Transcurridas más de dos décadas, el abogado estadounidense Seth Entin volvió a Greenberg Traurig que lo reincorporó como socio en el área fiscal en su oficina de Miami. Trabajó en la firma cuando aún estudiaba en la universidad. Asegura que disfruta resolver asuntos de sus clientes enfrentado desafíos legales para brindarles el mejor resultado, no así tener que lidiar, en ocasiones, con la burocracia gubernamental.
Por favor mencione un caso que haya dado forma a su carrera profesional y explique por qué.
Uno de los casos más impactantes de mi carrera involucró la resolución exitosa de una complicada auditoría del Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos (Internal Revenue Servece - IRS). Fue una lección de trabajo en equipo y minuciosidad.
Si no fuera abogado, ¿qué otra profesión u oficio hubiera elegido?
Sería banquero de inversiones.
¿Qué película o libro relacionado con la ley recomendaría?
Recomendaría The Paper Chase.
¿Qué es lo que más le gusta y lo que más le disgusta de la abogacía?
Lo que más disfruto es la capacidad de buscar varias vías para ayudar a resolver los asuntos de mis clientes enfrentando desafíos legales para brindarles el mejor resultado. Lo que no me gusta, tener que lidiar, ocasionalmente, con la burocracia gubernamental que puede ralentizar la capacidad para resolver un asunto o problema.
¿Cómo puede un abogado desarrollar su propia marca?
Mi recomendación es encontrar un área del derecho que le fascine y decidir convertirse en el top experto en esta; conocerla tan bien que pueda explicar conceptos complejos de forma clara y simple.
¿Tiene alguna estrategia para mejorar su productividad?
Me esfuerzo por encontrar personas en las que pueda confiar y en desarrollar un equipo colaborativo que pueda trabajar sin problemas para garantizar los mejores resultados para los clientes.
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