La semana empezó con la noticia de que Paul Rawlinson, presidente global de Baker McKenzie –y de 56 años de edad-, murió el pasado viernes por causas desconocidas, luego de haberse tomado un descanso de seis meses. Cuando Rawlinson se retiró citó problemas médicos causados por agotamiento y que, por recomendación médica, debía tomarse un descanso.
Baker McKenzie indicó en un comunicado que Rawlinson “fue un visionario, un verdadero líder y un buen amigo. Lo extrañaremos profundamente".
El abogado, nacido en Machester, fue parte de Baker McKenzie desde 1986 cuando entró a la práctica de propiedad intelectual. Diez años después fue nombrado socio, desde 2013 hasta octubre de 2016 fue el socio administrador de la oficina londinense de la firma, hasta que lo nombraron presidente global.
En su paso por la firma, Rawlinson participó en el Comité de Políticas y dirigió la práctica de Propiedad Intelectual Global desde 2004 hasta 2010. El abogado, graduado de la Universidad de Canterbury (Kent, Inglaterra, en 1984) era reconocido en su campo y por los medios ya que su participación en eventos como el Foro Económico Mundial o como abogado de Cisco y British American Tobacco le dieron visibilidad.
Por ahora, Jaime Trujillo Caicedo (socio colombiano, basado en Bogotá) nombrado presidente interino, luego del retiro de Rawlinson en octubre de 2018, continuará en este rol mientras la firma nombra a un sucesor permanente.
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