La noticia sorprendió al mundo a comienzos de año cuando se informaron los primeros casos de coronavirus en China. Desde entonces, las cosas solo han empeorado con la posibilidad de una pandemia.
¿Cuáles serán los impactos para la economía brasileña y el mundo legal en este 2020? Además de los mercados bursátiles (que este lunes en Brasil tuvieron su peor caída desde 1998), la epidemia afecta las cadenas de suministro mundiales, baja los precios de los productos básicos, disminuye las ganancias corporativas y las demandas de los bufetes de abogados.
Petrobras, que vende el 65 % de la producción total a China, también llegó a registrar una caída de 30 %. En general, China es el principal destino de las exportaciones brasileñas, según el Indicador de Comercio Exterior (Icomex), de la Fundación Getulio Vargas, con el 27,8 % de todo lo que se exporta. Los datos publicados a finales de febrero por el boletín de Indicadores de Comercio Exterior, del mismo instituto, muestran que las proyecciones del crecimiento chino en 2020, con el efecto de la epidemia, varían del 5 % al 6 %.
El coronavirus junto con los efectos del acuerdo entre China y Estados Unidos señala una caída en los precios de los productos básicos para los próximos meses y una disminución en el volumen importado por el país asiático. “Las estimaciones de pérdidas para las exportaciones brasileñas son inciertas, ya que todavía no se sabe cuánto tiempo llevará garantizar el control de la epidemia. De todos modos, en una visión optimista, las exportaciones brasileñas a China pueden caer entre un 10 y un 15 %”, indicó el mismo informe.
Entre los principales productos afectados, que son el buque insignia de la economía nacional, se encuentran la soja, que representa el 30 % de todo lo que Brasil exporta a los chinos, el petróleo (24 %) y el hierro (21 %).
El presidente de Aprosoja Brasil, Bartolomeu Braz, cree que si la crisis continúa, los impactos en la agricultura brasileña solo llegarán en la segunda mitad del año. El sector trabaja con contratos a futuro y la producción de soja y maíz, por ejemplo, ya se vende hasta julio.
“Cuando vemos una crisis futura, anticipamos ventas y buscamos otros mercados. India es un comprador potencial de nuestros productos, por ejemplo. Es lógico que China esté cerrando, pero no creemos que nuestras exportaciones caerán, al menos por ahora", dijo Braz.
Las cifras económicas apuntan a las consecuencias inmediatas de la crisis del coronavirus ya en enero. La balanza comercial brasileña tuvo un déficit de 1.700 millones de dólares en febrero. Solo con China, el déficit fue de 1.570 millones de dólares. Esto se debe a que las exportaciones a los asiáticos disminuyeron en un 8,8 % en valor, 2,5 % en volumen y 6,4 % en precios. Las importaciones aumentaron 3,4 %, pero los precios cayeron 3,8 %.
Para Roberto Dumas, profesor de Economía Internacional y Economía China en Insper e Ibmec en São Paulo, este escenario tiende a empeorar considerablemente durante todo el año. “Lo que más exportamos a China es todo lo que está cayendo actualmente. La demanda es menor y también lo es el precio. Nuestra suerte es que el PIB brasileño se centra principalmente en el consumo interno, de lo contrario el escenario sería mucho peor ”, dijo.
Con respecto al PIB, el Banco Central también ha reducido el pronóstico de 2,2 %, pero los principales consultores dicen que Brasil no debería alcanzar ni el 2 %. “El crecimiento brasileño, si lo hay, no superará el 1,5 %. No solo China entrará en recesión debido a la desaceleración de la actividad económica. Es la Unión Europea y toda la cadena global”, afirmó Dumas.
Además de los llamados productos básicos, China es el mayor proveedor de la industria automotriz y electrónica de Brasil. Existe la posibilidad, si la epidemia continúa, de una falta de partes debido a la reducción de la actividad económica.
Una encuesta realizada por la Asociación Brasileña de la Industria Eléctrica y Electrónica (Abinee) a 50 industrias en las diversas áreas del sector electroelectrónico, sobre el impacto del coronavirus en la producción, mostró que el 57 % de ellos ya tienen problemas para recibir materiales, componentes e insumos de China.
Los más afectados son los fabricantes de productos de tecnología de la información (teléfonos celulares y computadoras, entre otros). Según el presidente ejecutivo de Abinee, Humberto Barbato, la nueva investigación indica el empeoramiento de la situación de las industrias que dependen de componentes externos. "El momento es delicado y debemos tener varios fallos en el futuro", indicó. Considera, sin embargo, que por ahora no hay riesgo de falta de productos terminados en el mercado brasileño. "El problema no es más grave porque tenemos producción local de estos productos", enfatizó.
Para los especialistas, las dificultades son una advertencia, no solo para el sector de la electrónica, sino para toda la industria brasileña que depende de materiales y componentes de un mercado único como China. Hoy, el 42 % de estos artículos provienen de los chinos, la principal fuente de importación de componentes de Brasil, que llegó a 7.500 millones de dólares en 2019.
Impactos para el mundo legal
La posibilidad de una crisis económica a escala mundial afecta a toda la cadena de producción e impacta la actividad de las firmas de abogados en general. Para Caio Bartine, abogado y profesor de Derecho Tributario en Damásio Educacional en São Paulo, los escritorios jurídicos que se ocupan de empresas multinacionales pueden verse afectadas. Al principio, las operaciones financieras, las nuevas inversiones y los tratados bilaterales o multilaterales se verían comprometidos con los países donde la epidemia se manifiesta con mayor fuerza. "Algunas operaciones pueden estar paralizadas, especialmente con países con un mayor número de casos, lo que provocará la pérdida de ganancias", dijo.
Por el lado contrario están las cláusulas de seguro, hechos impredecibles, cancelaciones de vuelos y leyes migratorias, que pueden tener un aumento en las actividades. Marcelo Godke, especialista en derecho comercial y socio de la firma Godke Advogados, cree que al principio las grandes firmas no se verán afectadas, porque están capitalizadas y tienen un plan de negocios bien definido. Y esto es, según el experto, la receta para enfrentar la crisis. “La planificación estratégica es esencial en los servicios de alto valor agregado. El coronavirus es solo otro comienzo para los bufetes. Al principio, las actividades comerciales consultivas e internacionales pueden verse afectadas. Otro sector donde será necesario asegurar un poco es el mercado de capitales y las operaciones de financiación, debido a la gran oscilación de los intercambios”, afirmó.
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