Diego Embón ahora es socio y líder de la práctica tributaria en Zang, Bergel & Viñes Abogados, responsabilidad que le fue dada completando, a decir de la firma, un “triunvirato de socios (…) quienes tienen como desafío el relanzamiento de los departamentos de sus áreas de práctica”. En respuesta, el especialista ha asumido “trabajar incansablemente para que cada vez sean más los clientes que confíen el asesoramiento y el manejo de sus asuntos tributarios a ZBV”.
Desde su nuevo cargo, Embón aceptó responder nuestro Cuestionario LexLatin.
¿Por qué decidió hacerse abogado?
Por una profunda vocación alimentada por una tradición familiar del lado paterno (mis abuelos, mi padre y mi tío son o han sido abogados).
¿Puede indicarnos una meta a mediano plazo?
Consolidar en ZBV un Departamento de Derecho Tributario que preste servicios de excelencia a un costo razonable para el mercado.
¿Puede decirnos a quién admira como mentor (o un abogado que admire) y por qué?
Hay varios profesionales a quienes admiro o les estoy agradecido. Mi padre y mi tío han ejercido largos años como abogados clínicos, generalistas, con un conocimiento general del Derecho que tenía una profundidad inusitada para no especialistas. Mi tío, en especial, me ha sorprendido por el vasto conocimiento que tenía de la jurisprudencia en épocas en las que no existían los buscadores online o por CD, sino que había que leer las revistas jurídicas en papel.
Al exvocal del Tribunal Fiscal de la Nación, Ernesto Carlos Celdeiro, que es contador público nacional, le estoy agradecido por haberme dado la oportunidad de trabajar en el inicio de mi carrera profesional, en Errepar (sumariando y auditando jurisprudencia para sus diversas colecciones, luego dirigiendo el Tomo de Procedimiento Fiscal y Previsional de la colección Impuestos Comentados), y en el Tribunal Fiscal de la Nación, donde aprendí mucho sobre la jurisprudencia tributaria y el funcionamiento interno de dicho tribunal.
Trabajando justamente en el Tribunal Fiscal de la Nación pude apreciar la calidad profesional como litigante experto en derecho tributario del Dr. Arístides Horacio M. Corti, quien suscribía escritos de no muchas páginas pero cargados de citas de fallos precisas y oportunas y contundentes conclusiones emergentes de la jurisprudencia y doctrina que citaba. Eran escritos de fácil lectura para el personal del Tribunal Fiscal de la Nación. Para mí ha sido el modelo de abogado a seguir en lo que a la forma de litigar refiere.
¿Puede indicarnos una película o libro que recomendaría a los estudiantes de Derecho?
Recuerdo una gran película que fue Herederás el Viento, versión de 1988, cuyos intérpretes principales eran Kirk Douglas y Jason Robards. Trata sobre un famoso juicio seguido en EE.UU. a un profesor de secundaria que hace aproximadamente 100 años enseñaba la teoría de la evolución de Darwin. La película muestra un aparente conflicto entre ciencia y religión, a través de un memorable debate judicial entablado entre el abogado del profesor del secundario acusado (Robards) y el abogado de la parte acusadora (Douglas).
Si no fuese abogado, ¿cuál profesión hubiese escogido? ¿Por qué?
Habría sido etólogo, ciencia que estudia el comportamiento animal. De chico vivía al lado del zoológico de Buenos Aires y concurría asiduamente a la biblioteca de dicho zoológico, además de leerme los libros de los popes de la etología, como Vitus Droscher o Desmond Morris. De adulto y con menos tiempo, no he dejado de ver documentales de animales o leer ocasionalmente libros sobre el tema. Es una pasión que la vivo como un hobby.
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