Luis Enrique Antúnez y Olórtegui se convirtió en el quinto socio del bufete peruano Escribens, Valdivieso, Vega Soyer & Guerra Abogados (EVVG Abogados), después de que la firma que fundó su padre en 1979 bajo el nombre de Antúnez Abogados se integrara a este. El profesional del derecho, con más de 30 años de carrera, lidera desde julio el área de litigios. Cree que tiene el gen de la profesión en la sangre, pues sus padres también fueron abogados y sugiere a las nuevas generaciones actualizar sus conocimientos constantemente.
¿Cuáles son sus objetivos a corto, mediano y largo plazo en su nueva posición?
A corto plazo, mi objetivo es lograr una integración efectiva de los equipos de trabajo de la manera más pronta y eficiente posible, a fin de que nuestros clientes perciban a la brevedad las ventajas que ofrecemos. A mediano y largo plazo, comparto los objetivos de mis socios de ser una firma de abogados enfocada en sus clientes a fin de brindarles el mejor servicio legal, con compromiso, rapidez y con valores.
¿Cómo un abogado puede desarrollar su marca personal?
Antiguamente, esto se basaba principalmente en el prestigio del abogado en el foro; hoy existen estrategias especializadas de marketing, revistas especializadas y rankings que nos ayudan a desarrollarnos. Considero que el profesionalismo, la honestidad, el compromiso y la lealtad hacia el cliente son los elementos básicos para cualquier abogado que busca desarrollarse profesionalmente y consolidarse como una “marca” reconocida en el mercado.
Mencione un caso que haya marcado su carrera profesional y por qué
Existen varios casos y no solo referidos a litigios. Por ejemplo, recuerdo un concurso para la adquisición de activos de una empresa en liquidación, en el que nuestro cliente tenía, aparentemente, menos oportunidades de ganar frente a otros competidores; no obstante, resultó ganadora porque se hizo un estudio adecuado de las bases y de las probabilidades. Otro caso que también recuerdo por su complejidad, y en el cual fue menester estudiar a fondo el tema de las relaciones entre fabricantes y distribuidores de equipos de telecomunicaciones, también tuvo un resultado favorable para nuestros clientes.
Si no fuese abogado, ¿cuál profesión hubiese escogido y por qué?
De joven mi primera opción no fue ser abogado. Sin embargo, dado que mis padres eran abogados, creo que ya tenía la profesión en los genes y, por ello, volvería a ser abogado.
¿Cuáles son sus estrategias para ser más productivo?
Principalmente, rodearme de un equipo capaz, honesto, compenetrado y comprometido.
¿Qué recomendaciones le daría a los abogados que inician su carrera profesional y quieren dedicarse a litigios?
Tienen que comenzar desde abajo, esto es, desde armar el escrito hasta presentarlo virtualmente o hacer la fila en el juzgado como se hacía antes. Que no todos los casos son iguales y cada uno debe ser estudiado como nuevo y que no dejen de actualizar sus conocimientos.
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