
El 5 de marzo, concluyó al fin la batalla legal que enfrentaba a Louis Vuitton y Van Cleef & Arpels, cuando la Sala Comercial, Financiera y Económica del Tribunal de Casación de Francia falló a favor de Louis Vuitton en la demanda por competencia parasitaria que Richemont International, matriz de Van Cleef & Arpels, presentó contra ellos en 2017, por su colección de joyas Blossom (conocida también como Monogram) que tiene piezas con un diseño de trébol de cuatro hojas en piedra dura semipreciosa enmarcada en oro, que Richemont insistió copiaba su colección Alhambra, de casi 60 años de antigüedad.
La sala de casación fue el último tramo del largo litigio y esta falló sobre la apelación que Richemont hizo sobre la decisión del Tribunal de Apelación de París (de junio de 2023), que desestimó los argumentos del demandante al considerar que LV no incurrió en competencia parasitaria con Blossom ni que su campaña de promoción para esta colección difuminaba la distinción entre las dos colecciones de joyas.
Tanto el Tribunal de Casación como el Tribunal de Apelación de París no encontraron intención parasitaria, fundamentalmente por dos motivos: que los elementos florales son comunes en los diseños de joyería (LV siempre dijo que Blossom estaba inspirada en su monograma toile, registrado como marca, además) y que Louis Vuitton, como empresa, nació en 1896.
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La acusación de Richemont insistía en que Blossom no solo copiaba Alhambra, con su diseño de trébol de cuatro hojas con piedras semipreciosas sino también con la publicidad relacionada, por esto pidió al tribunal que emitiera una orden para bloquear la fabricación y venta de Blossom, 15 millones de euros en daños y perjuicios y la publicación de un anuncio reconociendo la sentencia, en la web de LV.
Los demandados señalaron que las joyas con figuras florales son comunes en la industria, especialmente los tréboles, y que pertenecen a las tendencias actuales del mercado. El Tribunal de Casación no encontró, como el anterior, suficientes pruebas de que LV tenía una intención parasitaria con Blossom, sobre todo tomando en cuenta que, para la ley francesa, el parasitismo debe ser deliberado y no casual, particularmente cuando la coincidencia entre dos productos puede explicarse con prácticas comunes, o tendencias, dentro de una misma industria y la superposición que ello supone. Además, los jueces de ambas cortes encontraron diferencias significativas entre las dos colecciones.
Este fallo plantea cuestiones importantes sobre la protección y preservación de la propiedad intelectual y los legados creativos en la industria de la moda. De acuerdo con Bird & Bird, desde el punto de vista jurídico, este caso sirve como un repaso al concepto de aprovechamiento indebido y cómo lo manejan los jueces franceses: mediante un análisis exhaustivo de los hechos y una consideración cuidadosa de las prácticas del mercado y de la industria.
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