Juan Carlos Arbeláez Mesa responde el Cuestionario LexLatin

Juan Carlos Arbeláez Mesa, socio de impuestos y servicios legales de Crowe Horwath en Colombia, responde al cuestionario LexLatin. Nombrado socio en mayo de este año, Arbeláez se inició como acting partner de la práctica en julio de 2017, luego de una importante trayectoria en la firma por más de 10 años de carrera. 

–¿Por qué decidió hacerse abogado?

–La determinación de ser abogado surge de un análisis sobre los asuntos que me llamaban la atención en el momento de decidir mi futuro profesional. Aquellos asuntos hoy en día me apasionan. El hecho de ayudar a las personas a solucionar o prevenir conflictos, trabajar para que -por medio de la generación de riqueza de nuestros clientes- se establezcan nuevos empleos y oportunidades de mercado, al igual que la idea de establecer relaciones justas. Todo eso me llevó a convertirme en abogado.

–¿Puede indicarnos una meta a mediano plazo?

–Lograr posicionar la práctica legal de Crowe Horwath como una de las más reconocidas por su rectitud y acierto a la hora de asesorar a nuestros clientes, priorizando siempre el prestar un servicio impecable, que sea beneficioso para todas las partes relacionadas con cada uno de nuestros clientes y con nuestra firma.

–Como abogado con varios años de experiencia, ¿qué consejo le daría a las nuevas generaciones?

–En estos momentos que la profesión se ha visto tan cuestionada, el mejor consejo es actuar con convicción, pasión y sobre todo con ética y rectitud. Seguro que hay profesionales en todos los sectores que son cuestionados. Sin embargo, la abogacía -por su impacto social y la responsabilidad que conlleva- tiene un impacto adicional. Requiere el convencimiento pleno de actuar bajo la ley, la ética y la moral que permitan velar por la justicia, dentro de la equidad para inspirar y actuar con rectitud.

–¿Podría mencionar un mentor o mentora que lo haya ayudado a avanzar en su carrera profesional? 

–Siempre he estado rodeado de líderes inspiradores. Nuestro CEO, Jorge Castelblanco, como líder de la firma en Colombia, ha contribuido en gran medida a mi formación. En aspectos más académicos tuve la fortuna de tener a grandes profesores. Quizás el que más admiración me genera es el profesor Jorge Oviedo Albán, a quien estoy sumamente agradecido por sus enseñanzas en la Universidad de La Sabana.

–Si no fuese abogado, ¿qué profesión hubiese escogido? ¿Por qué?

–No se me ocurre qué profesión habría elegido de no haber conocido el Derecho. En algún momento inicié estudios en otra disciplina, pero me di cuenta de que no me hacía feliz estudiar algo que no me inspiraba y que no me generaba curiosidad y pasión.

–¿Puede indicarnos una película o libro que recomendaría a los estudiantes de Derecho? 

–El mercader de Venecia, de William Shakespeare. Es quizás una de las obras que más me recuerda la necesidad de ser innovadores y recursivos en el ejercicio del Derecho.