El 28 enero de celebra el Día Internacional de la Protección de Datos y está marcado por iniciativas en todo el mundo destinadas a concienciar sobre la importancia de la protección de datos y derechos personales para el ejercicio de la ciudadanía plena. Las normas de la privacidad y la protección de datos personales ya están presentes en todos los continentes, impactando en mayor o menor medida la vida cotidiana de los ciudadanos y las organizaciones.
En los últimos años, varios países de América Latina han introducido o actualizado sus leyes de protección de datos para alinearse con los estándares internacionales. Algunos de los principales avances incluyen la Ley General de Protección de Datos (LGPD) de Brasil, la Ley de Protección de Datos de Argentina (en revisión), la Ley de Protección de Datos de Chile, el Estatuto de Protección de Datos de Colombia, la Ley de Protección de Datos de México y la Ley de Protección de Datos Personales de Perú.
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En este escenario, la circulación de datos personales a través de las fronteras puede generar la aplicación de varios estándares al mismo tiempo. Cumplir con los requisitos locales es ahora un gran reto para las organizaciones y países, y, por otro lado, es posible identificar entre las naciones una convergencia de principios y conceptos.
En Brasil tenemos importantes avances que celebrar. La LGPD, editada en 2018 y vigente desde septiembre de 2020, ha seguido un buen camino inspirándose en el Reglamento Europeo para la Protección de Datos Personales, una importante referencia normativa en la materia. Además, tenemos la Autoridad Nacional de Protección de Datos Personales (ANPD), órgano de la administración pública federal encargado de velar por la protección de datos personales y regular, implementar y monitorear el cumplimiento de la LGPD en el país.
En los últimos años, de manera coherente y organizada, la ANPD ha cumplido con la agenda regulatoria propuesta. De manera bastante positiva, la entidad siempre está tratando de escuchar a los diversos segmentos de la sociedad, a través de consultas públicas que hacen más ágil y eficiente la aplicación de las normas, así como avanzar en la construcción de una cultura de privacidad y protección de datos.
Además de estos avances, con la publicación de la Reforma Constitucional 115, la protección de datos personales se convirtió en 2022 en parte de la Constitución Federal brasileña como uno de los derechos y garantías fundamentales de los ciudadanos, así como el derecho a la vida, a la libertad, la seguridad, la propiedad y la inviolabilidad de la intimidad, la vida privada, el honor y la imagen de las personas.
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Esta reforma también estableció la competencia exclusiva de la unión para legislar sobre la protección y tratamiento de datos personales, así como su organización y supervisión. La norma brinda seguridad jurídica a los ciudadanos y empresas, ya que se concentra en un único punto de la competencia legislativa. De esta forma, los Estados y los municipios no podrán legislar sobre la materia.
En octubre de 2022 se promulgó la Ley N° 14.460, que transformó definitivamente la ANPD en una autarquía de carácter particular, además del mantenimiento de su estructura organizativa y competencias. Con este diseño, la Autoridad preserva su autonomía técnica y decisoria en relación con la administración pública directa y, al igual que los demás municipios, tiene gestión administrativa y finanzas descentralizadas. Con la promulgación de la ley, Brasil dio un paso más hacia el reconocimiento de la Unión Europea como región adecuada en materia de protección de datos personales.
Sin perjuicio del derecho a la intimidad y protección de datos, los datos personales están protegidos por la constitución brasileña, aunque Brasil aún enfrenta obstáculos para la protección efectiva de estos derechos. La cultura de la privacidad y protección de datos personales (que aún está en construcción), la falta de aplicación de las leyes existentes, la falta de conciencia de la ciudadanía sobre estos derechos y la falla en la adopción de programas de gobernanza de datos en la mayoría de las organizaciones públicas y privadas son algunos de los principales desafíos que enfrenta Brasil para garantizar el respeto al derecho a la intimidad y a la protección de los datos personales.
*Por Laércio Sousa, socio del área de derecho digital y protección de datos de Velloza Advogados
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