La Joyería Mosso, establecida en Chile desde hace 25 años, logró un fallo a su favor en materia marcaria, asesorada por Silva & Cía.
Destaca el bufete, en información suministrada a Lex Latin, que el nombre distintivo Mosso había sido solicitado por una persona natural ante el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI), para inscribir una marca bajo su mismo nombre en la clase 30 que incluye café, té, cacao, azúcar, arroz, harinas y preparaciones hechas de cereales, entre otras.
La joyería se percata de la situación al momento de solicitar el registro de su marca en las 45 categorías disponibles, ante el INAPI. Mosso había diseñado un plan de expansión a otras áreas de negocios bajo el paraguas de su exitosa marca.
La petición de esta persona natural ante el órgano de propiedad industrial chileno pretendía hacer uso del distintivo “Mosso”, para comercializar chocolates, sin ninguna modificación del logo.
Sin embargo, la joyería Mosso no se encontraría sola en la demanda. La reconocida firma de chocolates Bozzo Hnos. y Cia., aludida también por la similitud fonética en su caso, elevaría una demanda. Ambas compañías apelaron ante el Tribunal de Propiedad Industrial, cuyas sentencias acaban de ser dictadas.
“Las semejanzas gráficas y fonéticas con la marca registrada por nuestro cliente eran indiscutibles y se presume que el tercero se beneficiaría del posicionamiento construido por joyerías Mosso, pudiendo inducir a errores y confusión en el consumidor”, expresó Juan Pablo Silva, socio de Silva & Cia.
Pero la apelación de Bozzo llevada a cabo por el escritorio Sargent & Krahn, no corrió con igual suerte, no fue aceptada por el Tribunal, toda vez que consideró que las primeras letras de ambas marcas distinguen a una de otra, y para el consumidor es una diferencia sustantiva.
El abogado Eduardo Lobos, quien representó a Bozzo, estima que la prueba presentada no fue ponderada de manera adecuada, pese a que da cuenta del uso real, efectivo y profuso de Bozzo específicamente para amparar chocolates, que era el ámbito de protección que se pretendía proteger.
Asesores de Mosso:
Abogado In-house: Alex Avsolomovic.
Silva & Cía.: Socios Juan Pablo Silva y Ricardo Montero.
Asesores de Bozzo:
Sargent & Krahn: Asociado sénior Eduardo Lobos.
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