Una nueva boutique se suma al ecosistema legal iberoamericano. El 11 de febrero fue inaugurada De la Esperanza Legal, con sede en Madrid, desde donde trabajará en operaciones transfronterizas con foco en América Latina brindando asesoría en las áreas financiera, mercantil e inmobiliaria, bajo las leyes española y del estado de Nueva York.
La firma es impulsada por el abogado Antonio de la Esperanza, quien luego de trabajar durante una década en Hogan Lovells decidió abrirse camino para llenar un vacío en el mercado jurídico latinoamericano en el que ha enfocado su práctica en los últimos cinco años.
“Creo que con mi experiencia trabajando en la región con organismos de desarrollo durante todos estos años, desde mi nueva posición puedo llenar un hueco en el mercado legal latinoamericano ayudando a empresas como abogado de Nueva York en aquellas operaciones en las que estas buscan financiación y no quieren asumir el coste de contratar una firma grande", manifestó de la Esperanza en entrevista concedida a LexLatin.
El abogado, quien tiene licencia para ejercer tanto en España como en Nueva York, es por ahora el único miembro de la firma.
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Considera que muchas veces las empresas deciden no contratar abogados de Nueva York para financiaciones y operaciones corporativas y cierran las negociaciones con sus abogados locales.
“Al ser una boutique y tener una estructura de costes limitada y junto con mi experiencia en el mercado, quiero proveer a dichas compañías de una representación adecuada bajo la legislación de Nueva York, trabajando conjuntamente con sus abogados locales e internos”, manifestó.
De la Esperanza busca ser una alternativa más eficiente que permita a esas empresas estar debidamente representadas a la hora de negociar con organismos multilaterales e instituciones financieras, facilitando las relaciones y reduciendo tiempos y costos en la obtención de un financiamiento.
Proyecciones 2021
De la Esperanza estima que el mercado de financiamiento y de inversión en startups va a tener mucha actividad este año.
“Los organismos multilaterales de desarrollo han levantado mucho capital en el mercado de deuda que van a tener que distribuir y, tras haberse ajustado a las realidades que han implicado 2020 para todo el mundo, ya están preparados para seguir apoyando a la región con financiamiento”, expresó.
La cartera de la boutique incluye empresas europeas de desarrollo de software e instituciones financieras con sede en países de América Latina. Su objetivo es ayudar a empresas españolas a conseguir financiamiento de organismos de desarrollo para expandirse en la región. Cree que hay muchos recursos financieros que las empresas españolas no están explotando y que ayudarían al desarrollo de sus negocios.
Sobre la reacción de clientes con los que trabajó en los últimos años comentó que han tomado de manera muy positiva el lanzamiento de su boutique. Aclaró que por tratarse de instituciones de desarrollo en su mayoría, solo pueden trabajar con una de las firmas del panel. No obstante, le agrada que le hayan manifestado que lo recomendarán como abogado de Nueva York en Latinoamérica.
La firma planea hacer contrataciones en el medio plazo para potenciar la práctica de derecho de Nueva York. No obstante, de la Esperanza está consciente de que “es muy difícil competir con las grandes firmas en cuanto a condiciones laborales. Queremos crecer de forma orgánica pero sin nunca aspirar a convertirnos en un despacho grande. Quiero mantener el espíritu de despacho nuevo el mayor tiempo posible”.
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Al referirse a los ALSP, cree que van a ser los mayores disruptores de la industrial legal en los próximos años. Observa que el panorama legal está cambiando y se va a atomizar dejando espacio a las grandes firmas para proyectos más grandes o que requieran una colaboración más estrecha entre varias áreas de práctica o jurisdicciones, así como un gran número de despachos pequeños o abogados autónomos, que van a conseguir gran parte de su trabajo a través de su asociación con ALSP.
También piensa que las ALSP ayudarán al desarrollo de las firmas más pequeñas y a la reducción de los costos legales de muchas empresas en operaciones que antes hacían los grandes despachos.
Considera que la propuesta de negocio de las ALSP respecto a las boutiques es muy parecida, con una oferta de servicios jurídicos de calidad a un precio moderado, a lo que suma flexibilidad en el cálculo de los honorarios tomando en cuenta que, normalmente, no están atados a un costo por hora de abogados.
“Las boutiques legales y las ALSP están condenadas a colaborar. Las ALSP se apoyarán en las boutiques para el reclutamiento de abogados para sus proyectos y las boutiques utilizarán a las ALSP como forma de conseguir deal-flow e ingresos”, resaltó.
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