Históricamente, la comunicación siempre ha jugado un papel determinante dentro del universo jurídico. No es casual, pues a través de ella las actividades jurídicas se mueven hacia resoluciones de los más diversos marcos. Durante mucho tiempo, debido a un sesgo técnico natural del segmento, este exceso de terminologías complicadas sirvieron de obstáculo y distanciamiento para el acceso de los interesados en el tema.
Los llamados “legalismos”, a pesar de ser habituales entre los profesionales del área, han sido abandonados por empresas, despachos y juzgados para facilitar la comunicación con los ciudadanos. Cada vez es más necesario introducir medidas que acerquen al usuario a lo que tratan los abogados y magistrados, con más accesibilidad y mediante una comunicación coloquial y simplificada. En el caso del trabajador, por ejemplo, es fundamental que comprenda directamente el estado actual de su demanda y lo que en realidad significa un mero “despacho de oficio” o “caso concluido para despacho”.
Ante tantos términos técnicos, la justicia necesita acercarse a los ciudadanos. Pero, ¿cómo acelerar este proceso? Es precisamente en este punto que surge con fuerza el concepto de diseño jurídico para quienes buscan reformular la forma de comunicación dentro del universo jurídico y acercar a las personas a través de soluciones, lenguajes y técnicas de comunicación innovadoras. Con la solución adecuada y una transición consciente a un entorno digitalizado será posible obtener ganancias significativas que se reflejen en interacciones que correspondan a expectativas que van más allá de la comunidad jurídica, llegando a todos los interlocutores involucrados en asuntos legales.
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Servicios humanizados, intuitivos y satisfactorios
Textos largos y prolijos, lenguaje complejo y palabras difíciles son características comunes para las organizaciones jurídicas, pero sirven como obstáculos para la comunicación en su totalidad. Para brindar más tranquilidad, comprensión y eficiencia a las peticiones, contratos y decisiones, además de otros instrumentos recurrentes en el sector, es necesario encontrar formas de transformar esta tendencia en una realidad común en todo Brasil.
Siguiendo esta línea de razonamiento, la tecnología es un camino indispensable. Para la elaboración de documentos amigables y una comunicación directa y simplificada, la aplicación de metodologías enfocadas en el diseño legal humaniza los procedimientos y conecta a actores que no conocen el lenguaje técnico. De acuerdo con el presupuesto que esta iniciativa basa en el diseño defiende, se trata de una acción que prioriza la mirada del ciudadano que no tiene mucho conocimiento jurídico.
Sin duda, el ejercicio también se trata de empatía. Además de operativo, el diseño legal afecta la mentalidad de los equipos involucrados en la vida diaria de las oficinas, entidades públicas y departamentos legales de las empresas. Reconocer la necesidad de mejoras es el primer paso para absorber prácticas innovadoras, contando, por supuesto, con el apoyo de soluciones reconocidas por el mercado.
Vale la pena señalar que la figura del abogado sigue siendo crucial, ya que una de las principales propuestas detrás de este movimiento es unir el conocimiento técnico con la disrupción de la tecnología a favor de una forma totalmente innovadora de conducir las interacciones dentro del Derecho.
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¿Qué se obtiene con el diseño legal?
Los beneficios generados por la implementación de la práctica de diseño legal están en línea con el crecimiento de una “nueva” área legal. En cuanto a la efectividad de las operaciones, ese viejo escenario de documentos transferidos todo el tiempo, de forma caótica, dificultando aún más la obtención de resultados tangibles, debería quedar en el pasado. Por tanto, el impacto es igualmente positivo para la productividad del practicante de derecho, por lo que los abogados tendrán más tiempo para centrar sus esfuerzos en el core business de la firma en busca de una actuación más estratégica y orientada a resultados.
Para concluir, vuelvo al aporte que guía el artículo. El diseño legal, si se ejecuta de forma estratégica e integral, presenta plenas condiciones para potenciar la comunicación del segmento, esta vez, con usuarios comprometidos y conscientes de lo que están tratando los profesionales en la materia. Ciertamente, todos se benefician con esta medida que pone la tecnología al alcance de uno de los sectores más importantes del país.
* Vinicius Marques es fundador y CEO de EasyJur.
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