alternativas de trabajo. Quiero hacerlo regresando a la época anterior, en la que éramos amigos de nuestros clientes, que sin duda es lo más importante para nosotros, y adoptando las medidas necesarias en esta nueva era tecnológica.
¿Puede decirnos a quién admira como mentor (o un abogado que admire) y por qué?
Sin lugar a dudas a quien admiro más es a mi hermana, es mi ejemplo, una gran abogada y mi segunda madre.
No puedo dejar tampoco de admirar y considerar mentores a las personas que me han enseñado en mi carrera profesional: Gustavo Santillana, Antonio Franck, Manuel Galicia, Rafael Robles, Christian Lippert, Alejandro de la Borbolla; y mis ahora socios, Esteban Gorches, Jean Yves Peñalosa y Pablo Gómez; así como mis colegas en el extranjero, Denise Grant y Michael McGuinness.
Todos ellos han creado y aconsejado al profesional que soy hoy en día, sin mencionar algunas otras personas.
¿Puede indicarnos una película o libro que recomendaría a los estudiantes de Derecho?
Es muy complicado pero me parece que 12 hombres en pugna y El abogado del diablo, como películas, y Suits, como serie, son muy importantes y recomendables.
Respecto de los libros, hay demasiados importantes pero, sin duda, uno obligatorio es Teoría general de las obligaciones, de Manuel Borja Soriano.
Si no fuese abogado, ¿cuál profesión hubiese escogido? ¿Por qué?
Economista, porque es una profesión interesante, soy bueno en finanzas y me hubiera gustado ser presidente de México. Aunque debo reconocer que amo ser abogado y no lo cambio por nada.
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