Este artículo es el último de la serie introductoria a la inteligencia emocional en el sector legal y lo centraremos en la competencia de automotivación, que permite a quien la desarrolla aprovechar sus emociones para marcarse y alcanzar metas y apoyarse en sus fortalezas para superar situaciones complicadas y seguir creciendo interiormente, ¡no solo seguir cumpliendo años!
¿Cómo reconocemos a los abogados con esta capacidad? Esto se percibe mejor a medida que los abogados desarrollan su carrera profesional, ya que son los desafíos y las dificultades las que ponen a prueba nuestra capacidad para avanzar.
Desde fuera podríamos observar que son abogados que alcanzan sus metas y lo hacen a pesar de las dificultades y las críticas. También que estos profesionales muestran una fuerte iniciativa a la hora de poner en marcha proyectos y no se frenan ante las primeras dificultades. Además, será muy común que notemos que tienen una actitud positiva ante los éxitos y los problemas.
Sería muy difícil que ese abogado sea distinto al salir del despacho. Tuve la fortuna de trabajar muchos años con un gran abogado que alcanzó altísimos reconocimientos dentro del sector y que impulsaba proyectos con sus clientes, internamente y con otros colaboradores. Estar a su lado era recibir una energía de motivación que convertía lo difícil en posible, con esfuerzo, pero posible. Hace unos años enfermó y afronta su dura enfermedad con la misma combinación de iniciativa y aceptación, de realidad y oportunidad.
Y es que lo más difícil es saber qué sucede dentro de ellos, llegar a donde reside el verdadero poder de la automotivación y que resumo en algunos consejos para potenciar este superpoder:
- ¿Te hablas bien? ¿Te hablas con claridad? El diálogo interno es esa voz interior que tenemos todos y que para que esté al servicio de la automotivación ha de ser nutritiva, positiva y clara. Intenta pillarte mientras te hablas, sobre todo cuando hay dificultades.
- ¿Los asuntos de clientes y los proyectos en los que te involucras están alineados con lo que es importante para ti?, ¿te llevan a tus objetivos? ¿Son coherentes con tus valores? Conocer tus metas profesionales y querer llegar a ellas es una gran motivación cuando aparecen problemas, ya que te permitirá activar la creatividad para encontrar caminos alternativos y no rendirte.
- ¿Eres capaz de reconocer la causa de la tendencia a la procrastinación? Si te conoces y reconoces tus emociones podrás identificar si la inclinación a retrasar algo está en la falta de motivación, en el déficit de recursos o habilidades para afrontarlo, en un exceso de confianza o en puro cansancio. Los profesionales que se conocen bien identificarán estas razones y podrán responder sin machacarse y alcanzando objetivos.
- ¿Te felicitas cuando alcanzas metas? Muchos abogados tienden a sentir alivio cuando terminan un asunto o superan una dificultad pensando que es lo correcto. Y sin embargo, están tirando piedras contra su motivación al no celebrarlo. Solo felicitándose y disfrutando los éxitos estaremos creando una huella química de motivación que nos pone en valor y nos animará ante los obstáculos.
- ¿Conoces tu cuerpo cuando está motivado o desmotivado? Nuestra postura corporal nos ayuda a afrontar momentos delicados. Pruébalo en aquellos momentos en que necesites un plus de motivación y mantente erguido, con los hombros atrás, la cabeza levantada, sonriendo y podrás contar con energía extra sin tirar de una nueva taza de café.
- ¿Aceptas que el cambio es parte de esta profesión? Aceptar que ciertas metas no podrán alcanzarse al cambiar determinadas circunstancias permite que nos centremos en lo que sí está en nuestra mano. En esas ocasiones, los abogados con automotivación podrían estar activando su diálogo interno y preguntándose algo como: "¿qué es lo que sí puedo lograr hoy que me lleve a seguir avanzando en la dirección que quiero?"
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En resumen, la automotivación es una energía interior que activa y mantiene nuestras conductas hacia las metas marcadas. Esta energía está conectada con nuestras emociones y por eso tendrá distinta intensidad. Será más perceptible en los abogados cuando adquieren responsabilidades de liderazgo, pero debe desarrollarla desde el instante en que cruza la puerta para comenzar sus estudios universitarios, ya que es un músculo que con entrenamiento continuo no se lesiona y responde cuando es necesario.
Con este artículo terminamos la serie dedicada a la inteligencia emocional cuyo objetivo era concienciar que la formación técnica no puede dejar fuera de los syllabus a la formación emocional.
Conocer nuestras emociones, su función y su expresión fisiológica y conductual nos permite a los abogados contar con más elementos para resolver las dificultades que llegan a nuestra mesa, lidiar con los plazos urgentes, el impacto en las vidas de los clientes y la multitud de relaciones personales que se dan.
Una vez escuché que lo que haces con tus horas facturables determina tu presente y que es a lo que dedicas tus horas no facturables lo que determina tu futuro. Invertir en autoconocimiento emocional es invertir en tu futuro.
*Marisa Méndez es socia de Csas|Transforming law firms. Puedes consultarle cualquier duda a través de su email [email protected]
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