Es revelador que la sesión de la Conferencia Anual de la International Bar Association (IBA) que contaba posiblemente con más socios gerentes de firmas legales fue justo la sesión liderada por su Comité de Mujeres Abogadas (WLC), bajo el nombre de “Males: Champions For Change” (Hombres: los Campeones del Cambio). No es simple casualidad, sino el reconocimiento de que el progreso en términos de equidad de género será mucho mayor y más rápido si se convoca la participación de los hombres, quienes en muchas jurisdicciones son los que siguen liderando el ejercicio de la profesión.
La sesión fue el lanzamiento oficial del pacto 'Male Champions for Change' Pledge, que ya había sido anunciado previamente por LexLatin, destinado a ser adoptado por firmas de servicios legales de todo el mundo, que reconoce la importancia de involucrar activamente a los hombres en la lucha por la paridad.
Te puede interesar: ¿Cuál es el papel de los líderes masculinos para lograr la igualdad en la profesión jurídica?
Suscribirlo implica aceptar el desafío: que sean los hombres los que también se atrevan a combatir las normas de género tradicionales y a liderar cambios culturales estratégicos a favor de la igualdad. En consecuencia, se resalta la importancia de que los hombres aprovechen sus posiciones de influencia para asignar recursos a iniciativas que apoyen la equidad de género, como programas de mentoría y capacitación en diversidad.
La idea es convertir a los líderes masculinos en modelos a seguir por otros hombres dentro de la profesión. Líderes de todas partes del mundo asistieron a la sesión que, de hecho, se enriqueció con las experiencias de destacados abogados de México, Brasil, Sudáfrica, Canadá, Reino Unido y los Estados Unidos. Hombres a los que une la certeza de que la equidad de género beneficia a todos, no solo a las mujeres, al crear un entorno de trabajo más colaborativo e innovador que atrae al mejor talento y mejora el rendimiento general del negocio.
Fue la ocasión propicia para armar una mesa redonda en la que se discutieron diversas experiencias, por momentos cándida y honesta, alrededor de cuatro variables esenciales para la equidad de género en el derecho:
- Sesgos en contra de las mujeres.
- Brecha salarial.
- Trabajo flexible.
- Ejemplos de mejores prácticas profesionales, como mentorías y patrocinios.
Quizá quieras leer: ¿Cómo liderar preguntando?
Una perspectiva que representa muy bien el contexto, no solo de México sino de Latinoamérica, fue la que aportó Manuel Galicia, socio fundador de Galicia Abogados. Galicia admitió lo difícil que a veces es reconocer la discriminación consciente e inconsciente cuando una persona lleva décadas enteras viviendo y trabajando en un país lastrado por una larga historia de costumbres machistas y patriarcales. Para contrarrestar eso, en su despacho se ha iniciado un proceso pedagógico con talleres específicos desde hace cuatro años, en los que ha sido esencial poner a los hombres en una situación incómoda al reconocer sesgos de los que no eran conscientes. Para Galicia, una política de tolerancia cero a la discriminación exige no solo establecer un protocolo para denunciar conductas indebidas, sino sobre todo para prevenirlas.
Para prevenir, por ejemplo, lo que le confesaba una colega mujer muy destacada en Brasil a Pedro Whitaker de Souza Dias, socio de Mattos Filho, quien relató: mientras que los hombres deben correr una milla para llegar a la meta, las mujeres deben correr milla y media para la misma recompensa. Deben esforzarse más, sacrificarse más, comprometerse más, usualmente con menos incentivos y menso respaldo.
Es lo que tiene que cambiar, y por eso la IBA y el WLC esperan que esta iniciativa catalice una transformación significativa en la cultura legal global, promoviendo un ambiente más inclusivo y equitativo que beneficie a profesionales de todos los géneros.
}
Add new comment