La transición al uso de energías verdes, especialmente del hidrógeno bajo en carbono, cada vez cobra mayor importancia. En vista de acontecimientos apremiantes como la invasión rusa a Ucrania y el cambio climático, cuyas consecuencias ya son palpables, esta no parará. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), América Latina es una de las regiones líder en la adopción de energías limpias y una de las más importantes para el impulso del hidrógeno verde (H2V), especialmente porque nuestra región tiene un enorme potencial de explotación e importación de este combustible.
“En la próxima década, las energías renovables variables, la eficiencia energética y la electrificación directa seguirán impulsando la reducción de emisiones en la región en función de las tecnologías existentes (...)” aunque “más allá de 2030, los esfuerzos de descarbonización dependerán cada vez más de tecnologías que no están disponibles comercialmente en la actualidad”, reza un informe publicado por la AIE.
Latinoamérica aportará gran parte de este desarrollo durante la próxima década, a juzgar por las hojas de ruta, las estrategias nacionales y los proyectos puestos en marcha en el continente, donde —en orden— Chile, Colombia, Brasil, Uruguay y Argentina son los países líderes en proyectos, de acuerdo con el H2LAC Index. A estos países se suman —también en orden— México, Paraguay, Costa Rica, Uruguay, Bolivia, Perú, Trinidad y Tobago, Panamá y El Salvador.
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Latinoamérica tiene una muy ventajosa posición en este mercado, porque no solo tiene una enorme capacidad de producción local sino también porque tendrá exceso para venderlo a mercados como el estadounidense, japonés, de Corea del Sur y de la Unión Europea.
De hecho, “ya existe un exceso de capacidad de energía renovable más que suficiente en América Latina para abordar una parte considerable de esta demanda. Brasil, Chile y México se encuentran actualmente entre los diez mercados de energía renovable más grandes del mundo en términos de inversión, y existe una cartera muy sólida de proyectos a gran escala planeados y en desarrollo con amplios terrenos”, se lee en el informe LatAm H2: La creciente importancia del hidrógeno bajo en carbono en América Latina, de Shearman & Sterling LLP.
Inversión en I+D y derechos exclusivos de las tecnologías verdes
Entonces, ya se identificaron las necesidades, las oportunidades, los mercados y las estrategias, sin embargo, queda como sentencia el comentario de la AIE escrito más arriba: “los esfuerzos de descarbonización dependerán cada vez más de tecnologías que no están disponibles comercialmente en la actualidad”, lo que significa que los gobiernos han iniciado —o deberán iniciar— una serie de actividades para el desarrollo de nuevos productos y servicios (I+D), en los que el registro de patentes y la protección de la propiedad intelectual (PI) tengan una posición preponderante.
“La concesión de derechos exclusivos a los titulares de nuevas tecnologías verdes es cada vez más crítica en la lucha actual contra el cambio climático global. Al proporcionarles a los titulares derechos exclusivos de PI, como patentes, los titulares tienen más incentivos para invertir en la investigación y el desarrollo de dicha PI”, especifica Jordan Altman, socio líder del equipo global de la práctica de transacciones de propiedad intelectual de Shearman & Sterling.
Altman comenta que una vez que estos titulares tengan la seguridad de que su PI está protegida con una patente, estarán más dispuestos a comercializarla a través de acuerdos de licencia, asociaciones o empresas conjuntas, sin temor a perder la protección de su inversión. "Cuanto más rápido se puedan otorgar estos derechos, más rápido estos titulares podrán compartir sus descubrimientos con el mundo”, refiere.
En su explicación del panorama, Helena Camargo, socia de Posse Herrera Ruiz (PHR), secunda a Altman. La especialista comenta que otorgar derechos de exclusividad a tecnologías relacionadas con el cambio climático es importante, pues incentiva su inversión y el respeto por sus activos intangibles, al igual que incentiva las transacciones comerciales de este tipo de tecnología a través de los contratos de licencia.
Procedimientos de patentes
La protección intelectual e industrial de este tipo de tecnologías puede, además, incentivar la creación de soluciones para la transición energética, por este motivo “la misma Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (Ompi) está implementando estrategias dentro del ámbito de sus competencias para enfrentar las problemáticas derivadas del cambio climático global. (...) En ese sentido, las instituciones de la propiedad intelectual dirigidas a fomentar y proteger las denominadas tecnologías limpias jugarían un papel esencial”, dice Camargo.
La rapidez en la concesión de patentes es uno de los requisitos básicos de la transición energética y esto es algo que las naciones como Colombia (pionera en descarbonización y que ya ha trazado su hoja de ruta) ha entendido.
Por ejemplo, este país usa el procedimiento acelerado de patentes (PPH, por sus siglas en inglés), que -de acuerdo con Mónica Bonnett, asociada de PHR- es un mecanismo por el que se homologan los estudios de fondo realizados en otros países, para que se tomen en cuenta en esta jurisdicción, con el fin de hacer más expedito el trámite y evitar la duplicación de esfuerzos.
Este procedimiento se complementa con convenios PPH vigentes dentro de la nación, como el firmado con la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos (USPTO), la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), la Oficina de Patentes de Japón (JPO) y la oficina de Patentes de Corea del Sur (KIPO).
Altman detalla que en Estados Unidos, USPTO presentó el Programa Piloto de Mitigación del Cambio Climático en 2021, diseñado para impactar positivamente en el clima al acelerar el examen de solicitudes de patentes para innovaciones que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Bajo este programa, las solicitudes que involucran tecnologías de reducción de gases de efecto invernadero se adelantan fuera de turno para su examen (se les otorga un estatus especial), hasta que se completa la primera acción sobre el fondo, generalmente el primer examen sustantivo”.
En Brasil, el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inpi) tiene, desde 2012, el Programa Patentes Verdes, creado para procedimientos de patentamiento acelerados, específicamente para tecnologías ecológicas, explica la abogada. Este programa se actualizó en 2020 y convirtió a Brasil en la primera economía emergente en introducir dicho programa.
“Con suerte, otros países latinoamericanos seguirán el ejemplo de Brasil para crear procedimientos preferenciales para patentar tecnologías verdes”, comenta Altman.
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Reglamentos
A pesar de la implementación de hojas de rutas, ajuste de reglamentos y las buenas intenciones de los gobiernos locales, América Latina aún enfrenta algunos obstáculos en su viraje, los principales son, como expone el reporte LatAm H2, irónicamente la falta de reglamentos claros.
"La falta de regulación integral e integrada y estrategias regulatorias para la producción y comercialización de hidrógeno bajo en carbono actualmente limita el desarrollo de toda la industria en América Latina”, sobre todo porque no hay un consenso de mercado sobre los criterios para describir el hidrógeno como “verde”, “azul” o “bajo en carbono”.
Esta ambigüedad genera riesgos legales que muchos inversores consideran antes de destinar capital. En lo que se refiere a la infraestructura —otra de sus debilidades— hay un bajo desarrollo de infraestructura estratégica, particularmente para el transporte de hidrógeno, lo que, sumado a la falta de claridad de las regulaciones locales y las definiciones dentro de la industria, aumenta el tiempo y el costo de la ingeniería, "ya que los proyectos deben estructurarse de manera conservadora para mitigar el riesgo de que la regulación futura exija mayores reducciones en la intensidad de carbono o uso de electricidad y agua. Esta estructura conservadora reduce potencialmente la eficiencia operativa de los proyectos”, se menciona en el reporte.
Pero, no todo está perdido, pues en paralelo se entiende la importancia de la promoción de la innovación respetuosa con el medio ambiente en los regímenes nacionales de propiedad intelectual y las leyes de patentes. El gobierno colombiano está manejando el cambio climático a través de medidas como la reforestación y reducción de la degradación forestal, captura de carbono por bioenergía, cambio dietético y reducción de la pérdida de alimentos a la vez que apura la innovación (con convocatorias públicas como +H2 Colombia) y patentamiento de invenciones centradas en mitigar las causas del cambio climático.
El trabajo debe centrarse, en palabras de Helena Camargo, en que las autoridades encargadas del trámite de las patentes, modelos de utilidad, diseños industriales y marcas tengan políticas específicas para el trámite y concesión de este tipo de activos intangibles de tecnologías verdes, "como la creación de un programa sobre patentes verdes, identificar las necesidades de formación para la adaptación y mitigación del cambio climático, formación de examinadores en el área de las tecnologías verdes y el mejoramiento de políticas de tramitación de solicitudes de patentes verdes”.
Altman coincide y apunta que la promoción de la innovación respetuosa con el medio ambiente a través de agencias de propiedad intelectual y oficinas de patentes ahora es más importante que nunca, a la luz del cambio climático global.
En los avances relacionados, la OMPI creó, en 2013, una plataforma en línea para el intercambio de tecnología verde (Wipo Green) que conecta a proveedores y buscadores de tecnologías respetuosas con el medio ambiente; este año, la USPTO se convirtió en la décima oficina de PI en asociarse con Wipo Green, que ya incluía a Brasil y Chile.
“La concesión de patentes proporciona fuertes incentivos para que los inventores inviertan e implementen innovaciones respetuosas con el medio ambiente, y tanto Estados Unidos como Brasil han introducido o mejorado programas acelerados de patentes para tecnologías verdes desde 2020”, añade Altman.
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Entre lo que puede hacerse para estimular las invenciones verdes, Altman comenta que las oficinas nacionales de PI deben priorizar las solicitudes de patentes y tecnologías verdes a través de incentivos, como períodos de examen reducidos y tarifas de solicitud más bajas.
“El plazo actual para recibir una patente (sin examen acelerado) en la USPTO es de dos a tres años después de la presentación. Este largo retraso dificulta la innovación abierta entre las personas en el espacio de la tecnología verde. Además, los costos de presentación, obtención y mantenimiento de una patente podrían ser prohibitivos para las personas que intentan trabajar e inventar en este espacio”, por eso el énfasis debe ponerse en tarifas más bajas y un proceso acelerado, que repercutirán en la promoción y fomento de innovación e inversión en tecnologías verdes.
Afortunadamente, hay buenas noticias para este mercado; por ejemplo, las abogadas de PHR aseguran que “el mercado de patentes verdes tiene un panorama positivo e incremental debido a que desde el año 2014 dicho mercado ha crecido tanto a nivel nacional como internacional. Particularmente, el promedio de presentación de solicitudes de patentes de solicitantes no residente en Colombia desde 2014 a 2022 es de 33 solicitudes por año, mientras que para los solicitantes residentes es de 27 solicitudes”. Otras buenas cifras son que las solicitudes de nacionales subieron de 9 patentes verdes en 2014 a 77 solicitudes en este último año, “lo que significa que hay un crecimiento continuo en el campo técnico.”
El líder de transacciones PI de Shearman coincide con las abogadas colombianas, de acuerdo con Altman, en el futuro inmediato el mercado de las patentes verdes y la economía baja en carbono es un campo en crecimiento que debe seguir expandiéndose.
"La creciente necesidad de luchar contra el cambio climático global, junto con los mayores esfuerzos de las oficinas de PI nacionales y mundiales, está creando un espacio global para que los innovadores de tecnología verde trabajen juntos hacia un objetivo común”.
A su decir, la necesidad de cambiar hacia un estilo de vida más sostenible y crear un entorno más fácil para que los innovadores utilicen la PI de los demás es solo el primer paso. En consecuencia, el mercado de patentes verdes y economía baja en carbono debería ver un marcado repunte en el desarrollo y despliegue de nuevas tecnologías.
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