La invasión del Congreso Nacional, del Supremo Tribunal Federal (STF) y del Palacio del Planalto es un acto que pasará a la historia de Brasil. Ha significado un ataque no solo a los tres poderes, sino a la democracia brasileña. Los hechos de violencia y destrucción de las sedes del Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial llevaron al presidente Luís Inácio Lula da Silva a decretar la intervención en el Distrito Federal hasta fines de enero. Al mismo tiempo, el ministro Alexandre de Moraes, del STF, ordenó la destitución del gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, por 90 días, señaládolo como uno de los principales responsables de la omisión.
La invasión comenzó como una protesta pacífica en la Esplanada dos Ministérios y contó con el apoyo de la policía del Distrito Federal durante la marcha. El problema detonante fue la omisión de las fuerzas de seguridad, que poco hicieron al ver la invasión de las sedes de los tres poderes. La conducta ha sido considerada por políticos, por el Poder Judicial y buena parte de la prensa brasileña como actos terroristas. Una situación muy similar a lo que ocurrió en el Capitolio en Estados Unidos, el pasado 6 de enero de 2021.
La destrucción del patrimonio público, histórico y artístico ―como el cuadro de Di Cavalcanti, valorado en 8 millones de reales (casi 1, 6 millones de dólares)―, además del robo de varios elementos, incluidas armas que se encontraban dentro del Palacio del Planalto, fue retransmitido en decenas de canales, en vivo, bolsonaristas, exhibiendo cómo la multitud rompía los cristales y destrozaba las salas símbolo del poder en Brasil. Cobró protagonismo, por ejemplo, la invasión y destrucción del pleno del STF, donde se realizan las sesiones de los ministros de la Corte y de donde provienen algunas de las principales decisiones del Poder Judicial.
Este lunes (9), el día después de la invasión, estuvo marcado por numerosos encuentros entre Lula, los 27 gobernadores brasileños y la presidenta del STF, la ministra Rosa Weber, además de otro encuentro entre el presidente y representantes de las fuerzas armadas. También fue un día para medir los daños, investigar lo que se pudo recuperar y, particularmente, identificar a los invasores. Es parte de las investigaciones encontrar a la persona o personas que financiaron el viaje de al menos 100 autobuses a Brasilia durante el fin de semana, en un acto orquestado, según las autoridades de seguridad.
Al menos 1.500 personas han sido detenidas hasta el momento, incluidos miembros de un campamento bolsonarista en la puerta del Ejército en Brasilia. Estos ocupan el sitio desde el anuncio de los resultados de las elecciones presidenciales. Es un movimiento que se ha desarrollado en decenas de ciudades brasileñas. También el lunes comenzaron a desmantelarse campamentos con la ayuda de las fuerzas de seguridad.
También puedes leer: Exprocurador de Brasil indemnizará a Lula por exposición denigrante en PowerPoint
¿Qué cambia en Brasil en la percepción de los inversores?
Además de las consecuencias políticas y legales, los expertos evalúan los impactos en el mercado financiero y en las inversiones, incluso para las firmas de abogados.
“Al comienzo de los disturbios, el domingo, esperábamos que la Bolsa abriera con una caída de al menos un 10 % y el tipo de cambio pudiera llegar a 5,60 reales por dólar, pero esto no sucedió”, analiza Roberto Dumas, profesor de economía internacional del Insper en São Paulo.
Detalla Dumas que los tres poderes actuaron rápidamente para traer un grado de credibilidad en la continuidad del funcionamiento de las instituciones, con castigos para los responsables.
"A corto plazo seguirá cierta volatilidad, pero debería volver a la normalidad dentro de una semana o dos, como si nada hubiera pasado, mientras se mantengan las prisiones y se desmantelen los campamentos frente a los cuarteles. Esto mostrará al mercado que las fuerzas institucionales están actuando con fuerza en Brasil. Esto es lo que les gusta ver a los inversores”, refiere el economista.
No obstante, si los enfrentamientos continúan, los inversionistas pueden huir del mercado de capitales y la tendencia es que las tasas de interés suban.
Más sobre Bolsonaro: Reforma fiscal en Brasil será revisada por STF, Bolsonaro reduce impuesto energético
¿Cuál ha sido o se espera que sea el impacto para los bufetes de abogados? LexLatin trató de escuchar a algunas de las principales firmas de abogados del país, pero muchas optaron por no hablar. Prefieren no opinar, más aún cuando se trata de política, lo que puede perjudicar a los negocios.
Para Diego Henrique, abogado penalista, socio de Damiani Sociedade de Advogados, el mercado es dinámico y responde instantáneamente a estímulos de muy corto plazo, pero tiende a encontrar su equilibrio en función de fundamentos de largo plazo, como cambios en las condiciones de rentabilidad de las empresas, cotizaciones o riesgos de insolvencia del país. Por ello, a su juicio, la estabilidad y la previsibilidad son pilares para la atracción de capital extranjero.
“Los actos terroristas del pasado domingo en Brasilia traen de nuevo un escenario de riesgo institucional que merece ser observado de cerca y con la debida cautela, ya que el mal funcionamiento de las instituciones o en el límite de la ruptura institucional provocan, precisamente, inestabilidad política y económica, lo que llevaría al deterioro del riesgo país y, en consecuencia, al retiro de capital por parte de inversionistas extranjeros”, explica.
El abogado coincide con el académico: la pronta respuesta promovida desde la movilización instantánea y conjunta de los poderes de la república sirvió para tranquilizar los ánimos del mercado y demostrar que no hay lugar para aventuras antidemocráticas y mucho menos para transgresiones al orden constitucional.
“Así, lo que vimos fue una apertura negativa en la sesión de B3 de este lunes, en respuesta a los estímulos del día anterior, seguida de una desaceleración y posterior alza de las cotizaciones, ya que los fundamentos de la política económica no cambiaron”.
Te sugerimos: Bolsonaro impulsa investigación contra tercer presidente de Petrobras
Para Rodrigo Faucz, abogado penalista, sin embargo, los atentados sin duda empañaron la reputación internacional de Brasil en el exterior. Sin embargo, una respuesta incisiva de las instituciones, demostrando la fortaleza y madurez de la democracia, puede reducir los impactos económicos de los hechos.
“Me atrevo a decir que el país puede incluso presentar un panorama más positivo que antes en el aspecto político. Sin embargo, para que eso suceda, debe haber una rendición de cuentas efectiva, incluidos los agentes políticos que colaboraron de alguna manera con los ataques”, dice.
Hasta ahora, la primera reacción, que es un termómetro para el mercado, es la unión de las fuerzas de las tres potencias. El objetivo comunicado es mantener la democracia en pie, independientemente de las diferencias programáticas e ideológicas.
Add new comment