Propiedad intelectual: registrar productos y servicios para evitar pérdidas

Agua en caja, foto referencial / Banco de imágenes de Unsplash, Boxed Water Is Better
Agua en caja, foto referencial / Banco de imágenes de Unsplash, Boxed Water Is Better
En época de emergencia por COVID-19, empresas competidoras podrían verse tentadas de ofrecer los mismos servicios o fabricar el mismo producto
Fecha de publicación: 15/05/2020

Estamos viviendo circunstancias extraordinarias. El brote de la pandemia del COVID-19 es uno de los hechos más importantes en la historia moderna, no solo por la velocidad de su propagación y el número de decesos, también porque es la primera vez que una pandemia de este tipo genera graves efectos sobre las perspectivas en la economía global: restricciones en viajes, cierres de fábricas y un fuerte impacto negativo en la actividad económica de provisión de servicios.

Estamos reafirmando el poder que tiene internet en nuestra sociedad, no solo para permanecer en contacto con nuestros seres queridos, sino por ser el medio más rápido para mantenernos informados y el instrumento de muchas empresas para intentar rescatar un poco su economía y su actividad comercial. En México y en el mundo muchas empresas se han visto forzadas a enfrentar la crisis con una perspectiva más abierta hacia la operación virtual.

Así, un sinfín de marcas está utilizando como estrategia al COVID-19 para mantener la presencia de sus compañías en la mente de los consumidores. Los pequeños, medianos o grandes empresarios ¿están listos para ese cambio?, ¿saben cómo proteger la propiedad intelectual de su empresa? A esta serie de preguntas además hay que agregar una de suma importancia, esta transición a lo digital ¿es temporal? 

Sin duda alguna, a medida que se prolongue la restricción comercial por la pandemia, este tipo de comercio continuará aumentando, incluso, nos atrevemos a afirmar que debe continuar, pues tenemos que adaptarnos. Pero a la vez, en la misma medida en que aumenta la necesidad del uso de las herramientas digitales, también se incrementan los riesgos que uno de los mayores activos de una empresa corre, es decir, su propiedad intelectual. 

Las marcas, patentes, software, imagen comercial de una empresa se pueden ver vulnerados con el simple hecho de compartir información o que se vulgarice su marca, su contenido, entre muchos otros.

La propiedad intelectual de una empresa es un bien que, aunque intangible, puede llegar a ser más valioso, incluso, que todos aquellos bienes tangibles que una empresa posee. Entender los riesgos de la misma ante la situación actual es especialmente importante y, sobre todo, debe ser entendido por aquellas empresas que no se encuentran familiarizadas con sus riesgos. 

El riesgo asociado a no proteger la propiedad intelectual de nuestras empresas ocasiona muchas veces que el producto y/o servicio que otorga termine teniendo exitoso o no. Esto lleva a muchas empresas competidoras a verse tentadas de ofrecer el mismo servicio o fabricar el mismo producto imitando el funcionamiento de su sitio web o utilizando la misma imagen comercial, bajo una marca parecida o con un nombre de producto similar.

Para evitar estos riesgos y la posible pérdida de valiosos recursos derivados de la venta o comercialización de productos o servicios no protegidos, es muy importante tomar las medidas necesarias para proteger, a través de herramientas o estrategias jurídicas, los derechos de propiedad intelectual generados por las empresas, que aún sin saberlo, en su mayoría, ya poseen nombres comerciales, marcas, información confidencial del manejo de la empresa, logotipos originales o diseños industriales, todos estos derechos de propiedad intelectual.

Así que hay que tener en mente que la protección, gestión y registro de los derechos de propiedad intelectual tienen el potencial de evitar pérdidas de capital y recursos por su uso ilegal, e incluso, pueden llegar a generar ingresos y otros beneficios al convertirlos en activos algo más tangibles y exclusivos mediante su registro, pues al estar registrados -y protegidos- se vuelven derechos de propiedad exclusiva que no pueden ser comercializados o utilizados sin autorización del titular.

La situación generada por la pandemia del coronavirus seguramente tendrá un impacto duradero que repercutirá por un tiempo en la normalidad de nuestras vidas, las circunstancias nos obligan a cambiar, o mejor aún, a evolucionar. En estos momentos de previsión podemos aprovechar la disminución del ritmo de vida al que estábamos acostumbrados, evaluar qué y cómo trabajamos y producimos y qué y cómo consumimos, y que mejor momento para ordenar esos activos tan poco atendidos llamados propiedad intelectual mientras hacemos "home office".

*Julio Ramírez es asociado en BGW Legal - Birman, Guakil y Wolff.

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