Rossana Natteri fue promovida, el pasado 24 de enero, como socia de Estudio Olaechea en la práctica inmobiliaria, a la cual también están adscritos cinco asociados y tres paralegales.
En el Cuestionario LexLatin la abogada, egresada de la Pontificia Universidad Católica del Perú en 2006, relata cómo desde pequeña sintió interés por la carrera que ejerce.
–¿Por qué decidió hacerse abogada?
–Porque desde muy pequeña mi abuela siempre me decía que yo tenía “pasta” para ser abogado y que me iba encantar estudiarlo. Creo que me lo dijo tanto que lo creí y lo hice mío. Cuando terminé el colegio y tuve que decidir qué estudiar, automáticamente, escogí Derecho. Debo confesar que los dos primeros años de estudios generales, tuve mis dudas, pero cuando entré a la facultad lo que dijo mi abuela cobró sentido porque me encantó y me encanta hasta el día de hoy.
–¿Puede indicarnos una meta a mediano plazo?
–A nivel personal, retomar mis clases de danza y reconectarme más con el mundo del arte.
–¿Puede decirnos a quién admira como mentor (o un abogado que admire) y por qué?
–María Eugenia Yabar, socia del estudio, es mi mentora y mi referente. Es una abogada que ha conseguido muchos logros en su carrera profesional sin haber descuidado en lo absoluto a su familia. A lo largo de los años he sido testigo como ha logrado organizarse y establecer de forma clara sus prioridades lo que le ha permitido alcanzar un equilibrio entre su vida personal y su desarrollo profesional. Veo en ella una mujer exitosa y feliz.
–¿Puede indicarnos una película o libro que recomendaría a los estudiantes de Derecho?
–Cuestión de honor.
–Si no fuese abogado, ¿cuál profesión hubiese escogido? ¿Por qué?
–Artes Escénicas. Siempre fui apasionada por el arte, específicamente por la actuación y la danza contemporánea. En mi época universitaria pertenecí a Andanzas (cuerpo de bailarines de la PUCP) y a Apéndice (un grupo de teatro que convocó a alumnos de diferentes universidades).
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