Mario Fontes es el nuevo socio de Bryan Cave en el área de transacciones. La firma confía que su práctica es estratégica para la oficina de Miami así como también para el trabajo internacional en América Latina.
Desde su recién adquirida responsabilidad, aceptó responder nuestro Cuestionario LexLatin.
–¿Por qué decidió convertirse en abogado?
–Pensé que era un campo en el que podía ayudar a otros a resolver problemas, además de usar el intelecto y trabajar entre personas éticas y confiables.
–¿Podría hablarnos sobre un objetivo a corto plazo?
–Manejar transacciones transfronterizas sofisticadas, para ayudar a construir un sólido departamento corporativo en la oficina de Miami de Bryan Cave.
–Como abogado experimentado, ¿cuál es su consejo para los aspirantes a abogados?
–Esfuércese por convertirse en el mejor abogado que pueda, con mayor capacidad técnica en su campo de especialización. Recuerde que los clientes están interesados en soluciones a los problemas identificados por su abogado, y no solo en la capacidad del abogado para identificar problemas.
–¿Cuáles son los atributos personales más importantes que un abogado debe poseer para tener éxito?
–El éxito es un término relativo entre los abogados. Para mí, es lealtad y trabajo de acuerdo con el interés de un cliente, capacidad para resolver problemas y fortaleza de carácter para ejercer su juicio independiente con respecto a los consejos que ofrece, a pesar de las presiones para complacer a un cliente.
–Si no fuera abogado, ¿qué profesión elegiría?
–Economía. Siempre pueden racionalizar sus predicciones erróneas después del hecho.
–¿Una película o un libro que le gustaría recomendar a los estudiantes de Derecho?
–Guerra y paz, porque van a leer mucho sobre la vida diaria. En serio, que lean libros escritos por todos los filósofos clásicos y los grandes pensadores de nuestro tiempo. Las habilidades más importantes de un abogado son su capacidad para aprender a procesar información, pensar y expresarse verbalmente y por escrito. Para los brasileños, también les recomiendo que lean a Os Donos do Poder, por Raymundo Faoro.
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