Nombrado recientemente socio en Beccar Varela, Daniel Levi hace énfasis en seguir desarrollándose en el sector de las tecnológicas financieras, ya que es en las empresas fintech donde más atención ha puesto en los últimos años. Habla en nuestro Cuestionario LexLatin de cosas que disfruta fuera de la profesión, como la música y la gastronomía.
¿Por qué decidió hacerse abogado?
Cuando comencé a estudiar derecho, me interesaba el lado más político de la abogacía, en el sentido de poder entender cómo llevada a la práctica -en las leyes- podía cambiar la vida de las personas.
Con el paso del tiempo, mi interés se orientó hacia las consecuencias económicas del derecho y advertí que el derecho empresarial y de los negocios era lo que, en definitiva, más me gustaba. Así que, los motivos por los cuales me interesé en la abogacía fueron cambiando a lo largo del tiempo.
¿Puede indicarnos una meta a mediano plazo?
Quisiera consolidarme, junto a mi equipo, como líder de referencia en las áreas en las que me desempeño, en particular en el sector fintech. Veo muchísimo potencial y le he dedicado mucha atención y especialización en los últimos años.
Asimismo, me gustaría continuar estrechando mi práctica con el mercado brasileño, en el que tuve oportunidad de trabajar y con el que mantengo un fluido intercambio.
¿Puede decirnos a quién admira como mentor (o un abogado que admire) y por qué?
Sería difícil mencionar alguna persona en especial. Diría que todos los profesionales que son más experimentados que yo, con los que he tenido la suerte de trabajar desde mis inicios, me han enseñado y transmitido valores que he intentado cultivar a lo largo de los años. En particular, aquellos relacionados con la generosidad para abrir puertas, la libertad para impulsar mis propias iniciativas, la humildad para aprender de los demás y el carácter para defender mis propias posiciones.
¿Puede indicarnos una película o libro que recomendaría a los estudiantes de derecho?
Un libro que recuerdo con cariño es Bartleby, de Herman Melville. Lo leí en mis primeros años de universidad y creo que dice mucho acerca de las cuestiones que nos inquietan a los abogados sobre el derecho y sus formas de representar la realidad. En cuanto a lo audiovisual, recomendaría la serie Better Call Saul, que además de ser actual y entretenida, muestra con cierta crudeza algunas vicisitudes muy propias de nuestra profesión.
Si no fuese abogado, ¿cuál profesión hubiese escogido? ¿Por qué?
Creo que me habría dedicado a la música o a la gastronomía, que son actividades que disfruto fuera del trabajo de todos los días.
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