Las firmas venezolanas LEĜA e Imery Urdaneta Calleja Itriago & Flamarique firmaron un acuerdo de fusión con el que se incorpora todo el equipo de esta última -desde sus sedes en Caracas, Valencia y Barquisimeto- a LEĜA. La absorción fue anunciada el 5 de abril y la marca funcionará bajo el nombre de LEĜA.
“Hicimos una evaluación en conjunto de los diferentes perfiles, base de clientes, trabajo que se ha desarrollado, así como de las condiciones particulares de cada quien. En ese sentido, se decidió la incorporación de varios socios en el nivel de equity”, dijo José Gregorio Torrealba, socio de LEĜA.
De esta manera, el equipo de LEĜA ha quedado integrado por más de 50 abogados, de acuerdo con la nota de prensa, 26 de los cuales son socios. De estos, 10 son socios sénior: Luis López-Durán, Carlos Domínguez, Miguel Rivero, José Gregorio Torrealba, Jesús Sol Gil, John Tucker, Pedro Urdaneta, Gabriel Calleja, Faustino Flamarique y Pedro Jedlicka. Marcel Imery se incorpora en carácter de consultor. Carlos García Soto y Luis Azuaje de Imery Urdaneta ingresan como socio y socio júnior, respectivamente. Luis López-Durán y Carlos Domínguez seguirán siendo los socios coadministradores del bufete.
Las negociaciones comenzaron en septiembre de 2018, reveló Pedro Jedlicka, socio de Imery Urdaneta. “Nosotros compartíamos con ellos la visión de que en medio de la crisis lo que corresponde es fortalecerse para poder afrontar lo que implica la situación. Y si se producen los cambios que esperamos en el país, estamos preparados para atender esas circunstancias. Esa visión de crecimiento y fortalecimiento nos unía y nos llamó a darle más fuerzas a esta fusión”, añadió.
-Hace justo un año, Lega pasó por un proceso de rebranding y reestructuración. ¿Qué lecciones/aprendizajes saca de ese proceso y que le servirán para llevar a cabo esta fusión?
-Torrealba: Una de las intenciones del rebranding era la modernización de la firma, adaptar la identidad de esta nueva sociedad que tenemos en LEĜA. Es una firma de muchos años en el mercado y, básicamente, las nuevas generaciones van tomando control. Una de las lecciones que han marcado el último año es que la versatilidad de la firma nos ha permitido alcanzar objetivos que de una u otra manera no hubiésemos podido con políticas rígidas y una mentalidad de los años 90.
-¿Cuáles son los beneficios de fusionarse con una estructura como la de LEĜA?
-Jedlicka: Nosotros tenemos muchos clientes transnacionales y LEĜA tiene una presencia y una proyección internacional muy importante. Es miembro de las principales redes de firmas independientes del mundo. Esa consolidación que tiene junto con el perfil de nuestros socios y clientes es una suma muy importante. Compartimos valores y principios importantes en este momento.
Por otra parte, de acuerdo con ambos socios, la respuesta de los clientes ha sido excelente. Sostienen que se han fijado en todas las áreas que se han fortalecido y que han encontrado mucho entusiasmo y apoyo, puesto que están seguros de que esto redundará en su beneficio.
En cuanto al mercado legal venezolano, los abogados tienen expectativas altas y su idea es fortalecer LEĜA de cara al futuro.
-El mercado legal venezolano enfrenta ahora múltiples desafíos. A juzgar por los últimos movimientos (absorción de Norton Rose por parte de Dentons, disminución de la plantilla de Baker McKenzie, interés por parte de Holland & Knight en el mercado venezolano) pareciera que se está preparando para un cambio. ¿Cómo lo ven ustedes?
-Torrealba: La idea es prepararse para lo que es el futuro de Venezuela en cualquier escenario. Tenemos que ser una firma fuerte, sólida, para aguantar la tormenta que estamos viviendo y la idea de esta fusión es afirmar esa solidez, para mantenernos como una firma líder en el mercado. Nosotros decidimos asumir la Venezuela que vivimos y ver la situación con optimismo, para tener la capacidad de sobrevivir y vivir en el país. Es difícil tomar la palabra por todo el gremio, pero en LEĜA creemos que nuestro destino está en Venezuela, en estar aquí para nuestros clientes y haciendo vida profesional en Venezuela. Lo que está pasando, desde nuestro punto de vista, no debería ser visto como un escenario a largo plazo si bien nos preparamos para cualquier circunstancia, somos optimistas sobre el futuro de Venezuela.
-Jedlicka: El desafío es la consolidación. Efectivamente, hay varias maneras de ver la crisis y nosotros decidimos ser optimistas y asumir una posición de bajo riesgo frente a una situación de incertidumbre. Por eso todo lo que estamos haciendo busca consolidarnos en este mercado, en los clientes que siguen creyendo en Venezuela y apoyarlo. Esa es la manera en cómo nosotros decidimos afrontar esta crisis puntual: apoyar a los que están y necesitan nuestra ayuda más que nunca.
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