Este jueves, el presidente del Perú, Martín Vizcarra, tomó juramento a un nuevo gabinete encabezado por Walter Martos, quien ocupaba el cargo de ministro de Defensa. El nombramiento se da a menos de un mes de la última renovación del Consejo de Ministros. La crisis política en el país se acentuó el 4 de agosto pasado, cuando por primera vez en 20 años y en medio de una pandemia, el Congreso negó el voto de confianza a Pedro Cateriano, recién nombrado. La sesión duró 20 horas y terminó con 37 votos a favor, 54 en contra y 34 abstenciones.
Pedro Cateriano solo estuvo en el cargo 21 días. Si bien el voto de confianza es un mecanismo formal después del nombramiento de un ministro, la negativa dificulta el trabajo en conjunto entre el Ejecutivo y el Legislativo, algo indispensable durante la crisis sanitaria y económica que se vive.
Tras la decisión del Congreso se crea un ambiente de incertidumbre que dificulta la cristalización de las demás reformas estructurales propuestas para este periodo, como son las propuestas al sistema político, la universitaria y la lucha contra la corrupción.
En un comunicado, el presidente Martín Vizcarra aseguró que la iniciativa en educación no está abierta a negociación. Este tema es considerado como pieza clave en la votación de confianza. Cateriano aseguró durante su discurso al Congreso que diversos miembros habían condicionado su voto a la renuncia del ministro de educación, Martín Benavides. El mismo Congreso acordó que Benavides sea interrogado por cuestiones que atendió durante su cargo al frente de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU), antes de convertirse en ministro. Se cree que otorgó licencias a universidades que no cumplían con los lineamientos necesarios, como la Universidad Tecnológica del Perú y la Universidad Privada Peruano Alemana. Además, se le cuestiona la cancelación de la compra de tablets para niños en zonas rurales del país. Pese al ambiente político, Benavides permanece en el cargo.
Por su parte, Manuel Merino de Lama, presidente del Congreso, rechazó los rumores sobre las negociaciones antes de la sesión. La negativa de confianza obliga al presidente a preparar un nuevo gabinete en 72 horas y -debido a que el plazo para disolver el Congreso (de nuevo) venció el 28 de julio- el parlamento podría negar de nuevo un nombramiento y evitar que se logre una mancuerna entre ambos poderes, al menos hasta abril de 2021, cuando se celebran las votaciones generales.
Las hojas de vida de todos los nuevos miembros del gabinete fueron publicadas en la cuenta de Twitter del Consejo de Ministros. En caso de ser ratificados, permanecerían en su encargo solo ocho meses.
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