Francisco (Paco) Turueño Duffour ingresó como consultor de la práctica de mercado de capitales de Chávez Vargas Minutti Abogados. Con 30 años de carrera, el abogado se especializa en derecho corporativo, bursátil, financiero y administrativo. En esta entrevista recomienda a jóvenes interesados en el mercado de valores y financiero prepararse en áreas del derecho afines y en contabilidad y finanzas, así como conocer lo básico del ciclo del dinero.
¿Qué recomendaciones le daría a los abogados que inician su carrera profesional y quieren dedicarse al derecho bursátil?
La primera y más importante recomendación es que busquen dentro de ellos la vocación y pasión por el ejercicio profesional. La vida del profesionista es diferente a la del empresario o comerciante. El beneficio económico llega, pero tarda, no es lo mismo que en los esfuerzos empresariales. La profesión necesita pasión, de otra manera es muy fácil quedar deslumbrado o frustrado.
Respecto del derecho bursátil y financiero es muy importante tener una base sólida en derecho mercantil y administrativo, conocer a fondo las obligaciones civiles y contratos. Es un área muy técnica y envuelta en contratos complejos con obligaciones múltiples. Las causales de nulidad aparecen en todos lados si no se tiene cuidado. También es recomendable acercarse al mundo de la contabilidad y finanzas. Es muy conveniente poder identificar si la operación que se está recomendando tiene lógica financiera para la empresa, de otra forma solo serán redactores de documentos, no conseguirán negociaciones de profundidad. Explorar las plataformas financieras es buena idea para entender la mecánica de los mercados y los nuevos productos que surgen en el concierto del mundo financiero global. Que aprendan lo básico de las criptomonedas, transacciones electrónicas, medios de pago, en general, el ciclo del dinero.
¿Qué habilidades deberá cultivar un abogado para destacar en el mercado laboral del futuro?
Ya no es el futuro, es el presente. Saber tecnología es indispensable, el mundo es digital, es instantáneo, esto hace que los momentos de reflexión se hayan acortado. El profesionista necesita responder asertivamente casi de manera inmediata. Un pensamiento claro y el estudio de la lógica y la sociología ayudan. No hay espacio para la duda. El mundo del dinero es rápido, vertiginoso, es como la guerra. El profesionista tiene que estar en forma y actualizado siempre. En el mundo financiero las operaciones son fugaces, no se puede estructurar una transacción pensando en que los problemas se resolverán en un arbitraje o en un juzgado. Es mejor evitar problemas, con contratos y operaciones claras.
Aprender idiomas, pero sobre todo inglés. Esto te permite acceder a textos en otras lenguas, entender otras maneras de pensar. Estar al día en el mundo de los negocios financieros. Otras grandes inversiones han sido los estudios de posgrado, diplomados y conferencias, estudiar nunca termina y si no continúas te apagas, te marchitas, ya no entiendes y te vas aislando. El derecho bursátil y financiero es cambiante. Lo que ya dominas hoy no sirve, ya hay otra cosa.
¿Cómo un abogado puede desarrollar su marca personal?
Observa, pregunta, investiga. Primero domina el tema (estudia, reflexiona) y domínate a ti mismo, después analízate, revisa tus resultados, averigua porqué fallaste, aprende porqué fuiste exitoso en la tarea encomendada. Si dominas la materia (objeto) y te dominas a ti (sujeto) podrás identificar y desarrollar tu estilo y marca personal. La improvisación no es una buena marca para desarrollar. La genialidad solo es producto de la práctica.
En su opinión, ¿cuál es la principal dificultad que enfrentan los bufetes al usar medios digitales?
La primera, en muchos casos, es la brecha generacional entre los socios mayoritarios y los jóvenes profesionistas. Los abogados de la Generación X y anteriores no dedican el presupuesto y tiempo necesarios. Confían en las herramientas de los años 2000. Desestiman herramientas como el mercado digital, no conocen el funcionamiento de las redes sociales. Los mejores equipos los reservan para ellos y los usan para trabajos básicos, los equipos usados o menos eficientes los entregan a los jóvenes. Tienen herramientas de última generación para ver su página donde aparecen sus compañeros de preparatoria y no tienen idea del potencial. Creo que hay un gran espacio de oportunidad para desarrolladores de sistemas, programas y aplicaciones en el mundo legal, ya que lo que comúnmente encontramos son programas para facturación de tiempo y seguimiento de asuntos litigiosos o marcarios, pero no conocen funcionalidades de otras herramientas. La gran oportunidad se acerca ya que el cambio generacional en los directivos de los despachos ya comenzó. Escuchar (no solo oír) y aprender de los jóvenes es indispensable, ya que los colaboradores en las empresas de los clientes ya cambiaron de generación y requieren otro servicio, otra actitud, otro tiempo. Cambiando la “actitud” se cambia el presupuesto y se destinan recursos. La tecnología puede no ser tan costosa, pero necesita que se le dedique algo de atención y asignación presupuestal.
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