Agustina Bomio ha sido promovida como socia y líder del área de fiscalidad internacional en Bragard, con base en Montevideo, Uruguay. Se ha especializado en las áreas de impuestos, financiera y fusiones y adquisiciones. Confiesa que de no ser abogada se hubiera convertido en economista.
¿Por qué decidió hacerse abogada?
Siempre me gustó la composición de problemas, la estrategia y la dialéctica. En la abogacía encontré una combinación interesante de estas que desde chica me atrajo bastante.
¿Puede indicarnos una meta a mediano plazo?
En lo profesional, la consolidación del área de litigios y arbitraje de Bragard que viene teniendo resultados espectaculares en los últimos años.
¿Puede decirnos a quién admira como mentor (o un abogado que admire) y por qué?
Jean Jacques Bragard, socio director de Bragard. De él aprendí, entre otras cosas, la importancia de conocer a cada cliente para poder anticipar sus necesidades y brindarle un servicio comprensivo de sus verdaderos requerimientos.
¿Puede indicarnos una película o libro que recomendaría a los estudiantes de Derecho?
El decálogo del abogado, de Eduardo Couture.
Si no fuese abogada, ¿cuál profesión hubiese escogido? ¿Por qué?
Economista. Me encanta la economía.
Add new comment