Gardere Wynne Sewell LLP y Foley & Lardner LLP unieron sus fuerzas en una sola firma que inició labores el primero de abril, luego de dos años de negociaciones.
El nuevo bufete ha sido nombrado Foley Gardere Arena en la Ciudad de México; Foley Gardere en Austin, Dallas, Denver y Houston; y como Foley & Lardner LLP en las restantes 18 oficinas distribuidas en Estados Unidos, Asia y Europa. El bufete sumará mil cien abogados, aproximadamente, e ingresos conjuntos por USD 830 millones.
En conversación con LexLatin, la firma aseguró que no habrá cambios en la estructura del personal y que se sumaron nuevos miembros al comité de gestión, como Holland N. O'Neil, presidente de Gardere. Agregó que “siempre buscará recurrir a (contrataciones) laterales de alto calibre que puedan contribuir con nuestros clientes y nuestra firma”.
Foley señaló que los clientes de ambos bufetes ya fueron notificados y esperan que estos “valoren los servicios y la plataforma que ahora podemos ofrecerles en una variedad de áreas de práctica, industrias y ubicaciones”.
Precisamente, la expansión en los servicios es otro de los beneficios de la fusión junto con el crecimiento geográfico. Foley aumentará en las prácticas corporativa, energética, de litigios, propiedad intelectual (PI), relaciones gubernamentales y reorganización, y reestructuración financiera. Puntualmente, en la práctica energética añadirá recursos en los grupos de petróleo y gas, energías renovables, infraestructura y financiamiento de proyectos. Y, para los clientes de Texas, profundizará sus prácticas de capital privado, capital de riesgo y PI.
Para Gardere la combinación significará mejoras en los sectores automotriz, deportivo, tecnológico y de ciencias de la vida. También sumará talento en el área de asuntos gubernamentales en Washington, D.C.
El impacto geográfico implicará que Foley tendrá presencia en Texas (Austin, Dallas y Houston), Denver y la Ciudad de México, gracias a Gardere, mientras que clientes y abogados de Gardere tendrán presencia en el Medio Oeste, las Costas Este y Oeste de Estados Unidos y Florida, así como en Bélgica y Tokio.
Para las firmas la fusión es totalmente positiva. "Foley y Gardere están mejor juntos", dijo Jay Rothman, presidente y director general, en un comunicado.
A medida que evoluciona la demanda de servicios legales, también lo hacen los proveedores legales. Con eso en mente, la razón más importante para esta combinación es la capacidad mejorada que brinda a nuestros abogados para servir mejor a nuestros clientes. Esperamos una transición fluida, en parte porque los valores centrales de ambas firmas se superponen de manera significativa, pero también porque Foley y Gardere tienen una larga relación a través de referencias, por lo que nuestros clientes podrán consolidar sus proveedores legales y aprovechar un banco de talentos más profundo, con capacidades ampliadas".
Sobre las sinergias entre las firmas comentó Holland N. O'Neil: "Tanto Foley como Gardere han sido históricamente reconocidos por su compromiso con el servicio al cliente y la capacidad de asesorar a los clientes a través de sus desafíos legales y comerciales más multifacéticos. Al integrar nuestros recursos, tendremos capacidades y canales distintivos para brindarles a nuestros clientes consejos estratégicos e innovadores, y finalmente continuar habilitando nuestra cultura compartida con los clientes".
Durante 2017, Gardere Wynne Sewell reforzó la práctica de comercio internacional con la incorporación de los nuevos socios Alejandro N. Gómez-Strozzi y Marcos Carrasco Menchaca, más tres asociados a partir del 2 de enero. En febrero, el bufete incorporó a Andrés Álvarez como consultor jurídico extranjero, quien había sido director jurídico del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), a su oficina de Dallas, Texas. Y en el mes de octubre, la firma anunció la integración del Bufete Hernández Romo, boutique de arbitraje y litigio comercial, en la capital de México.
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