La lucha contra el aumento de la inflación ha llevado a varios bancos centrales de América Latina a aumentar sus tasas de interés de referencia.
A lo largo del año, los llamados organismos emisores han estado haciendo ajustes, pero estos se han hecho más significativos en los últimos días.
El 15 de junio, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos aumentó en 75 puntos porcentuales (0,75 %); un ajuste de una magnitud que no se veía desde 1994. La inflación anualizada de 8,6 % en mayo, la más alta en cuatro décadas, llevó al organismo a tomar la medida y a advertir que no descarta fuertes incrementos en lo que resta de 2022. Hasta ahora, el Banco Central de Estados Unidos ha subido los tipos de interés tres veces este año.
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A esta decisión han seguido las tomadas por el Banco de México (Banxico), que en una medida sin precedentes el 23 de junio incrementó la tasa de referencia en igual medida que la Fed, ante la elevada inflación que registra. Pero no solo fue eso, también corrigió su pronóstico de inflación general y subyacente para lo que resta de este año y hasta 2024. Banxico estableció su meta de inflación en 7,5 % para el cierre de 2022, cuando meses había atrás la había calculado en 6,4 %.
Argentina se adelantó a México y el 16 de junio el Banco Central del país aumentó la tasa de interés de referencia, de 49 % a 52. Este es el sexto incremento que aprueba la autoridad monetaria local. Además de reducir la inflación, que en mayo alcanzó 60,7 %, la medida apunta a mantener la estabilidad financiera y monetaria y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). La decisión responde al acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar un crédito de 44.000 millones de dólares.
Chile ajustó la tasa en 0,75 % desde 8,25 hasta 9 % el 7 de junio y Perú lo hizo en mayo, cuando la elevó de 5 % hasta 5,50 %. En Colombia, el Banco de la República fijó el indicador en 5 % en marzo pasado.
El llamado del Banco de Basilea
El Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), conocido como el Banco de Basilea y presidido por Agustín Carstens, exsecretario de Hacienda y Crédito Público de México, llamó a los bancos centrales del mundo, a los que representa, a actuar con rapidez y determinación “antes de que la inflación se arraigue”, lo que necesariamente pasa por incrementar las tasas de interés.
En su reunión anual, advirtió que la guerra en Ucrania, el aumento de los precios de las materias primas, las persistentes interrupciones por la pandemia, así como las debilidades financieras ponen a la economía global en riesgo de entrar en una etapa de elevada inflación. También llamó la atención sobre el riesgo de caer en estanflación, un contexto marcado por alta inflación y un crecimiento económico débil.
Los temores de una recesión global, producto de la medida asumida por la Fed, se mantienen, aunque el objetivo sea frenar la inflación sin amenazar la expansión económica y el empleo.
La lucha de Chile y Argentina en el mercado cambiario
Analistas financieros anticipaban las respuestas de los bancos centrales de la región en resguardo de sus monedas.
Chile lucha desde hace varios días por contener el alza del tipo de cambio, que el 25 de junio alcanzó un máximo histórico al llegar a 920 pesos por dólar, en respuesta a factores externos, pero también a la incertidumbre del mercado local en relación con el temor a una recesión económica. Aunque la intervención del Ministerio de Hacienda se había descartado, el organismo sorprendió al anunciar la liquidación de activos por 5.000 millones de dólares en los próximos dos meses para contener la apreciación del dólar. El fin de semana, el Banco Central de Chile también anunció un acuerdo con el Banco de Basilea que le permitirá contar con liquidez complementaria en dólares usando como garantía instrumentos denominados en yuanes (o renminbis).
Si bien algunos analistas esperan que la moneda estadounidense se estabilice, no creen que su cotización en relación con el peso chileno baje, pues aseguran se mantienen las condiciones que lo han llevado a alcanzar niveles históricos. También avizoran para esta semana el alza del precio del cobre luego de las caídas sufridas los días previos.
El lunes fue feriado en Chile y ayer, cuando abrieron los mercados, el tipo de cambio bajó hasta 988,85 pesos tras conocerse la recuperación del precio del cobre. Sin embargo, al término de la jornada escaló sobre los 911 pesos por dólar.
En Argentina los dólares paralelos o tipos de cambio libres (blue, mayorista, solidario, CCL y MEP) se dispararon luego que el Gobierno modificara las normas de acceso al mercado único cambiario, que restringe las importaciones, como una vía para frenar la caída de las reservas internacionales. Con ello se "evita una devaluación brusca del tipo de cambio oficial", según el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce. El riesgo país llegará a máximos históricos al aumentar 3,2 % -hasta 2.508 puntos básicos- como consecuencia de la caída de los bonos de deuda.
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