Niubox Legal Digital acaba de hacer oficial la apertura de su oficina en la capital del Perú, Lima. Ha sido fundada por Oscar Montezuma, exsocio fundador de Montezuma & Porto, firma que cerró sus puertas en octubre pasado.
Montezuma conversó con LexLatin acerca de los detalles de este nuevo bufete, al que califica dentro de las boutech: firmas boutique enfocadas en techlaw y/o soportadas en legaltech con fuerte influencia del "New Law".
“Niubox nace inspirado en los principios del “New Law” y con un firme compromiso de innovación continua (“NIU”). Por otro lado apuntamos a convertirnos en un espacio para pensar fuera de la caja (“out-of-the-box”), cambiar paradigmas y probar nuevas metodologías y servicios siguiendo la lógica de un “sandbox” (“BOX”)”, explicó.
También precisó que han decidido no “promocionar apellidos ni nombres sino un concepto distinto, queremos ser una alternativa al modelo tradicional”, en correspondencia con su propósito de “generar un cambio significativo en la forma como se prestan los servicios legales con una mirada humana que tenga la efectiva satisfacción del cliente como foco prioritario de atención”.
La “Niu” estructura
La cultura sobre la que se basa este concepto es la horizontalidad, por lo que el socio es denominado director, puntualizó Montezuma. Los principios que la sustentan están basados en el New Law, que establece, entre otros puntos, lo siguiente:
Las áreas de la nueva firma son: Protección de datos personales y ciberseguridad; Políticas públicas y regulación; Transformación digital; Competencia, consumidor y propiedad intelectual; Digitrainings; y Regulación en telecomunicaciones.
“Nuestras prioridades estarán centradas en continuar consolidando las dos primeras áreas y apostar fuertemente por la tercera y la cuarta. Creemos que existe mucho espacio para seguir atendiendo las necesidades de asesoría legal digital en el mercado peruano a través de un cambio significativo en la forma de prestar servicios legales”, dijo el director de Niubox.
¿Y los clientes?
Oscar Montezuma reveló que su nueva firma mantiene “la cartera de clientes que veníamos atendiendo desde hace algunos años, así como nuevas incorporaciones recientes. Fundamentalmente empresas multinacionales de tecnología, nuevos emprendimientos digitales y empresas atravesando procesos de transformación digital en cualquier negocio o industria”.
Sobre el cierre de Montezuma & Porto (M&P) puntualizó que “se llevó en los mejores y más colaborativos términos y la decisión se basó en la búsqueda de nuevos retos profesionales para ambos socios (…) Más allá de toda organización sobreviven las personas que nos conocimos y coincidimos en M&P y de quienes me llevo los mejores recuerdos. Existen espacios de colaboración que seguiremos promoviendo desde nuestros nuevos proyectos”.
Resaltó que la creación de esa firma “fue sin duda una de las experiencias más gratificantes de mi vida profesional y será siempre un referente importante. En pocos años escalamos una organización de cero que ocupó un lugar muy importante en un nicho de mercado no atendido. Estoy muy orgulloso de todo lo que logramos como sociedad de la mano del extraordinario equipo que nos acompañó en estos cinco años”.
“Vivir en digital no es más una opción”
Bajo esta premisa, Niubox Legal Digital defiende el nicho que ahora ocupa y con el que ha coqueteado su fundador desde hace un buen tiempo. En 2017, nuestra revista publicó un reportaje sobre la disrupción de las firmas de abogados, colocando a M&P como ejemplo de bufete semidisruptivo.
“Vivir en digital no es más una opción, en la medida en que nuestra sociedad se digitalice más, va a existir necesidad de atender los problemas legales derivados de ese fenómeno. Eso abre infinitas oportunidades porque a eso vamos. No hay vuelta atrás”, aseveró Montezuma.
Y, yendo más lejos, también afirmó que en el mercado peruano “nunca ha habido un mejor momento” para abrir una firma.
“Durante muchos años el mercado peruano estuvo muy concentrado en firmas tradicionales multiservicios. Sin embargo, un fenómeno bien interesante se ha venido en los últimos años: el aterrizaje de firmas extranjeras en alianza con firmas mediano-grandes locales (lo que ha exigido su modernización); y se ha abierto una gran oportunidad para firmas "boutech" (…) firmas enfocadas en ser una alternativa al modelo tradicional. Así como para los taxis apareció un Uber y para la industria hotelera apareció un Airbnb, urge una alternativa a las firmas convencionales. En ese espacio veo a Niubox”.
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