El abogado panameño Mariano J. Oteiza Díaz fue ascendido por Icaza, González-Ruiz & Alemán a socio. Con una trayectoria de 15 años en el bufete panameño, buscará hacer crecer su cartera de clientes como parte de las nuevas responsabilidades que asume. Considera que el mercado corporativo, en el que se especializa, es altamente competitivo, por lo que sugiere a sus colegas que se inician en la profesión armarse de paciencia, conocer las leyes, tener un gran don de de gente y hacer networking y mercadeo para destacar en ese campo y en el mercado laboral en general.
¿Qué recomendaciones les daría a los abogados que inician su carrera profesional y quieren dedicarse al derecho corporativo?
A mis colegas que estén iniciando su profesión les aconsejo armarse de paciencia y perseverancia. En el área de derecho corporativo se requiere una gran inversión de tiempo en networking, mercadeo y eficiencia en los servicios legales que uno provee a sus clientes, pues la plaza panameña, aparte de poseer una gran oferta de servicios legales, es sumamente competitiva. Dicha competencia se multiplica cuando la práctica de la profesión involucra la prestación de servicios corporativos desde otras latitudes.
¿Qué es lo que más le gusta y lo que más le desagrada de la profesión del Derecho?
Relacionarme con colegas y mantener contacto permanente con abogados y clientes de diferentes jurisdicciones es un tema que me apasiona y disfruto mucho. Un punto negativo que pudiese mencionar es que en esta área del derecho a la que me dedico, el servicio constante y la prestación de servicios en forma oportuna, forma parte importante de lo que el cliente analiza cuando decide trabajar con una firma de abogados en particular. Por consiguiente, uno debe permanecer constantemente involucrado con su trabajo y, por ende, es muy difícil “desconectarse” de verdad y descansar.
¿Qué habilidades deberá cultivar un abogado para destacar en el mercado laboral del futuro?
Perseverancia, pues conseguir clientes en un mercado tan competitivo como el de servicios corporativos es muy difícil. Tan importante como ser un conocedor de leyes, un abogado debe tener un gran don de gente y relaciones interpersonales para tratar con sus pares. Calificarían también como habilidades importantes: la atención al detalle y la capacidad de innovación del abogado, para sacar provecho a todas las herramientas de tecnología que están a nuestra disposición hoy día.
Si no fuese abogado, ¿cuál profesión hubiese escogido y por qué?
Asesor financiero o administrador de empresas. Buscar el rendimiento óptimo de una empresa siempre me ha apasionado.
¿Cuál ha sido la mejor inversión para su carrera profesional?
Además de la educación, la mejor inversión debe ser en uno mismo para crecer como persona. Siempre he sido fiel creyente que uno debe tratar a los demás como quisiera que lo traten a uno y de esa forma cosechar de la sociedad el buen trato que sembremos.
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