Fecha de publicación: 07/04/2016
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Rolando Santos
Rolando Santos fue designado socio director de la oficina Littler México, un nombramiento que, explica, “obedece a una reorganización de la firma en el país azteca, con el objeto de proyectarla globalmente y crecer en número de oficinas, cuando sea el momento”. Anteriormente, fue socio de la firma Natividad Abogados, S.C., del 2008 al 2015.
¿Qué le llevó a escoger el camino de la abogacía?
Siempre me ha gustado defender a otros, de abusos que sufren de los demás. Desde niño, en la primaria, defendía a mis compañeros de clase de los más grandes; por tener buen nivel académico y ser un buen deportista me respetaban, y así se mantuvo posteriormente en la secundaria y preparatoria. Además, tengo parientes cercanos que se dedicaban a la abogacía, por lo que sentí el deseo de estudiar esta carrera.
Indique una meta a mediano plazo
Consolidar a Littler como una de las 5 mejores firmas de abogados especialistas en materia laboral de México.
¿Tiene un mentorazgo que le haya ayudado en su carrera o un abogado al que admire? ¿Por qué?
Tengo cinco: Tomás Natividad, Rafael Becerril, Homero Wong, Julio Flores Luna y Luis Díaz Mirón, todos excelentes abogados, con grandes conocimientos del derecho laboral. Del primero rescato su gran tenacidad en obtener resultados satisfactorios en los asuntos que le eran encomendados; del segundo, su fortaleza para enfrentar adversidades en los conflictos; del tercero, su carisma y sentido práctico; del cuarto, su habilidad para el litigio, y del quinto, su amor por el derecho del trabajo. Todos ellos grandes líderes.
Indique un libro o película que recomendaría para estudiantes de derecho
Matar un ruiseñor, como película en blanco y negro; y a color, Cuestión de Honor, con Tom Cruise y Jack Nicholson. De libros, Introducción al Estudio del Derecho, de Eduardo García Máynez, y cualquiera que hable exclusivamente de la prueba testimonial.
¿Qué sería si no fuera abogado?
Historiador o médico.
Rolando Santos fue designado socio director de la oficina Littler México, un nombramiento que, explica, “obedece a una reorganización de la firma en el país azteca, con el objeto de proyectarla globalmente y crecer en número de oficinas, cuando sea el momento”. Anteriormente, fue socio de la firma Natividad Abogados, S.C., del 2008 al 2015.
¿Qué le llevó a escoger el camino de la abogacía?
Siempre me ha gustado defender a otros, de abusos que sufren de los demás. Desde niño, en la primaria, defendía a mis compañeros de clase de los más grandes; por tener buen nivel académico y ser un buen deportista me respetaban, y así se mantuvo posteriormente en la secundaria y preparatoria. Además, tengo parientes cercanos que se dedicaban a la abogacía, por lo que sentí el deseo de estudiar esta carrera.
Indique una meta a mediano plazo
Consolidar a Littler como una de las 5 mejores firmas de abogados especialistas en materia laboral de México.
¿Tiene un mentorazgo que le haya ayudado en su carrera o un abogado al que admire? ¿Por qué?
Tengo cinco: Tomás Natividad, Rafael Becerril, Homero Wong, Julio Flores Luna y Luis Díaz Mirón, todos excelentes abogados, con grandes conocimientos del derecho laboral. Del primero rescato su gran tenacidad en obtener resultados satisfactorios en los asuntos que le eran encomendados; del segundo, su fortaleza para enfrentar adversidades en los conflictos; del tercero, su carisma y sentido práctico; del cuarto, su habilidad para el litigio, y del quinto, su amor por el derecho del trabajo. Todos ellos grandes líderes.
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Matar un ruiseñor, como película en blanco y negro; y a color, Cuestión de Honor, con Tom Cruise y Jack Nicholson. De libros, Introducción al Estudio del Derecho, de Eduardo García Máynez, y cualquiera que hable exclusivamente de la prueba testimonial.
¿Qué sería si no fuera abogado?
Historiador o médico.
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