Este nuevo año será la prueba de fuego para la administración de Andrés Manuel López Obrador. El presidente que llegó al poder con el mayor índice de aprobación de la historia, continúa siendo popular. Sin embargo, el Gobierno ha dado pocos resultados. Si 2019 fue el año de aprobar reformas y sembrar semillas, este 2020 debería ser el de la cosecha.
El principal tema que persiste en la agenda del Gobierno es la seguridad. El año pasado se aprobó la Guardia Nacional, el nuevo cuerpo de policía nacional que recibe capacitación de las Fuerzas Armadas. Aunque la intención era comenzar a retirar a los militares de las calles poco a poco, en diciembre se llegó a un récord histórico de fuerzas desplegadas en todo el país. El problema es que no ha sido suficiente. El primer año de López Obrador se perfila para ser el más violento de la guerra contra el narco con alrededor de 108 homicidios al día.
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Luego tenemos el crecimiento del Producto Interno Bruto. El Gobierno señaló que este indicador no es su principal preocupación, ya que prefiere redistribuir la riqueza más allá de solo crecer. Pero el desempeño hasta el momento ha sido peor de lo esperado. AMLO tomó el poder con una meta de crecimiento de 4 % anual y con la promesa de llevarlo al 6 % en 2024. Todavía falta que se publiquen las cifras oficiales del año pasado, pero se prevé un crecimiento nulo. En el mejor de los casos, México saldría de la recesión técnica.
El camino hacia adelante es complicado. Morena, el partido del presidente, ha presentado duras medidas de austeridad. Esto ha provocado recortes y despidos en el sector público que han generado una ola de demandas. Para generar más ingresos, el Gobierno se ha propuesto dos caminos. El primero consiste en combatir la corrupción “con el ejemplo”, una medida cuyos resultados son difíciles de medir. La otra acción ha sido el combate a la evasión fiscal con una reforma tan agresiva que los empresarios la han calificado de “terrorismo fiscal”.
Pero México también enfrenta varias áreas de oportunidad. La legalización de la marihuana con fines recreativos ha ido avanzando poco a poco en el Congreso gracias a un mandato de la Suprema Corte. De aprobarse, el mercado legal de la cannabis podría dar el impulso económico que tanto necesita el país. Debido al tamaño de su población y a los grandes sembradíos que ya cuenta, se estima que México podría alcanzar en un año el mismo nivel de producción que a Canadá le costó cinco.
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Lo que más genera expectativa hasta el momento es el nuevo tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá. Tras varios años de incertidumbre, por fin se llegó a un acuerdo. Todavía es pronto para conocer el impacto que tendrán las últimas cláusulas que se agregaron. Los empresarios mexicanos están preocupados porque aumentaron las reglas de origen y por la injerencia que buscan tener los estadounidenses en las leyes laborales. No obstante, el consenso de los especialistas es que más vale la pena este acuerdo que no tener acuerdo.
Además, están las obras insignia de esta administración. Tanto el Tren Maya como la refinería en Dos Bocas se han puesto en marcha con todos los requisitos necesarios. El nuevo Aeropuerto de Santa Lucía, a pesar de ser duramente criticado, prevé abrir sus puertas en 2022. También se consiguió reactivar la construcción del Tren Interurbano México-Toluca, con la ayuda de la iniciativa privada.
Por último, se encuentran las obras prioritarias del Gobierno que se esperan tendrán un mayor impulso este 2020. Entre ellas, destacan el desarrollo del Istmo de Tehuantepec, un tramo de poco más de 200 kilómetros que conectaría el Océano Pacífico con el Golfo de México, con una línea de tren de carga. Asimismo, el Plan Nacional de Infraestructura, contempla una fuerte inversión de empresarios y prevé alcanzar una inversión anual del 5 % del PIB en este ramo.
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