La pandemia trajo nuevos retos para los bufetes de abogados que atienden transacciones que involucran legislaciones de dos o más países. Con las restricciones de viaje, la imposibilidad de reunirse y las reuniones virtuales, la práctica colaborativa reformuló su rol en el cierre y la negociación de diversos acuerdos legales.
Al respecto, Alejandro Fiuza, director regional para las Américas de The Law Firm Network (LFN), asociación de firmas de abogados independientes y socio y coordinador de la práctica latinoamericana en la firma internacional Brown Rudnick, comenta que si bien se puede afirmar que la pandemia ha demostrado que los deals pueden cerrarse de forma remota, “los bufetes de abogados locales aún desempeñan un papel muy importante para ayudar a navegar los entornos desafiantes en Latinoamérica y para brindar la asistencia de última milla que se necesita en acuerdos transfronterizos”, señala.
De acuerdo con S&P Global Market Intelligence, la cantidad de fusiones y adquisiciones en Latinoamérica tuvo una caída del 33 % durante los primeros meses de 2021, comparado con el mismo periodo de 2020, una tendencia que, se espera, se revertirá por el auge de innovaciones y tecnología, además de ser impulsada por operaciones de capital de riesgo.
Solo en adquisiciones, de acuerdo con Ágora, de LexLatin, el número de operaciones realizadas en enero pasado representa un 66 % de las que se cerraron durante enero de 2021.
“Aun cuando el mercado latinoamericano de M&A se recupere del impacto de la pandemia, quedarán desafíos por cubrir en múltiples frentes. Las empresas que se vieron muy afectadas por los cierres gubernamentales y otras restricciones ahora son target, pero posiblemente se enfrentan a una mayor incertidumbre en los mercados tradicionales de Latinoamérica, como resultado de la inestabilidad política”, comenta el experto.
Esta es la oportunidad que identificó la LFN sobre concretar alianzas estratégicas. En palabras de Peter W. R. Krarup, presidente de The Law Firm Network y socio de la firma danesa Mazanti-Andersen, la mayoría de los bufetes de abogados tiene oficinas en pocos países, por lo que contar con una red de colaboración en diferentes latitudes permite brindar un mejor servicio para clientes que realizan transacciones multijurisdiccionales y de una forma más ordenada.
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De acuerdo con el presidente de la LFN, la asociación tiene un ventaja fundamental que consiste en una serie de opciones de asesorías legales, en diferentes ramos y países, que permiten encontrar al profesional con la experiencia que la situación demanda.
“Dado que LFN se basa en relaciones personales y de largo plazo, las necesidades del cliente siempre tendrán prioridad y, por lo tanto, es importante para un miembro que un caso referido se maneje de manera profesional, rápida y correcta”, detalla Krarup.
Por su parte, Fiuza estima que el crecimiento de la clase media en América Latina planteó nuevos retos para la colaboración entre bufetes con diferentes especializaciones y con un marcado tono transfronterizo.
Oportunidades en América Latina
Para el directivo regional de LFN hay sectores que sugieren ser una puerta de entrada, dinámica, a los negocios transfronterizos. Sin embargo, las regulaciones, los litigios y otros desafíos remarcan la importancia de la práctica colaborativa al hablar de operaciones multinacionales.
Algunas de esas ‘puertas dinámicas’ se encuentran en el sector tecnológico. De acuerdo con Ágora, las adquisiciones de empresas cuyo negocio se basa en tecnología, incrementaron, en Latinoamérica, en 25 % comparando el primer trimestre de 2020 con el de 2021.
Lo mismo sucede con el sector energético, para el que hay que considerar los compromisos gubernamentales y corporativos sobre la transición a fuentes renovables. Los registros de Ágora indican un crecimiento de adquisiciones, sobre energías renovables en la región, del 47 %. Esto durante el primer trimestre de 2020 y 2021, y se espera que continúe en crecimiento para este año.
También hay un puntual aumento en créditos o financiamientos, en 21 %, para el mismo periodo.
En este punto cabe anotar que los objetivos trazados por la Organización de Naciones Unidas (ONU), particularmente en la neutralidad de emisiones de carbono, han marcado la pauta de un nuevo paradigma de eficiencia —que ya es notorio— para los negocios.
Krarup añade que en América Latina existe un importante comercio entre los países de la región y que, cada vez más, la necesidad de asistencia legal fronteriza se ha hecho necesaria.
“La visión del negocio en pospandemia brinda una oportunidad única para expandir la colaboración entre países”, enfatiza el presidente de la LFN.
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Desafíos de la LFN
Además de la constante búsqueda de oportunidades en el continente, otro de los retos que tiene la LFN es el regreso a los encuentros presenciales.
Hace apenas unos días, la asociación celebró su conferencia regional en Miami, donde 13 ponentes, entre ellos Mark Dorff de Brown Rudnick; Eduardo Boccuzzi de Boccuzzi Advogados; Gonzalo Oliva Beltrán de Barreiro, Oliva, De Luca, Jaca & Nicastro; Ricardo Ríos Ferrer de Ríos Ferrer Guillén Llarena Treviño y Rivera; José Tomás Barrueto de Bertrand-Galindo Barrueto Barroilhet; Romina Santroni de Santroni Parsons; Santiago Thomás de Carranza de Thomás de Carranza Abogados; Rafael Truan Blanco, LFN executive director, Fernando Peláez-Pier CEO de LexLatin y Rosa Rascón, legaltech consultant de Thompson Reuters, discutieron temas relacionados con las fuentes de financiamiento para tecnologías limpias; los nuevos vehículos de inversión con énfasis en VC, SPAC, NAC y el financiamiento de litigios en relación con el cambio climático.
En la conferencia expertos hablaron también sobre industrias como la de hidrógeno en Chile, la reforma energética mexicana y el posible rol de Argentina como proveedor de recursos naturales y energía limpia.
“El desafío más evidente es retomar las reuniones y conferencias presenciales, ya que la red se funda y fortalece con las relaciones personales entre los miembros”, asegura el presidente de LFN.
El 16 de octubre de este año, la LFN celebrará su 13era Conferencia Anual en Budapest.
“LFN tiene miembros en más de 52 países y tenemos una red global extendida con bufetes de abogados en cerca de 80 países adicionales. Pero nuestro enfoque seguirá estando en ganar nuevos miembros para que las jurisdicciones que actualmente no están cubiertas puedan estar representadas”, refiere el presidente de la Asociación.
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