Edgar Olvera Jiménez es el nuevo socio de Greenberg Traurig en Ciudad de México. Tiene una extensa experiencia en el área de telecomunicaciones, medios y tecnología (TMT), que incluye haber participado en las recientes reformas de telecomunicaciones de México.
Nada detonó su decisión de ser abogado, no tiene mentores deslumbrantes que guiaran su carrera, pero su trayectoria profesional da fe de una personalidad fascinante que hoy revela en nuestro Cuestionario LexLatin.
- ¿Por qué decidió hacerse abogado?
No existió un detonante específico. En casa tuve el ejemplo de mi hermano mayor. A pesar de eso, creo que la elección se fue construyendo poco a poco durante la búsqueda de la vocación, así como durante la carrera y la práctica en las cuales fui aprendiendo, descubriendo y atesorando uno a uno los conceptos de esta hermosa profesión.
- ¿Puede indicarnos una meta a mediano plazo?
Construir la mejor área en materia de telecomunicaciones, medios y tecnología, así como reforzar las prácticas administrativa y de protección al consumidor en Greenberg Traurig México.
- ¿Puede decirnos a quién admira como mentor (o un abogado que admire) y por qué?
No tengo un mentor como tal. Durante mi vida he aprendido y admirado a algunos de mis maestros y maestras, a algunos de mis jefes y jefas, a amigos y colegas. En suma, todos ellos me han enseñado y he aprendido en diferentes etapas de mi vida. Podría decir, por otra parte, que mi único mentor constante han sido los libros. En ellos he encontrado conocimiento y consejo permanente.
- ¿Puede indicarnos una película o libro que recomendaría a los estudiantes de derecho?
Siempre le trasmito a los jóvenes que la única forma de ser mejores abogados es leyendo sobre otras materias. El conocimiento del derecho, su técnica y las leyes son cosas que adquieren en la escuela. Las desarrollan en la práctica y con el aprendizaje en el litigio, en los negocios, en el foro en general, pero un abogado debe ser culto, inteligente, sofisticado, refinado en su pensamiento e innovador. Para esto necesitan ampliar su mente, aspirar a más, incrementar sus conocimientos y la forma en la que creo que es posible es a través de la lectura.
Por esta razón, más que recomendar un libro, recomendaría que leyeran de todo, desde las historias más fantásticas, ficción, novela, revistas y libros científicos, de nuestra materia y de otras. Estar enterados de las noticias, la opinión de expertos y el acontecer diario, cuidando el abuso que existe en redes sociales sobre noticias falsas, discursos distorsionados, etcétera.
Bajo esta perspectiva hoy he vuelto a leer las obras de Julio Verne, 1984 de Orwell, La física del futuro, las tres recientes obras de Yuval Noah Harari, Homo Deus: Breve historia del mañana, 21 lecciones para el siglo XXI, Homo sapiens, Liderazgo de Alex Ferguson y Michael Moritz, El Complot Mongol, Los Medici, etcétera.
Todas las recomiendo, ninguna tiene desperdicio, todas contribuyen a hacernos mejores personas y abogados y, como dijo Arturo Pérez-Reverte, la mejor forma para descubrir si una obra es buena -y yo agregaría: si nos dejó algo-, es atreverse a leerla.
- Si no fuese abogado, ¿cuál profesión hubiese escogido? ¿Por qué?
Creo que en mí hay una mezcla de ingeniero, economista y financiero no logrado. Debe ser por mi relación cercana en los últimos años con grandes colegas con los que trabajé, admiro y respeto.
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