Hace unos días asistí a un reconocido evento inmobiliario en el que participan empresas de la industria, de todos sus sectores, nichos y negocios. Había directivos y dueños de fondos de inversión, CKDs, family offices, desarrolladores inmobiliarios y otros jugadores importantes del mercado. Igualmente participamos muchos proveedores de servicios de la industria inmobiliaria: consultores, asesores financieros, valuadores, constructores, arquitectos, comercializadores y, obviamente, algunos abogados.
Llevo muchos años participando en foros similares y sigo viendo que somos pocas las mujeres las que participamos en esta industria o, por lo menos, pocas mujeres que participamos en estos eventos. En esta ocasión, solo hubo cinco mujeres con puestos C-Suite y no más de 15 —de un total de 150 participantes— que trabajamos en empresas prestadoras de servicios del sector inmobiliario.
En agosto de este año, McKinsey Company publicó el reporte “Women Matter México 2022”, Paridad Dispareja, en su elaboración participaron 120 empresas "emblemáticas en México" y 30 de sus subsidiarias en América Latina, "que en conjunto emplean más de un millón de personas y registran el equivalente del 35 % del PIB mexicano”, de acuerdo con la publicación.
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Para una mayoría de las empresas participantes el tema de diversidad e inclusión debe ser una prioridad. Sin embargo, según la OCDE, México tiene la tasa de participación laboral femenina más baja de entre varios países latinoamericanos. La situación empeora cuando miramos las cifras en los puestos más altos de la escala profesional, allí el porcentaje de mujeres es aún menor.
Según el reporte de McKinsey, los números de la participación de las mujeres en el C-Suite de estas empresas no reflejan compromiso con la diversidad e inclusión. La brecha salarial en los puestos C-Suite llega a ser de hasta el 17 %.
Existe evidencia de muchos estudios y mediciones, que cuando las mujeres integran parte del C-Suite, las empresas son más rentables. Según un estudio de Harvard, por ejemplo, las mujeres tuvieron calificaciones más altas que los hombres en 17 de 19 atributos que son considerados importantes en un líder.
¿Qué sucede en el sector inmobiliario que sigue sin haber mujeres en puestos de decisión? ¿Por qué los accionistas o stakeholders no han hecho un esfuerzo por darle cabida a mujeres expertas en el sector?
En mi opinión, en el mercado inmobiliario mexicano, las empresas institucionales, las que cotizan en bolsa o que tienen participación de capital institucional, siguen siendo dominadas por hombres que no han visto la necesidad de incorporar mujeres en la toma de decisiones. Aún cuando pueden tener políticas de diversidad e inclusión, los dueños o CEO y demás directivos no han hecho suyo el compromiso de sumar mujeres en estos puestos de liderazgo.
Según McKinsey, cerrar la brecha de género en las empresas en los más altos rangos empresariales nos va a tomar más de 100 años, cuando se proyectan las tasas de crecimiento de los reportes previos entre 2017 y 2020.
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El reporte de McKinsey identificó cuáles han sido las acciones que han resultado más exitosas para aquellas empresas que han tenido un cambio a favor de la integración de mujeres en sus organizaciones. Estas acciones incluían compromiso del CEO y Comité Ejecutivo, desarrollo de liderazgo de las mujeres, infraestructura organizacional, métricas e indicadores clave de desempeño y comportamientos.
Mientras los CEOs, los miembros de los consejos de administración y del comité ejecutivo de las empresas en el sector inmobiliario no asuman un compromiso a nivel personal e individual de hacer sus compañías incluyentes y diversas, haciendo lo necesario e indispensable para integrar mujeres en el C-Suite, no habrá ningún cambio en el número de mujeres que participan en esta industria.
Tener políticas que formalmente cumplen con los requisitos de ESG, en particular las políticas de diversidad e inclusión, pero que no se implementan ni se viven de verdad en estas empresas, debería tener consecuencias en el corto plazo para muchas empresas del sector.
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Los reportes y los estudios revelan está inequidad y brecha de género. Cada día se habla y se discuten estos temas en el mundo corporativo. ¿Cuándo van a escuchar los líderes del mercado inmobiliario y harán algo al respecto en sus empresas? El mundo está cambiando y cada vez las generaciones más jóvenes evitan trabajar en empresas que no tengan incorporadas políticas de ESG y que no sean incluyentes y diversas.
Invito a los líderes del sector y a los líderes empresarios latinoamericanos y mexicanos a reflexionar cómo quieren que sean sus empresas en 5 o 10 años. Los invito a preguntarse e indagar si será posible encontrar nuevos líderes si no cambian de manera profunda y estratégica para volverse empresas del futuro.
Algo tenemos que hacer si no queremos esperar más de 3 generaciones para que haya paridad de género en las empresas mexicanas.
* María Teresa Paillés, es socia SMPS Legal. Se especializa en operaciones e inversiones inmobiliarias, fusiones y adquisiciones, operaciones de financiamiento, licitaciones públicas, así como derecho corporativo general. Es socia fundadora y presidenta de Abogadas MX, una ONG que promueve el desarrollo profesional de mujeres abogadas.
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