Fabiana Molina: “Los abogados externos tienen que estar disponibles en cualquier momento”

Fabiana Molina valora la disponibilidad de los abogados externos para agilizar las negociaciones / Bigstock
Fabiana Molina valora la disponibilidad de los abogados externos para agilizar las negociaciones / Bigstock
La abogada brasileña cuenta cómo ha sido desarrollarse en el sector empresarial gestionando personas y recursos en la serie de entrevistas ‘General Counsels’
Fecha de publicación: 15/03/2019
Etiquetas: general counsels, Brasil

Fabiana Molina se desempeña como gestora de equipos y responsable de planificación y seguimiento presupuestario del área donde trabaja, el Grupo DPSP. La minorista brasileña opera con las marcas Drogaria São Paulo y Drogarias Pacheco, actualmente con presencia en 10 estados de Brasil.

 

Molina lidera el departamento jurídico desde agosto de 2017, pero comenzó su carrera como abogada interna —en otra compañía— hace ya 13 años, dejando atrás varias experiencias en firma.

Fabiana Molina
Fabiana Molina

 

La rutina hizo que se decidiera por encaminar su carrera de forma que pudiera dar más rienda suelta a su gusto por las negociaciones, la gestión de personas y la oportunidad de participar en diversos asuntos. Hoy día puede presumir de una hoja de vida muy completa y que va más allá de su experiencia como abogada. El sector empresarial le ha permitido continuar su formación académica y desarrollar grandes habilidades como gestora de recursos y personas.

 

—En la carrera de todo abogado llega ese momento en el que hay que decidir entre el camino de abogado de firma y el de abogado in-house. ¿Cuál fue ese momento para usted y qué le llevó a tomar esa decisión?

 

Trabajaba en un bufete grande y tenía una rutina muy pesada. Solía ​​entregar proyectos, contratos, respuestas a consultas y no sabía el rumbo que esos casos tomaban, lo cual me incomodaba bastante.

 

Siempre me caracterizó mi gusto por las negociaciones, por interactuar con otras áreas y con diferentes asuntos. Eso no era común en el bufete, pues yo estaba bastante especializada. Así, me surgió una oportunidad en una gran empresa del área de infraestructura y decidí arriesgar.

 

No me arrepiento de la decisión que tomé, pues en el sector empresarial tuve la oportunidad de seguir desarrollándome como abogada (hice cuatro postgrados en diferentes áreas), pude participar de grandes proyectos (en mercado de capitales e infraestructura), gestionar personas y recursos financieros, además de asumir otras áreas, como la gestión de gobernanza corporativa y participar del comité de ética y compliance.

 

—¿Cuáles son los retos más grandes que enfrenta un consultor jurídico? ¿Puede dar un ejemplo de una situación difícil que le haya tocado manejar?

 

—Un consultor jurídico tiene que orientar sobre los riesgos de un determinado negocio o situación, tomando decisiones que tienen impactos diversos todo el tiempo, o sea, asumiendo riesgos. Con el tiempo y la experiencia conseguí desarrollar la calma y la madurez necesarias para esa toma de decisiones.

 

Al principio, sin embargo, tuve mucha dificultad. El abogado de empresa toma sus decisiones solo, con agilidad, sin la posibilidad de confirmar su entendimiento con un socio, lo que es común en una firma, por ejemplo.

 

—¿Qué es lo que más valora del apoyo de los abogados externos?

 

—Disponibilidad. Los abogados externos tienen que estar disponibles en cualquier momento, capacitados para proporcionar soluciones rápidas a las más variadas cuestiones. Además, un abogado externo tiene que ser capaz de proporcionar caminos, no solo vetar negocios.

 

—¿Cuáles son los tres principales criterios que utiliza para seleccionar a una firma de abogados?

 

—Credibilidad, asertividad en las respuestas y costo.

 

—Se habla mucho de que la facturación de honorarios bajo el sistema de tarifa horaria está desapareciendo. ¿Cuál es su opinión?

 

—Cada vez más, los gestores jurídicos han de tener previsibilidad en sus gastos, por lo que estoy de acuerdo en que este sistema esté desapareciendo. Hoy en día es más común negociar honorarios con base en horarios si hay un máximo. Es decir, una vez alcanzado este máximo, no hay más cobro.

 

—¿Qué consejo daría a las firmas de abogados para que sean verdaderos aliados de sus clientes corporativos?

 

—Yo aconsejaría ofrecer la disponibilidad y agilidad que los negocios corporativos requieren hoy en día. No es posible tener que esperar días por una opinión legal, o contratar abogados que no puedan apoyarnos para cerrar un negocio en un fin de semana, por ejemplo. Sugeriría también que las respuestas a las consultas fueran más asertivas, utilizando un lenguaje que los ejecutivos entiendan, y no el lenguaje rebuscado que muchas veces se utiliza.
 

—¿Cuáles son los principales retos que enfrenta el sector en el que su empresa desarrolla actividades?

 

—Los desafíos del sector de venta al por menor derivan de la agilidad del negocio, que requiere decisiones rápidas y sin comprometer la seguridad jurídica. Además, los negocios con márgenes financieros más reducidos exigen también un alto control de costos.
 

—¿La corrupción representa un problema en la jurisdicción o jurisdicciones de las cuales usted es responsable?

 

—Desgraciadamente la corrupción es un problema sistémico en Brasil. Aun así, las empresas están fortaleciendo cada vez más sus controles, para evitar cualquier tipo de situación que esté fuera de cumplimiento y castigue de forma ejemplar cualquier quiebra de procedimiento.

 

Así, el combate a la corrupción ha sido una tónica muy fuerte en el país y en las empresas, generando grandes oportunidades para abogados corporativos, que están asumiendo posiciones de relevancia para impedir situaciones no deseadas.

 

En mi carrera, ya tuve la oportunidad de implementar un programa de integridad, desarrollando contratos, entrenamientos, monitoreando prácticas, además de ser responsable por un comité de ética bastante efectivo, experiencia que fue muy gratificante.


—¿Cuál ha sido el aprendizaje aportado por el mundo empresarial a su perfil profesional?

 

—El mundo empresarial me ha dado una visión más completa de los negocios. Al analizar una cuestión, no me limito a ver solo los aspectos legales que envuelven el tema, sino que soy capaz de entender los impactos que esa decisión va a tener en el día a día de la empresa.

 

Además de la experiencia profesional en grandes empresas, creo que estudiar una maestría en administración de negocios (MBA por sus siglas en inglés) también me dio un bagaje bastante positivo. Hoy soy una profesional más versátil, me siento preparada para asumir posiciones en grandes empresas y también en firmas, pues el conocimiento que he adquirido en el mundo corporativo me convierte en una mejor socia de negocios.

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