Erika Olguín Valencia ha dedicado quince años de su carrera profesional a González Calvillo, S.C., y luego de un sólido desempeño en las áreas corporativa, inmobiliaria y de fusiones y adquisiciones, ha sido nombrada consejera de la firma.
A propósito de su promoción, aceptó gustosamente responder nuestro "Cuestionario LexLatin".
¿Por qué decidió hacerse abogada?
En principio por mi papá que me empujó hacia esta carrera, yo no estaba muy decidida. La carrera no me gustó en un inicio, pero ya en tercer semestre que empecé a trabajar y combiné estudios con trabajo, me fascinó, simplemente porque por fin pude combinar teoría y práctica, y todo ya cobraba sentido.
¿Puede indicarnos una meta a mediano plazo?
Continuar aprendiendo, creciendo y desarrollando mi práctica profesional. También, quiero seguir y mejorar el liderazgo del comité de abogadas de la firma y lograr que las abogadas más jóvenes tengan más oportunidad y confianza para crecer, y para que pidan y logren lo que quieren.
¿Puede decirnos a quién admira como mentor (o un abogado que admire) y por qué?
No es solo una persona. Admiro a muchos abogados de esta y otras firmas que han logrado alcanzar una práctica exitosa y competitiva. En particular, admiro a varias socias de despachos y directoras jurídicas de empresas que han logrado sobrepasar las barreras de inequidad de género y llegar a puestos que son dignos de admirar.
¿Puede indicarnos una película o libro que recomendaría a los estudiantes de Derecho?
Libro: Kane and Abel, de Jeffrey Archer.
Película: Primal Fear.
Si no fuese abogada, ¿cuál profesión hubiese escogido? ¿Por qué?
Definitivamente algo que ver con publicidad. Siempre me llamó la atención la imaginación que hay que tener para hacer anuncios y espacios publicitarios buenos y que la gente se acuerde toda la vida. Me hubiera encantado participar en proyectos así.
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